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ORACIONES DE CONSAGRACION A LA DIVINA MISERICORDIA

Posted on December 27, 2018 at 4:10 PM Comments comments ()

Para hacer las oraciones de los 33 dias de preparacion para la consagracion a la Divina Misericordia entre en el siguiente enlace: 


http://www.es.catholic.net/op/articulos/61364/cat/657/consagracion-a-la-divina-misericordia.html#modal

CONSAGRACION A LA DIVINA MISERICORDIA

Posted on December 27, 2018 at 4:10 PM Comments comments ()

CONSAGRACION A LA DIVINA MISERICORDIA

INTRODUCCIÓN:

 

La Misericordia es uno de los atributos más característicos de Dios. Es la forma en la que Él mismo quiso darse a conocer a Moisés: “Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y pródigo en amor y fidelidad” (Ex 34, 6).

Es el “acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro”. Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la Misericordia de Dios. (Francisco. Misericordiae Vultus 1)

 

Como dice Santo Tomás de Aquino, lejos de ser un signo de debilidad o flaqueza, la Misericordia manifiesta especialmente la omnipotencia divina. La Misericordia es una realidad concreta con la cual Dios revela su amor, como un padre o una madre que se conmueven con un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón hacia el hijo (Francisco, Misericordiae Vultus 6)

Dios no pone límite alguno a su Misericordia, no existe nada que su corazón no pueda perdonar, sin embargo, para que ella nos alcance, es necesario que nuestro corazón esté decidido a abrirse a esta gracia con la total certeza del Amor de nuestro Padre. La confianza es el fundamento de la devoción a la Divina Misericordia, por ello a la imagen le acompañan las palabras “Jesús en Ti Confío” y asi lo demuestran las palabras de Jesús a Sor Faustina Kowalska:

• “Las gracias de mi Misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza”. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá (Diario # 1578)

• “Tu empeño debe ser total confianza en mi bondad; el mío darte todo lo que puedas necesitar. Me hago dependiente de Tu confianza”. (Diario # 548)

La confianza es una opción enraizada en una fe viva. Confianza quiere decir que aceptamos dejar que Dios sea Dios.

Estos 33 dias de preparación para la consagración de nuestro corazón a la Divina Misericordia, pretenden hacernos más conscientes del amor que Dios nos tiene, enseñarnos a confiar cada día menos en nosotros mismos y nuestras propias fuerzas, y más en Dios y su amor omnipotente para poder asi ser nosotros mismos imagen de Su amor misericordioso con los demás.

Cuando ejercitamos la docilidad y el abandono a la voluntad de Dios, basados en la fe y la confianza, dejaremos a Dios actuar en nuestras vidas y en nuestros corazones reinará la serenidad, la alegría y la paz de saber que somos todos de Él.

El experimentar la gracia de la Misericordia de Dios en nosotros debe transformarse en un impulso por irradiar ese mismo amor hacia el prójimo a través de la caridad en acción, con las obras de Misericordia corporales o espirituales; a través de la palabra, llevando la Buena Noticia del Evangelio a las almas y finalmente a través de la oración, cuando no se puedan ejercer las dos primeras.

El mundo tiene necesidad de la Misericordia. Respondamos al llamado del Santo Padre que nos dice “¡ Id al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos pueda llegar el bálsamo de la Misericordia como signo del Reino de Dios que esta ya presente en medio de nosotros.” (Misericordiae Voltus 5)

 

METODOLOGIA

Se inicia el 2 de Septiembre para hacer la consagración en la fiesta de Santa Faustina que es el 5 de Octubre. El objetivo de los 33 dias es ir preparando el corazón para la Consagración. No hace ninguna diferencia hacerlo en una fecha distinta a la sugerida.

Durante esos dias, se recomienda ir anotando ideas en una hoja (pecados, heridas, rencores, Dolores…) para poder elaborar una carta a Jesús en donde se las entregue, junto con el deseo de conversion el día de la Consagración.

Es bueno realizar las oraciones en la mañana antes de empezar las actividades del día, asi no se olvida de hacerlas. Cada día se rezará una invocación al Espíritu Santo tomada del diario de sor Faustina #1751. (Ver anexo)

Luego se proporciona una reflexión para medicar cada día. Finalmente, se sugiere terminar la meditación con un propósito a cumplir. Será de gran ayuda practicar alguna de las formas de la devoción a la Divina Misericordia especialmente el rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia, o el Viacrucis de Santa Faustina. También hacerla frente a la imagen de Jesús de la Misericordia.

 

 

 

 

De la Encíclica de Juan Pablo II: “Ricos en Misericordia”:

VIII. ORACIÓN DE LA IGLESIA DE NUESTROS TIEMPOS

15. La Iglesia recurre a la misericordia divina

La Iglesia proclama la verdad de la misericordia de Dios, revelada en Cristo crucificado y resucitado, y la profesa de varios modos. Además, trata de practicar la misericordia para con los hombres a través de los hombres, viendo en ello una condición indispensable de la solicitud por un mundo mejor y « más humano », hoy y mañana. Sin embargo, en ningún momento y en ningún período histórico —especialmente en una época tan crítica como la nuestra—la Iglesia puede olvidar la oración que es un grito a la misericordia de Dios ante las múltiples formas de mal que pesan sobre la humanidad y la amenazan. Precisamente éste es el fundamental derecho-deber de la Iglesia en Jesucristo: es el derecho-deber de la Iglesia para con Dios y para con los hombres. La conciencia humana, cuanto más pierde el sentido del significado mismo de la palabra « misericordia », sucumbiendo a la secularización; cuanto más se distancia del misterio de la misericordia alejándose de Dios, tanto más la Iglesia tiene el derecho y el deber de recurrir al Dios de la misericordia « con poderosos clamores ».135 Estos poderosos clamores deben estar presentes en la Iglesia de nuestros tiempos, dirigidos a Dios, para implorar su misericordia, cuya manifestación ella profesa y proclama en cuanto realizada en Jesús crucificado y resucitado, esto es, en el misterio pascual. Es este misterio el que lleva en sí la más completa revelación de la misericordia, es decir, del amor que es más fuerte que la muerte, más fuerte que el pecado y que todo mal, del amor que eleva al hombre de las caídas graves y lo libera de las más grandes amenazas.

El hombre contemporáneo siente estas amenazas. Lo que, a este respecto, ha sido dicho más arriba es solamente un simple esbozo. El hombre contemporáneo se interroga con frecuencia, con ansia profunda, sobre la solución de las terribles tensiones que se han acumulado sobre el mundo y que se entrelazan en medio de los hombres. Y si tal vez no tiene la valentía de pronunciar la palabra « misericordia », o en su conciencia privada de todo contenido religioso no encuentra su equivalente, tanto más se hace necesario que la Iglesia pronuncie esta palabra, no sólo en nombre propio sino también en nombre de todos los hombres contemporáneos .

Es pues necesario que todo cuanto he dicho en el presente documento sobre la misericordia se transforme continuamente en una ferviente plegaria: en un grito que implore la misericordia en conformidad con las necesidades del hombre en el mundo contemporáneo. Que este grito condense toda la verdad sobre la misericordia, que ha hallado tan rica expresión en la Sagrada Escritura y en la Tradición, así como en la auténtica vida de fe de tantas generaciones del Pueblo de Dios. Con tal grito nos volvemos, como todos los escritores sagrados, al Dios que no puede despreciar nada de lo que ha creado,136 al Dios que es fiel a sí mismo, a su paternidad y a su amor. Y al igual que los profetas, recurramos al amor que tiene características maternas y, a semejanza de una madre, sigue a cada uno de sus hijos, a toda oveja extraviada, aunque hubiese millones de extraviados, aunque en el mundo la iniquidad prevaleciese sobre la honestidad, aunque la humanidad contemporánea mereciese por sus pecados un nuevo « diluvio », como lo mereció en su tiempo la generación de Noé. Recurramos al amor paterno que Cristo nos ha revelado en su misión mesiánica y que alcanza su culmen en la cruz, en su muerte y resurrección. Recurramos a Dios mediante Cristo, recordando las palabras del Magnificat de María, que proclama la misericordia « de generación en generación ». Imploremos la misericordia divina para la generación contemporánea. La Iglesia que, siguiendo el ejemplo de María, trata de ser también madre de los hombres en Dios, exprese en esta plegaria su materna solicitud y al mismo tiempo su amor confiado, del que nace la más ardiente necesidad de la oración.

Elevemos nuestras súplicas, guiados por la fe, la esperanza, la caridad que Cristo ha injertado en nuestros corazones. Esta actitud es asimismo amor hacia Dios, a quien a veces el hombre contemporáneo ha alejado de sí ha hecho ajeno a sí, proclamando de diversas maneras que es algo « superfluo ». Esto es pues amor a Dios, cuya ofensa-rechazo por parte del hombre contemporáneo sentimos profundamente, dispuestos a gritar con Cristo en la cruz: « Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen ».137 Esto es al mismo tiempo amor a los hombres, a todos los hombres sin excepción y división alguna: sin diferencias de raza, cultura, lengua, concepción del mundo, sin distinción entre amigos y enemigos. Esto es amor a los hombres que desea todo bien verdadero a cada uno y a toda la comunidad humana, a toda familia, nación, grupo social; a los jóvenes, los adultos, los padres, los ancianos, los enfermos: es amor a todos, sin excepción. Esto es amor, es decir, solicitud apremiante para garantizar a cada uno todo bien auténtico y alejar y conjurar el mal.

Y si alguno de los contemporáneos no comparte la fe y la esperanza que me inducen, en cuanto siervo de Cristo y ministro de los misterios de Dios,138 a implorar en esta hora de la historia la misericordia de Dios en favor de la humanidad, que trate al menos de comprender el motivo de esta premura. Está dictada por el amor al hombre, a todo lo que es humano y que, según la intuición de gran parte de los contemporáneos, está amenazado por un peligro inmenso. El misterio de Cristo que, desvelándonos la gran vocación del hombre, me ha impulsado a confirmar en la Encíclica Redemptor Hominis su incomparable dignidad, me obliga al mismo tiempo a proclamar la misericordia como amor compasivo de Dios, revelado en el mismo misterio de Cristo, Ello me obliga también a recurrir a tal misericordia y a implorarla en esta difícil, crítica fase de la historia de la Iglesia y del mundo, mientras nos encaminamos al final del segundo Milenio.

En el nombre de Jesucristo, crucificado y resucitado, en el espíritu de su misión mesiánica, que permanece en la historia de la humanidad, elevemos nuestra voz y supliquemos que en esta etapa de la historia se revele una vez más aquel Amor que está en el Padre y que por obra del Hijo y del Espíritu Santo se haga presente en el mundo contemporáneo como más fuerte que el mal: más fuerte que el pecado y la muerte. Supliquemos por intercesión de Aquella que no cesa de proclamar « la misericordia de generación en generación », y también de aquellos en quienes se han cumplido hasta el final las palabras del sermón de la montaña: « Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia ».139

Al continuar el gran cometido de actuar el Concilio Vaticano II, en el que podemos ver justamente una nueva fase de la autorrealización de la Iglesia—a medida de la época en que nos ha tocado vivir—la Iglesia misma debe guiarse por la plena conciencia de que en esta obra no le es lícito, en modo alguno, replegarse sobre sí misma. La razón de su ser es en efecto la de revelar a Dios, esto es, al Padre que nos permite « verlo » en Cristo.140 Por muy fuerte que pueda ser la resistencia de la historia humana; por muy marcada que sea la heterogeneidad de la civilización contemporánea; por muy grande que sea la negación de Dios en el mundo, tanto más grande debe ser la proximidad a ese misterio que, escondido desde los siglos en Dios, ha sido después realmente participado al hombre en el tiempo mediante Jesucristo.

 

APOCALIPSIS, MENSAJES DE LA SANTISIMA VIRGEN AL PADRE GOBBI

Posted on December 23, 2016 at 12:25 AM Comments comments ()

 

EN ESPERA DE SU GLORIOSO RETORNO

 

 

Hijos predilectos, vivid la alegría de la Pascua.

Jesucristo flagelado, coronado de espinas, vilipendiado, llevado a la Cruz, crucificado y ajusticiado como un malhechor, ha resucitado.

Con el poder que le viene de la Persona y de la naturaleza divina, ha reclamado de la muerte su naturaleza humana y, en el esplendor de su gloria, ha salido victorioso del sepulcro. Cristo resucitado está vivo en medio de vosotros.

No temáis: Él guía los acontecimientos de la historia humana a la realización del Querer del Padre y de su gran designio de salvación.

Cristo Resucitado está ahora en el Cielo, sentado en su trono de gloria a la derecha del Padre.

A Él están sometidas todas las cosas.

Bajo el escabel de sus pies serán humillados y vencidos todos sus enemigos.

Desde este día la historia humana se abre a la plena glorificación de Cristo Resucitado.

Cristo Resucitado volverá a vosotros sobre las nubes del cielo, en pleno fulgor de su gloria.

Vivid hoy en espera de su glorioso retorno.

No os dejéis desalentar por el momentáneo triunfo del mal y del pecado.

No os entristezca la actual victoria en el mundo del rechazo obstinado de Dios, de la rebelión a su Ley de amor, de una impiedad tan universal.

No permitáis que ni siquiera os asalte la duda o la desconfianza al ver a la Iglesia tan herida y golpeada, insidiada y traicionada.

Que la alegría pascual supere toda humana razón de aprensión y de tristeza.

Cristo resucitado está vivo entre vosotros. Cristo Resucitado marca con su victoria los acontecimientos del mundo y de la historia.

Cristo Resucitado quiere instaurar entre vosotros su Reino, para que sea glorificado por todo el universo creado.

Vivid siempre en la alegría y en una segura esperanza, en espera de su glorioso retorno.”

 

LAS DOS ALAS DE LA GRAN ÁGUILA

 

 

Hijos míos predilectos, hoy me veneráis de un modo especial en el primer sábado de este mes de mayo, que vosotros me dedicáis de forma especial.

Os reunís en Cenáculos de fraternidad y de oración con vuestra Madre Celeste.

¡Cuánto consuelo dais a mi profundo dolor; cuánta alegría proporcionáis a mi Corazón Inmaculado!

Porque, por medio de vosotros que me habéis respondido, la devoción hacia Mí ya está refloreciendo en toda la Iglesia.

De este modo Yo puedo ejercer, en estos vuestros tiempos, el gran poder que me ha sido dado por la Santísima Trinidad, para volver inofensivo el ataque que mi Adversario, el Dragón Rojo, ha desencadenado contra Mí, vomitando de su boca un río de aguas para sumergirme.

El río de aguas está formado por el conjunto de todas las nuevas doctrinas teológicas que han tratado de oscurecer la figura de vuestra Madre Celeste, de negar mis privilegios, de redimensionar la devoción para Conmigo, de ridiculizar a todos mis devotos.

A causa de estos ataques del Dragón, en estos años la piedad hacia Mí ha ido disminuyendo en muchos fieles y, en algunos lugares, ha desaparecido por completo.

Pero han acudido en auxilio de vuestra Madre Celeste las dos alas de la gran águila.

La gran águila es la Palabra de Dios, sobre todo la Palabra contenida en el Evangelio de mi Hijo Jesús.

Entre los cuatro Evangelios, el águila indica el de San Juan, porque él vuela más alto que todos, entra en el corazón mismo de la Santísima Trinidad, afirmando con fuerza la divinidad, la eternidad y la consubstancialidad del Verbo y la divinidad de Jesucristo.

Las dos alas del águila son la palabra de Dios acogida, amada y custodiada con la fe y la palabra de Dios vivida con la Gracia y la Caridad.

Las dos alas de la fe y de la caridad –es decir de la Palabra de Dios acogida y vivida por Mí–, me han permitido volar por encima del río de aguas de todos los ataques dirigidos contra Mí, porque han manifestado al mundo mi verdadera grandeza.

Luego he buscado mi refugio en el desierto.

El desierto en el que he establecido mi morada habitual, está formado por el corazón y el alma de todos aquellos hijos que me acogen, me escuchan, se confían completamente a Mí, se consagran a mi Corazón Inmaculado.

En el desierto en que me encuentro hoy, Yo obro mis más grandes prodigios. Los obro en el corazón y en el alma, es decir, en la vida de todos mis pequeños niños.

Así los conduzco a seguirme por el camino de la fe y de la caridad, haciéndoles acoger, amar y custodiar la Palabra de Dios y ayudándoles a vivirla cada día con coherencia y con valor.

En el silencio y el ocultamiento, es decir en el desierto en que me encuentro, obro fuertemente para que los hijos consagrados a Mí crean hoy en el Evangelio, se dejen guiar sólo por la Sabiduría del Evangelio, sean siempre Evangelio vivido.

He aquí la misión que Yo he preparado para el ejército que me he formado en todas partes del mundo con mi Movimiento Sacerdotal Mariano: dejarse transportar Conmigo sobre las dos alas de la gran águila, es decir, de la fe y de la caridad, acogiendo con amor, en estos vuestros tiempos, y viviendo la sola Palabra de Dios.

Los grandes prodigios que Yo realizo hoy en el desierto en el que me encuentro, son los de transformar completamente la vida de mis pequeños hijos, para que se vuelvan valientes testimonios de fe y luminosos ejemplos de santidad.

De esta manera, en el silencio y en el escondimiento, cada día preparo mi gran victoria sobre el Dragón con el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo.”

 

EL ENORME DRAGÓN ROJO

 

 

Hijos predilectos, hoy adoráis e invocáis al Espíritu Santo, que descendió en Pentecostés sobre los Apóstoles y los discípulos, reunidos Conmigo en el Cenáculo de Jerusalén.

Lo seguís invocando en estos vuestros tiempos, con confianza y con perseverancia, reunidos conmigo en los muchos Cenáculos de oración que ya se encuentran difundidos por toda la tierra.

Con mi Movimiento Sacerdotal Mariano invito hoy a todos los hijos de la Iglesia a reunirse en un Cenáculo perenne de oración Conmigo, vuestra Madre Celeste.

Invito a todos los Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Fieles.

Mi Corazón Inmaculado es el lugar de este nuevo, espiritual y universal Cenáculo.

En él debéis entrar con vuestro acto de consagración, que os confía para siempre a Mí, a fin de que Yo pueda unir mi voz a las vuestras en la invocación del Don de un segundo Pentecostés sobre la Iglesia y sobre toda la Humanidad.

Sólo el Espíritu del Señor puede volver a llevar a la humanidad a la perfecta glorificación de Dios.

Sólo el Espíritu del Señor puede renovar la Iglesia con el esplendor de su unidad y de su santidad.

Sólo el Espíritu del Señor puede vencer la potencia y la fuerza victoriosa del enorme Dragón Rojo, que, en este vuestro siglo, se ha desencadenado por doquier, de una manera terrible, para seducir y engañar a toda la humanidad.

El enorme Dragón Rojo es el comunismo ateo que ha difundido por todas partes el error de la negación y del obstinado rechazo de Dios.

El enorme Dragón Rojo es el ateísmo marxista, que se presenta con diez cuernos, es decir con la potencia de sus medios de comunicación, para conducir a la humanidad a desobedecer los diez Mandamientos de Dios, y con siete cabezas, sobre cada una de las cuales hay una diadema, signo de poder y de realeza, las cabezas coronadas indican las Naciones en las que el comunismo ateo se ha establecido y domina con la fuerza de su poder ideológico, político y militar.

La enormidad del Dragón manifiesta claramente la gran extensión de la tierra ocupada por el dominio incontrastado del ateísmo comunista.

Su color es rojo porque usa la guerra y la sangre como instrumentos de sus numerosas conquistas.

El enorme Dragón Rojo en estos años ha logrado conquistar la humanidad con el error del ateísmo teórico o práctico, que ya ha seducido a todas las naciones de la tierra.

De ese modo se ha logrado construir una nueva civilización sin Dios, materialista, egoísta, hedonista, árida y fría, que lleva en sí los gérmenes de la corrupción y de la muerte.

El enorme Dragón Rojo tiene el objetivo diabólico de sustraer toda la humanidad al dominio de Dios, a la glorificación de la Santísima Trinidad, a la plena actuación del Designio del Padre que, por medio del Hijo, la ha creado para su Gloria.

El Señor me ha revestido con su Luz y el Espíritu Santo con su Divina Potencia; así Yo aparezco como un gran signo en el Cielo, Mujer vestida de Sol, porque tengo la misión de sustraer la humanidad al dominio del enorme Dragón Rojo y de reconducir a toda ella a la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad.

Por eso me formo el ejército de mis más pequeños hijos, en todas partes del mundo, y les pido a ellos que se consagren a mi Corazón Inmaculado. De ese modo los conduzco a vivir sólo para la Gloria de Dios, por medio de la fe y de la caridad, y los cultivo, Yo misma, celosamente en mi celestial jardín.

Entonces, cada día Yo me presento ante el trono de mi Señor en acto de profunda adoración, abro la puerta de oro de mi Corazón Inmaculado y ofrezco entre mis brazos a todos estos mis pequeños hijos diciendo:

“Santísima y Divina Trinidad, en el momento de Tu universal negación Yo te presento el homenaje de mi maternal reparación, por medio de todos estos mis pequeños, que cada día formo para tu mayor glorificación.”

 

 

LA BESTIA SEMEJANTE A UNA PANTERA

 

 

Ha llegado el tiempo en el cual mi Corazón Inmaculado debe ser glorificado por la Iglesia y por toda la humanidad.

Porque en estos tiempos de la apostasía, de la purificación y de la gran tribulación, mi Corazón Inmaculado es el único refugio y el camino que os conduce al Dios de la salvación y de la paz.

Sobre todo, mi Corazón Inmaculado se vuelve hoy el signo de mi segura victoria en la gran lucha que se combate entre los seguidores del enorme Dragón Rojo y los seguidores de la Mujer vestida del Sol.

En esta terrible lucha sube del mar, en ayuda del Dragón, una bestia semejante a una pantera.

Si el Dragón Rojo es el ateísmo marxista, la bestia negra es la Masonería.

El Dragón se manifiesta en el vigor de su potencia; la bestia negra, en cambio, obra en la sombra, se esconde, se oculta, para introducirse por este medio en todas partes.

Tiene las garras de oso y la boca de un león, porque obra por doquier con la astucia y con los medios de comunicación social, es decir, con la propaganda.

Las siete cabezas indican las varias logias masónicas que obran en todas partes de una manera solapada y peligrosa.

Esta bestia negra tiene diez cuernos y sobre los cuernos diez diademas, que son signos de dominio y de realeza.

La masonería domina y gobierna en todo el mundo por medio de los diez cuernos.

El cuerno, en el mundo bíblico, siempre ha sido un instrumento de amplificación, un modo de hacer escuchar más fuertemente la propia voz, un importante medio de comunicación.

Por eso Dios ha comunicado a su pueblo su Voluntad por medio de diez cuernos que han hecho conocer su Ley: los diez mandamientos.

Quien los acoge y los observa anda en la vida por el camino de la Divina Voluntad, de la alegría y de la paz.

Quien hace la Voluntad del Padre, acoge la Palabra de su Hijo y participa en la Redención llevada a cabo por Él. Jesús da a las almas la misma vida divina, a través de la Gracia, que Él ha merecido con su Sacrificio realizado en el Calvario.

La Gracia de la Redención es comunicada por medio de los Siete Sacramentos. Con la gracia se insertan en el alma gérmenes de vida sobrenatural que son las virtudes.

Entre ellas las más importantes son las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales: fe, esperanza y caridad; prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Al Sol divino de los siete Dones del Espíritu Santo, estas virtudes germinan, crecen, se desarrollan cada vez más y así conducen a las almas por el camino luminoso del amor y de la santidad.

Objetivo de la bestia negra, es decir, de la masonería, es el de combatir de una manera disimulada, pero tenaz, para impedir a las almas recorrer este camino, indicado por el Padre y por el Hijo e iluminado por los dones del Espíritu.

En efecto, si el Dragón Rojo obra para llevar a toda la humanidad a prescindir de Dios, a la negación de Dios y para ello difunde el error del ateísmo, el objetivo de la masonería no es el de negar a Dios, sino el de blasfemarlo.

La bestia abre la boca para proferir blasfemias contra Dios, para blasfemar su Nombre y su morada, contra todos aquellos que habitan en el Cielo.

La mayor de las blasfemias es la de negar el culto debido sólo a Dios para darlo a las criaturas y al mismo Satanás.

He aquí por qué en estos tiempos, tras la perversa acción de la masonería se difunden por doquier las misas negras y el culto satánico.

Además, la masonería obra, con todos los medios, para impedir que las almas se salven y de este modo quiere volver inútil la Obra de Redención llevada a cabo por Cristo.

Si el Señor ha comunicado su Ley con los diez mandamientos, la masonería difunde por todas partes, con la potencia de sus diez cuernos, una ley que es completamente opuesta a la de Dios.

Al mandamiento del Señor: –“No tendrás otro Dios más que a Mí”– aquélla construye otros falsos ídolos, frente a los cuales hoy muchos se postran en oración.

Al mandamiento: –“No tomarás el nombre de Dios en vano”– aquélla se opone con las blasfemias contra Dios y su Cristo, de muchas maneras engañosas y diabólicas, hasta reducir a una marca comercial indecorosa su Nombre y hacer películas sacrílegas sobre su vida y su divina Persona.

Al mandamiento: –“Santificarás las fiestas”– aquélla transforma el domingo en “week-end”, en el día del deporte, de las competiciones, de los juegos, de las diversiones.

Al mandamiento: –“Honrarás a tu padre y a tu madre”– aquélla contrapone un modelo nuevo de familia sobre la convivencia incluso de homosexuales.

Al mandamiento: –“No matarás”– aquélla ha logrado hacer legitimar en todas partes, el aborto, hacer aceptar la eutanasia, hacer casi desaparecer el respeto debido al valor de la vida humana.

Al mandamiento: –“No cometerás actos impuros”– aquélla justifica, exalta y hace propaganda de toda forma de impureza, hasta llegar a la justificación de los actos contra natura.

Al mandamiento: –“No robarás”– ella obra para que se difundan cada vez más los hurtos, la violencia, los secuestros, las rapiñas.

Al mandamiento: –“No darás falso testimonio ni mentirás”– aquélla obra para que se propague cada vez más la ley del engaño, de la mentira, de la doblez.

Al mandamiento: –“No desearás los bienes ajenos y a la mujer de tu prójimo”– Actúa para corromper lo más profundo de la conciencia, engañando la mente y el corazón del hombre.

De esta manera, las almas son impulsadas por el camino perverso y malo de la desobediencia a la Ley del Señor, son sumergidas en el pecado y así se les impide recibir el Don de la Gracia y de la Vida de Dios.

A las siete virtudes teologales y cardinales, que son el fruto de vivir en Gracia de Dios, la masonería opone la difusión de los siete vicios capitales, que son el fruto de vivir habitualmente en estado de pecado.

A la fe, aquélla opone la soberbia; a la esperanza, la lujuria; a la caridad, la avaricia; a la prudencia, la ira; a la fortaleza, la pereza; a la justicia, la envidia; a la templanza, la gula.

Aquél que llega a ser víctima de los siete vicios capitales es conducido gradualmente a abandonar el culto debido al único Dios, para darlo a falsas divinidades, que son la personificación misma de todos estos vicios. En esto consiste la blasfemia más grande y horrible.

He aquí por qué sobre cada cabeza de la bestia hay escrito un título blasfemo. Cada logia masónica tiene la tarea de hacer adorar una divinidad distinta.

La primera cabeza lleva el título blasfemo de la soberbia, que se opone a la virtud de la fe y conduce a dar culto al dios de la razón humana y del orgullo, de la técnica y del progreso.

La segunda cabeza lleva el título blasfemo de la lujuria, que se opone a la virtud de la esperanza, y lleva a dar culto al dios de la sensualidad y de la impureza.

La tercera cabeza lleva el título blasfemo de la avaricia, que se opone a la virtud de la caridad, y difunde por doquier el culto al dios del dinero.

La cuarta cabeza lleva el título blasfemo de la ira, que se opone a la virtud de la prudencia, y conduce a dar culto al dios de la discordia y de la división.

La quinta cabeza lleva el título blasfemo de la acidia (o pereza espiritual), que se opone a la virtud de la fortaleza, y difunde el culto al ídolo del miedo de la opinión pública y de la explotación del prójimo.

La sexta cabeza lleva el título blasfemo de la envidia, que se opone a la virtud de la justicia, y lleva a dar culto al ídolo de la violencia y de la guerra.

La séptima cabeza lleva el título blasfemo de la gula, que se opone a la virtud de la templanza, y conduce a dar culto al ídolo tan exaltado del hedonismo, del materialismo, del placer.

El objetivo de las logias masónicas, hoy, es el de actuar con gran astucia, para llevar a la humanidad en todas partes a despreciar la santa Ley de Dios, a obrar en abierta oposición a los diez Mandamientos, a sustraer el culto debido al único Dios para darlo a los falsos ídolos, que son exaltados y adorados por un número creciente de hombres: la razón, la carne, el dinero, la discordia, el dominio, la violencia, el placer.

De esta manera las almas son precipitadas en la tenebrosa esclavitud del mal, del vicio y del pecado, y, en el momento de la muerte y del juicio de Dios, en el estanque de fuego eterno que es el infierno.

Ahora comprenderéis por qué, en estos tiempos, mi Corazón Inmaculado se convierte en vuestro refugio y en el camino seguro que os lleva a Dios, frente al terrible e insidioso ataque de la bestia negra, es decir, de la masonería.

En mi Corazón Inmaculado se delinea la táctica usada por vuestra Madre Celeste para contraatacar y vencer la astuta trama usada por la bestia negra.

Es por esto que formo a todos mis hijos en la observancia de los diez Mandamientos de Dios:

A vivir al pie de la letra el Evangelio; a recibir con frecuencia los Sacramentos, especialmente la Penitencia y la Comunión Eucarística, como auxilios necesarios para vivir en Gracia de Dios; para ejercitar de una manera fuerte las virtudes y para andar siempre por el camino del bien, del amor, de la pureza y de la santidad.

De ese modo, me sirvo de vosotros, pequeños hijos que os habéis consagrado a Mí, para desenmascarar todas estas insidias disimuladas que la bestia negra os tiende y, en fin, anular el gran ataque que la masonería hoy, ha desencadenado contra Cristo y su Iglesia. Y al final, sobre todo, con su mayor derrota, aparecerá en todo su esplendor el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo.”

 

LA BESTIA SEMEJANTE A UN CORDERO

 

 

Hijos predilectos, hoy recordáis mi segunda aparición, ocurrida en la pobre Cova de Iria en Fátima, el 13 de junio de 1917.

Ya entonces os predije lo que estáis viviendo en estos tiempos.

Os anuncié la gran lucha entre Yo, la Mujer vestida del Sol, y el enorme Dragón Rojo que ha llevado a la humanidad a vivir sin Dios.

Os predije también el astuto y tenebroso trabajo realizado por la Masonería, para alejaros de la observancia de la Ley de Dios y haceros de ese modo víctimas de los pecados y de los vicios.

Sobre todo, como Madre, os he querido advertir de los grandes peligros que hoy amenazan a la Iglesia, a causa de los muchos y diabólicos ataques que se llevan a cabo contra Ella para destruirla.

Para alcanzar este fin, a la bestia negra que sube del mar, acude en ayuda, desde la tierra, una bestia que tiene dos cuernos, semejantes a los de un cordero.

El cordero, en la Sagrada Escritura, siempre ha sido el símbolo del sacrificio. En la noche del Éxodo, es sacrificado un cordero y, con su sangre, son rociados el dintel y las jambas de las casas de los hebreos, para sustraerlos al castigo que, en cambio, alcanza a todos los egipcios.

La Pascua hebrea recuerda este hecho cada año con la inmolación de un cordero, que es sacrificado y consumido.

Sobre el Calvario, Jesucristo se inmola por la redención de la humanidad, se hace Él mismo nuestra Pascua y se convierte en el verdadero Cordero de Dios que quita todos los pecados del mundo.

La bestia tiene en la cabeza dos cuernos semejantes a los del cordero.

Al símbolo del sacrificio está íntimamente unido el del Sacerdocio: los dos cuernos. Un cubrecabeza con dos cuernos llevaba el Sumo sacerdote del Antiguo Testamento.

La Mitra, con dos cuernos, llevan los Obispos de la Iglesia, para indicar la plenitud de su Sacerdocio.

La bestia negra semejante a una pantera indica la Masonería; la bestia con dos cuernos, semejante a un cordero, indica la Masonería infiltrada dentro de la Iglesia, es decir la masonería Eclesiástica, que se ha difundido sobre todo entre los miembros de la Jerarquía.

Esta infiltración masónica dentro de la Iglesia, ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que Satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia.

Si el objetivo de la masonería es el de conducir a las almas a la perdición, llevándolas al culto de falsas divinidades, el fin de la masonería eclesiástica, en cambio, es el de destruir a Cristo y a su Iglesia, construyendo un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia.

 

–Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente, es el Verbo Encarnado, es Verdadero Dios y Verdadero Hombre, puesto que une en su Persona divina la naturaleza humana y la naturaleza divina.

 

Jesús, en el Evangelio, ha dado de sí mismo la más completa definición, diciendo ser la Verdad, el Camino y la Vida.

Jesús es la Verdad, porque nos revela al Padre, nos dice su Palabra definitiva, lleva a su perfecto cumplimiento toda la Revelación Divina.

Jesús es la Vida, porque nos da la misma vida divina con la Gracia merecida por Él con la Redención, e instituye los Sacramentos como medios eficaces que comunican la Gracia.

Jesús es el Camino, que conduce al Padre por medio del Evangelio que nos ha dado como camino a recorrer para alcanzar la salvación.

Jesús es Verdad, porque es Él –Palabra viviente– fuente y sello de toda la Revelación Divina.

Entonces la masonería eclesiástica obra para obscurecer su Divina Palabra, por medio de interpretaciones naturales y racionales y, con el pretexto de volverla más comprensiva y aceptada, la vacía de todo contenido sobrenatural.

Así es como se difunden los errores por todas partes dentro de la misma Iglesia Católica.

A causa de la difusión de estos errores, hoy muchos se alejan de la verdadera fe, volviendo realidad la profecía que os ha sido hecha por Mí en Fátima:

 

–Vendrán tiempos en los que muchos perderán la verdadera fe.

 

–La pérdida de la fe es apostasía.

 

La masonería eclesiástica actúa de una manera astuta y diabólica, para conducir a todos a la apostasía.

Jesús es Vida porque da la Gracia.

La masonería eclesiástica tiene como propósito justificar el pecado, presentarlo no ya como un mal, sino como un valor y un bien.

Por lo cual se aconseja realizarlo como un modo de satisfacer las exigencias de la propia naturaleza, destruyendo la raíz de la cual podría nacer el arrepentimiento y se dice que ya no es necesario confesarlo.

Fruto pernicioso de este maldito cáncer, que se ha difundido por toda la Iglesia, es la desaparición, en todas partes, de la confesión individual.

Las almas son llevadas a vivir en el pecado, rechazando el Don de la vida que Jesús nos ha ofrecido.

Jesús es el camino que conduce al Padre por medio del Evangelio.

La masonería eclesiástica favorece la exégesis que dan de él interpretaciones racionalistas y naturales, por medio de la aplicación de los varios géneros literarios, de manera que el mismo queda lacerado en todas sus partes.

Al final se llega a negar la realidad histórica de los milagros y de Su resurrección y se pone en duda la divinidad misma de Jesús y su Misión Salvífica.

 

–Después de haber destruido al Cristo histórico, la bestia con dos cuernos, semejante a un cordero, trata de destruir al Cristo Místico que es la Iglesia.

 

La Iglesia instituida por Cristo es una sola: la Santa, Católica, Apostólica, Una, fundada sobre Pedro.

Como Jesús, también la Iglesia fundada por Él, que constituye su Cuerpo Místico, es verdad, vida y camino.

 

–La Iglesia es verdad porque a Ella sola Jesús ha confiado la custodia, en su integridad, de todo el depósito de la Fe.

 

Lo ha confiado a la Iglesia Jerárquica, es decir, al Papa y a los Obispos unidos a Él.

La masonería eclesiástica trata de destruir esta realidad con el falso ecumenismo, que lleva a la aceptación de todas las Iglesias cristianas, afirmando que cada una de ellas posee una parte de la verdad.

 

Cultiva el designio de fundar una Iglesia ecuménica universal formada por la fusión de todas las confesiones cristianas, entre las cuales estaría la Iglesia Católica.

 

–Las Iglesia es vida porque da la Gracia y Ella sola posee los medios eficaces de la Gracia, que son los siete Sacramentos.

 

Es vida especialmente porque a Ella sola ha sido dado el poder de generar la Eucaristía, por medio del Sacerdocio Ministerial y Jerárquico.

En la Eucaristía Jesucristo está realmente presente con su Cuerpo Glorioso y su Divinidad.

Entonces la masonería eclesiástica trata de atacar, de muchas maneras engañosas, la piedad eclesial hacia el Sacramento de la Eucaristía.

De ésta, sólo valoriza el aspecto de la Cena, tiende a minimizar su valor sacrificial, trata de negar la presencia personal y real de Jesús en las Hostias Consagradas.

Por esto se han ido suprimiendo gradualmente todos los signos externos que son indicativos de la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía, como las genuflexiones, las horas de adoración pública, la santa costumbre de rodear el tabernáculo con luces y flores.

 

–La Iglesia es camino porque conduce al Padre, por medio del Hijo, en el Espíritu Santo, por el camino de la perfecta unidad.

 

Como el Padre y el Hijo son uno, así debéis ser una sola cosa entre vosotros.

Jesús ha querido que Su Iglesia sea signo e instrumento de la unidad de todo el género humano.

La Iglesia logra estar unida porque ha sido fundada sobre la piedra angular de su unidad: Pedro y el Papa que sucede al carisma de Pedro.

Entonces la masonería eclesiástica trata de destruir el fundamento de la unidad de la Iglesia con el ataque astuto e insidioso contra el Papa.

Ella urde las tramas del disentimiento y de la contestación al Papa; sostiene y premia a aquellos que lo vilipendian y lo desobedecen; propaga las críticas y las oposiciones de Obispos y teólogos.

De esta manera se demuele el fundamento mismo de su unidad y así la Iglesia es cada vez más lacerada y dividida.

 

–Hijos predilectos, os he invitado a consagraros a mi Corazón Inmaculado y a entrar en este mi refugio maternal, sobre todo para ser preservados y defendidos contra esta terrible insidia.

 

Por esto en el acto de consagración de mi Movimiento Yo os he solicitado renunciar a toda aspiración a “hacer carrera”.

Así podéis sustraeros a la más peligrosa y fuerte insidia usada por la masonería, para asociar a su secta secreta a tantos hijos míos predilectos.

Os llevo a un gran amor a Jesús Verdad, haciéndoos valientes testimonios de fe; a Jesús Vida, llevándoos a una gran santidad; a Jesús Camino, pidiéndoos ser en la vida sólo Evangelio vivido y anunciado al pie de la letra.

Luego os conduzco a un gran amor a la Iglesia.

 

–Os hago amar a la Iglesia–verdad, haciéndoos fuertes anunciadores de todas las verdades de la fe católica, mientras os oponéis, con fuerza y coraje a todos los errores.

 

–Os hago Ministros de la Iglesia–vida, ayudándoos a ser Sacerdotes fieles y santos. Estad siempre disponibles a las necesidades de las almas, prestaos con generosa abnegación al ministerio de la Reconciliación y sed llamas ardientes de amor y de celo hacia Jesús presente en la Eucaristía.

 

Que en vuestras iglesias se vuelva a tener con frecuencia la hora de pública Adoración y reparación al Santísimo Sacramento del altar.

 

–Os transformo en testimonio de la Iglesia–camino, y os hago instrumentos preciosos de su unidad. Por esto os he dado, como segundo compromiso de mi Movimiento, una particular unidad con el Papa.

 

Por medio de vuestro amor y de vuestra fidelidad, el designio divino de la perfecta Unidad de la Iglesia volverá a resplandecer en todo su esplendor.

De ese modo, a la tenebrosa fuerza que hoy ejerce la masonería eclesiástica para destruir a Cristo y a su Iglesia, Yo opongo el fuerte esplendor de mi ejército sacerdotal y fiel, para que Cristo sea amado por todos, escuchado y seguido, y su Iglesia sea cada vez más amada, defendida y santificada.

Sobre todo en esto resplandece la victoria de la Mujer vestida del Sol y mi Corazón Inmaculado tiene su más luminoso triunfo.”

 

 

EL NÚMERO DE LA BESTIA 666

 

 

Hijos predilectos, comprended ahora el designio de vuestra Madre Celeste, la Mujer vestida del Sol, que combate, con su ejército, en la gran lucha contra todas las fuerzas del mal, para obtener su victoria, en la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad.

Combatid Conmigo, pequeños hijos, contra el Dragón, que trata de llevar a toda la humanidad contra Dios.

Combatid Conmigo, pequeños hijos, contra la bestia negra, la masonería, que quiere conducir las almas a la perdición.

Combatid Conmigo, pequeños hijos, contra la bestia semejante a un cordero, la masonería infiltrada dentro de la vida eclesial, para destruir a Cristo y a su iglesia.

Para lograr este objetivo ella quiere construir un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia.

La masonería eclesiástica recibe órdenes y poder de las varias logias masónicas y actúa para conducir secretamente a todos a formar parte de estas sectas secretas.

Así pues, solicita a los ambiciosos con la perspectiva de fáciles carreras; colma de bienes a los hambrientos de dinero; ayuda a sus miembros a sobresalir y a ocupar los puestos más importantes, mientras de una manera disimulada, pero, decidida, margina a todos aquellos que se niegan a participar en sus planes.

En efecto, la bestia semejante a un cordero ejercita todo el poder de la primera bestia en su presencia y obliga a la tierra y a sus habitantes a adorar a la primera bestia.

Sin rodeos, la masonería eclesiástica llega hasta construir una estatua en honor de la bestia y obliga a todos a adorar esta estatua.

 

–Pero según el primer mandamiento de la Santa Ley del Señor, sólo DIOS debe ser adorado y a Él sólo se debe tributar toda forma de culto.

 

Entonces se sustituye a DIOS por un ídolo poderoso, fuerte, dominador. Un ídolo tan poderoso como para dar muerte a todos aquellos que no adoren la estatua de la bestia.

Un ídolo tan fuerte y dominador que hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, reciban una marca sobre la mano derecha o en la frente, de manera que ninguno pueda comprar o vender sin tener esa marca, es decir, el nombre de la bestia o el número de su nombre.

Este gran ídolo, construido para ser adorado y servido por todos, como ya os he revelado en el mensaje precedente, es un falso Cristo y una falsa Iglesia.

Pero, ¿Cuál es su nombre?

En el capítulo 13 del Apocalipsis está escrito:

 

 

“Aquí se requiere sabiduría. El que tiene inteligencia calcule el número de la bestia; este número representa la cifra de un hombre. Tal cifra es 666 (seiscientos sesenta y seis)”.

 

Con la inteligencia, iluminada por la luz de la Divina Sabiduría, se logra descifrar del número 666 el nombre de un hombre y este nombre, indicado por tal número, es el del Anticristo.

Lucifer, la serpiente antigua, el diablo o Satanás, el dragón rojo, se vuelve, en estos últimos tiempos, el Anticristo.

El Apóstol San Juan ya afirmaba que cualquiera que negara que Jesucristo es Dios, es el Anticristo.

La estatua o el ídolo construido en honor de la bestia para ser adorado por todos los hombres, es el Anticristo.

Calculad ahora su número 666, para comprender cómo indica el nombre de un hombre.

El número 333 indica la Divinidad.

Lucifer se rebela contra Dios por soberbia, porque quiere ponerse por encima de Dios.

El 333 es el número que indica el misterio de Dios. Aquél que quiere ponerse por encima de Dios lleva el signo de 666; por lo tanto este número indica el nombre de Lucifer, Satanás, es decir, de aquel que se pone contra Cristo, del Anticristo.

El 333 indicado una vez, es decir por 1, expresa el misterio de la Unidad de Dios.

El 333 indicado dos veces, es decir por 2, indica las dos naturalezas, la divina y la humana, unidas en la Persona Divina de Jesucristo.

El 333 indicado por tres veces, es decir por 3, indica el misterio de las Tres Personas Divinas, o sea, expresa el misterio de la Santísima Trinidad.

Entonces el número 333 enunciado una, dos o tres veces, expresa los Misterios principales de la Fe Católica, que son:

 

;) la Unidad y la Trinidad de Dios.

 

;) La Encarnación, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

 

Si el 333 es el número que indica la Divinidad, aquel que quiere ponerse por encima del mismo Dios es indicado con el número 666.

El 666 enunciado una vez, es decir por 1, expresa el año 666 seiscientos sesenta y seis.

En este período histórico el Anticristo se manifiesta a través del fenómeno del Islam, que niega directamente el misterio de la Divina Trinidad y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.

El islamismo, con su fuerza militar, se desencadena por doquier, destruyendo todas las antiguas comunidades cristianas, invade Europa y sólo por una intervención maternal y extraordinaria Mía, solicitada fuertemente por el Santo Padre, no logra destruir completamente la Cristiandad.

El 666 indicado dos veces, es decir por 2, expresa el año 1332, mil trescientos treinta y dos.

En este período de tiempo histórico el Anticristo se manifiesta con un radical ataque a la fe en la Palabra de Dios.

A través de los filósofos, que comenzaron a dar exclusivo valor a la ciencia y luego a la razón, se tiende gradualmente a constituir como único criterio de verdad a la sola inteligencia humana.

Nacen los grandes errores filosóficos que se prolongan a través de los siglos hasta vuestros días.

La importancia exagerada dada a la razón, como criterio exclusivo de verdad, lleva necesariamente a la destrucción de la fe en la Palabra de Dios.

En efecto, con la reforma protestante se rechaza la Tradición como fuente de la Divina Revelación, y se acepta sólo la Sagrada Escritura.

Pero también ésta debe ser interpretada por medio de la razón, y se rechaza obstinadamente el Magisterio auténtico de la Iglesia Jerárquica, a quien Cristo ha confiado la custodia del depósito de la fe.

Cada uno es libre para leer y para comprender la Sagrada Escritura, según su personal interpretación.

De esta manera la fe en la Palabra de Dios es destruida.

Obra del Anticristo, en este período histórico, es la división de la Iglesia, la consiguiente formación de nuevas y numerosas confesiones cristianas, que gradualmente son impulsadas a una pérdida creciente de la verdadera fe en la Palabra de Dios.

El 666 enunciado 3 veces, es decir por 3, expresa el año 1998, mil novecientos noventa y ocho.

En este período histórico, la masonería, ayudada por la eclesiástica, logrará su gran objetivo: construir un ídolo para ponerlo en lugar de Cristo y de su Iglesia.

Un falso Cristo y una falsa Iglesia. Por lo tanto, la estatua construida en honor de la primera bestia, para ser adorada por todos los habitantes de la tierra y que marcará con su sello a todos aquellos que quieran comprar o vender, es la del Anticristo.

Habréis llegado así al vértice de la purificación, de la gran tribulación y de la apostasía.

La apostasía será entonces generalizada porque casi todos seguirán al falso Cristo y a la falsa Iglesia.

¡Entonces será abierta la puerta para la aparición del hombre o de la persona misma del Anticristo!

He aquí, hijos predilectos, por qué os he querido iluminar sobre las páginas del Apocalipsis, que se refieren a los tiempos que vivís.

Para prepararos Conmigo a la parte más dolorosa y decisiva de la gran lucha que se está combatiendo entre vuestra Madre Celeste y todas las fuerzas del mal que se han desencadenado.

¡Valor! Sed fuertes, mis pequeños niños. A vosotros corresponde la misión, en estos años difíciles, de permanecer fieles a Cristo y a su Iglesia, soportando hostilidad, luchas y persecuciones. Pero sois parte preciosa de la pequeña grey, que tiene la misión de combatir y de vencer al fin a la poderosa fuerza del Anticristo.

 

Os formo, os defiendo y os bendigo a todos.”

 

LA MARCA EN LA FRENTE Y EN LA MANO

 

 

Hoy es la fiesta del nacimiento de vuestra Madre Celeste, hijos míos predilectos consagrados a mi Corazón Inmaculado.

Vividla en la alegría y en la paz, en el silencio y en la oración, en la confianza y en el filial abandono.

Vosotros sois los pequeños niños de vuestra Madre Niña.

Sois parte de mi progenie y pieza clave de mi designio victorioso.

Formáis una corona preciosa de pureza, de amor y de humildad en torno a la cuna en la que Yo estoy recostada.

Dejaos nutrir y formar por Mí; dejaos conducir con docilidad por Mí; dejaos marcar por Mí con mi sello maternal.

Éstos son los tiempos en que los seguidores de aquél que se opone a Cristo son sellados con la marca en la frente y sobre la mano.

 

–La marca en la frente y en la mano es expresión de una total dependencia de quien es marcado por este signo.

 

El signo significa a aquél que es enemigo de Cristo, es decir, el Anticristo, y su marca cuando es impresa significa la completa pertenencia de la persona signada al ejército de aquél que se opone a Cristo y lucha contra su Divino y Real Dominio.

La marca es impresa en la frente y en la mano.

 

–La frente indica la inteligencia, porque la mente es la sede de la razón humana.

 

–La mano expresa la actividad humana, porque es con sus manos que el hombre actúa y trabaja.

 

Por lo tanto, es la persona la que es marcada con el sello del Anticristo en su inteligencia y en su voluntad.

Quien permite ser señalado con la marca en la frente es conducido a acoger la doctrina de la negación de Dios, del rechazo de su Ley, del ateísmo, que en estos tiempos, es cada vez más difundido y propagado.

Y así, es impulsado a seguir las ideologías hoy de moda y a hacerse propagador de todos los errores.

Quien permite ser señalado con la marca en la mano es obligado a actuar de una manera autónoma e independiente de Dios, ordenando la propia actividad a la búsqueda de bienes solamente materiales y terrenos.

De ese modo sustrae su acción al designio del Padre, que quiere iluminarla y sostenerla con su Divina Providencia; al amor del Hijo, que hace de la fatiga humana un medio precioso para su misma redención y santificación; al poder del Espíritu Santo que actúa por doquier para renovar interiormente a cada criatura.

 

–Quien es marcado en la mano trabaja sólo para sí mismo, para acumular bienes materiales; hace del dinero su dios y acaba siendo víctima del materialismo.

 

–Quien es marcado en la mano obra solo para la satisfacción de los propios sentidos, para buscar el bienestar y el placer, para dar plena satisfacción a todas sus pasiones, especialmente a la de la impureza, y se hace víctima del hedonismo.

 

–Quien es señalado con la marca en la mano hace de su propio yo el centro de todo su obrar, mira a los demás como objetos para usar y explotar para provecho propio y se hace víctima del egoísmo desenfrenado y de la falta de amor.

 

Si mi Adversario marca con su sello a todos sus secuaces, ha llegado el tiempo en que también Yo, vuestra Celeste Capitana, marco con mi sello maternal a todos aquellos que se han consagrado a mi Corazón Inmaculado y forman parte de mi ejército.

Imprimo en vuestra frente mi sello son el Signo Santísimo de la Cruz de mi Hijo Jesús.

Así abro la inteligencia humana para acoger su Divina Palabra, amarla, vivirla; os conduzco a confiaros completamente a Jesús que os la ha revelado, y os transformo hoy en valientes testimonios de fe.

A los signados en la frente con la marca blasfema, Yo contrapongo a mis hijos, signados con la Cruz de Jesucristo.

Después ordeno toda vuestra actividad a la perfecta glorificación de la Santísima Trinidad.

Por eso imprimo en vuestra mano mi sello que es el signo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Con el signo del Padre, vuestra actividad humana es ordenada a una perfecta cooperación al designio de su Divina Providencia, que también hoy sigue disponiendo todas las cosas para vuestro bien.

Con el signo del Hijo, cada una de vuestras acciones es injertada profundamente en el misterio de su Divina Redención.

Con el signo del Espíritu Santo, todo vuestro obrar se abre a su poderosa fuerza de santificación, que sopla por todas partes como un fuego potente, para renovar desde los fundamentos a todo el mundo.

Hijos míos predilectos, dejaos marcar todos, en la frente y en la mano con mi sello maternal en este día en el que, recogidos con amor en torno a mi cuna, celebráis la fiesta del Nacimiento terreno de vuestra Madre Celestial.”

 

EL ÁNGEL DEL PRIMER FLAGELO

 

 

Recordad hoy, mi última aparición ocurrida en Fátima el 13 de octubre de 1917, confirmada por el milagro del sol.

Mirad cada vez más a la Mujer vestida del Sol, que tiene la misión de preparar a la Iglesia y a la humanidad para la venida del Gran día del Señor.

Los tiempos de la batalla decisiva han llegado.

Ha descendido sobre el mundo la hora de la gran tribulación, porque los Ángeles del Señor son enviados, con sus flagelos, para castigar la tierra.

Cuántas veces os he invitado a andar por el camino de la mortificación de los sentidos, del dominio de las pasiones, de la modestia, del buen ejemplo, de la pureza y de la santidad.

Pero la humanidad no ha acogido mi invitación y ha seguido desobedeciendo el sexto mandamiento de la Ley del Señor que prescribe no cometer actos impuros.

Al contrario, se ha querido exaltar tales transgresiones y proponerlas como la conquista de un valor humano y un modo nuevo de ejercitar la propia libertad personal.

De ese modo hoy se ha llegado a legitimar como buenos todos los pecados de impureza.

Se ha comenzado por corromper la conciencia de los niños y de los jóvenes, llevándolos a la convicción de que los actos impuros cometidos solos ya no son pecado; que las relaciones prematrimoniales en el noviazgo son lícitas y buenas; que las familias pueden comportarse libremente y recurrir también a los medios para impedir los nacimientos.

Se ha llegado hasta la justificación y la exaltación de los actos impuros contra natura, incluso a proponer leyes que equiparan a la familia la convivencia de homosexuales.

Nunca como hoy, la inmoralidad, la impureza, y la obscenidad son continuamente propagadas a través de la prensa y de todos los medios de comunicación social.

Sobre todo la televisión se ha convertido en el perverso instrumento de un diario bombardeo de imágenes obscenas, dirigidas a corromper la pureza de la mente y del corazón de todos.

Los locales de diversión, en particular el cine y las discotecas, se han vuelto lugares de pública profanación de la propia dignidad humana y cristiana.

Es el tiempo en el que el Señor nuestro Dios es continua y públicamente ofendido con los pecados de la carne.

Ya la Sagrada Escritura os ha advertido que quien peca por medio de la carne, en la misma carne encuentra su justo castigo.

Y así, ha llegado el tiempo en el que el Ángel del primer flagelo pasa por el mundo, para que sea castigado según el querer de Dios.

 

–El Ángel del primer flagelo inflige en la carne de aquellos que se han dejado signar con la marca del monstruo en la frente y en la mano y han adorado su imagen, una llaga dolorosa y maligna, que hace gritar de desesperación a aquellos que han sido afectados por ella.

 

Esta llaga representa los dolores físicos que hieren el cuerpo a causa de enfermedades graves e incurables.

 

La llaga dolorosa y maligna es un flagelo para toda la humanidad, hoy tan pervertida, que ha construido una civilización atea, materialista y hace de la búsqueda del placer el fin supremo del vivir humano.

Algunos de mis pobres hijos han sido heridos por la misma, a causa de sus pecados impuros y sus desórdenes morales y llevan sobre sí mismos el peso del mal que han cometido.

Otros, en cambio, son heridos aún siendo buenos e inocentes: entonces su sufrimiento sirve para la salvación de muchos malos, debido a la solidaridad que os une a todos.

 

–El primer flagelo son los tumores malignos y toda clase de cáncer, contra el cual la ciencia nada puede hacer a pesar de su progreso en todos los sectores; enfermedades que se propagan cada vez más y hieren el cuerpo humano devastándolo con llagas dolorosísimas y malignas.

 

Hijos predilectos, pensad en la difusión de estas enfermedades incurables en todas partes del mundo y en los millones de muertos que ellas provocan.

 

–El primer flagelo es la nueva enfermedad del S.I.D.A., que hiere sobre todo a mis pobres hijos víctimas de la droga, de los vicios y de los pecados impuros contra natura.

 

En estos tiempos en los que la humanidad es golpeada por este primer flagelo, vuestra Madre Celeste quiere ser para todos ayuda, sostén, consuelo y esperanza.

Por eso os invito a andar por el camino del ayuno, de la mortificación y de la penitencia.

A los niños les pido que crezcan en la virtud de la pureza y en este difícil camino sean ayudados por los padres y los educadores.

A los jóvenes les pido que se formen en el dominio de las pasiones con la oración y la vida de unión Conmigo, y que renuncien a ir a los cines y a las discotecas donde está el grave y continuo peligro de ofender esta virtud tan grata a mi Corazón Inmaculado.

A los novios les pido que se abstengan de toda relación antes del matrimonio.

A las familias cristianas les pido que se formen en el ejercicio de la castidad conyugal y no usen nunca medios artificiales para impedir la vida, según la enseñanza de Cristo, que la Iglesia también hoy propone con iluminada sabiduría.

¡Cuánto deseo de los Sacerdotes la escrupulosa observancia del celibato y de los Religiosos la práctica fiel y austera de su voto de castidad!

A mis pobres hijos atacados por el primer flagelo de la llaga dolorosa y maligna, Yo me presento como Madre Misericordiosa que alivia y consuela, que lleva a la esperanza y a la paz.

A ellos les pido que ofrezcan sus sufrimientos en espíritu de reparación, de purificación y de santificación.

Sobre todo para ellos mi Corazón Inmaculado se vuelve el refugio más acogedor y el camino seguro que los lleva al Dios de la salvación y de la alegría.

En este mi celestial jardín todos serán consolados y estimulados, mientras Yo misma me preocupo amorosamente de dar alivio en el sufrimiento y, si está en la Voluntad del Señor, ofrecer el don de la curación.

Por lo tanto, en estos tiempos en que la humanidad es atacada por el primer flagelo, os invito a todos a dirigir vuestra mirada a Mí, vuestra Madre Celeste, para ser confortados y ayudados.”

 

LA NUEVA JERUSALÉN

 

 

Hoy es la fiesta de Todos los Santos y mañana recordáis a los que se han salvado pero que aún se encuentran inmersos en los sufrimientos purificadores del Purgatorio.

En estos tiempos de la gran tribulación debéis vivir fuertemente la Comunión de los Santos.

Soy la Reina de todos los Santos.

Soy la Capitana de un único ejército.

Los Ángeles del Señor han recibido de Mí el mandato de responder con fuerza y con energía a todas las insidias que el Dragón, la bestia negra, la bestia semejante a un cordero y los espíritus malignos, os tienden todos los días.

Qué grande es hoy su poder celestial, porque son enviados por Mí para contrarrestar la táctica de mi Adversario, que es la de alejar a muchos pobres hijos míos de la adoración debida a nuestro Dios, mediante la difusión cada vez mayor del culto satánico y de las misas negras.

A esta perversa y blasfema acción de los demonios, los Ángeles responden con su perenne, profundo e incesante acto de adoración y de glorificación al Señor.

 

–A los peligros que en estos tiempos os tienden los malos, tratando de esparcir en el camino por el que debéis andar obstáculos, dificultades y astutas oposiciones, los Santos del Paraíso responden con su poderosa asistencia e intercesión.

 

Las tramas ocultas y oscuras, que la Masonería urde contra vosotros, para haceros caer en sus redes, son descubiertas y destruidas por los Santos, quienes hacen descender desde el Paraíso una fuerte Luz que os envuelve, para perfumar de fe, de esperanza, de amor, de pureza y de santidad toda vuestra existencia.

La comunión de vida con los Santos del Paraíso es el remedio que Yo os doy contra los peligros engañosos y muy astutos que la bestia negra de la Masonería hoy os tiende.

 

–Contra las dificultades, las burlas, las marginaciones que la bestia semejante a un cordero utiliza contra vosotros, mis hijos predilectos, recurrid a una perenne comunión de oración con las almas santas del Purgatorio.

 

Esta comunión de oración con las almas purgantes da a ellas la luz y el alivio de abreviar el tiempo de su purificación y os concede a vosotros la seguridad y el valor para realizar en vuestra vida mi designio, que es el de ayudaros a cumplir en todo momento la Divina Voluntad del Señor.

Hoy os contemplo con alegría, reunidos juntos en el celestial jardín de mi Corazón Inmaculado, viviendo esta estupenda realidad de la Comunión de los Santos, que os une, os ayuda, os compromete a todos a combatir por el pleno triunfo de Cristo, con el advenimiento en el mundo de su glorioso reino de amor, de santidad, de justicia y de paz.

De ese modo vosotros ya estáis contribuyendo a edificar la Nueva Jerusalén, la Ciudad Santa, que debe descender del Cielo como una esposa adornada para su esposo y formáis la morada de Dios entre los hombres, para que todos lleguen a formar parte de su pueblo, donde cada lágrima será enjugada de sus ojos y allí no habrá más muerte, ni luto, ni lamentos, ni afanes, porque las cosas de antes habrán pasado.”

 

 

 

 

 

 

UNA CORONA DE DOCE ESTRELLAS

 

 

Hijos predilectos, contemplad hoy el candor inmaculado de vuestra Madre Celeste.

Soy la Inmaculada Concepción.

Soy la única criatura exenta de toda mancha de pecado incluso del original.

Soy toda hermosa: Tota Pulchra.

Dejaos envolver en mi manto de belleza, para que también vosotros seáis iluminados con mi candor de Cielo, con mi Luz Inmaculada.

Soy toda hermosa por ser llamada a ser la Madre del Hijo de Dios y a formar el virginal vástago del que debe surgir la Flor Divina.

Por eso mi designio se inserta en el misterio mismo de vuestra salvación.

Al principio soy anunciada como la enemiga de Satanás, la que obtendrá sobre él la completa victoria.

 

“Pondré enemistades entre ti y la Mujer, entre tu descendencia y la suya; Ella te aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón”.

 

Al final soy vista como la Mujer vestida del Sol, que tiene la misión de combatir contra el Dragón Rojo y su poderoso ejército, para vencerlo, ligarlo y arrojarlo a su reino de muerte, para que en el mundo pueda reinar solamente Cristo.

Heme aquí entonces presentada por la Sagrada Escritura con el fulgor de mi maternal realeza:

 

 

“y apareció en el Cielo otra señal: una Mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza”.

 

En torno a mi cabeza hay, pues, una corona de doce estrellas.

La corona es el signo de la realeza.

La misma está compuesta por doce estrellas, porque se convierte en el símbolo de mi materna y real presencia en el corazón mismo del pueblo de Dios.

Las doce estrellas indican las doce tribus de Israel, que componen el pueblo elegido, escogido y llamado por el Señor para preparar la venida al mundo del Hijo de Dios y del Redentor.

Puesto que Yo soy llamada a ser la Madre del Mesías, mi designio es el de ser el cumplimiento de las promesas, el brote virginal, el honor y la gloria de todo el pueblo de Israel.

En efecto, la Iglesia me exalta con estas palabras:

 

 

“Tú eres la gloria de Jerusalén; Tú eres la alegría de Israel; Tú eres el honor de nuestro pueblo”.

 

Por eso las tribus de Israel forman doce piedras preciosas de la diadema que circunda mi cabeza, para indicar la función de mi materna realeza.

Las doce estrellas significan también los doce Apóstoles que son el fundamento sobre el cual Cristo ha fundado su Iglesia.

Me he encontrado a menudo con ellos, para estimularlos a seguir y a creer en Jesús durante los tres años de su pública misión.

En su lugar, Yo estuve bajo la Cruz, junto con Juan, en el momento de la crucifixión, de la agonía y de la muerte de mi Hijo Jesús.

Con ellos he participado de la alegría de su resurrección; junto a ellos, recogidos en oración, he asistido al momento glorioso de Pentecostés.

Durante mi existencia terrena he permanecido junto a ellos con mi oración y mi presencia maternal para ayudarlos, formarlos, alentarlos e impulsarlos a beber el cáliz que había sido preparado para ellos por el Padre Celestial.

Soy así Madre y Reina de los Apóstoles que, en torno a mi cabeza, forman doce estrellas luminosas de mi materna realeza.

Soy Madre y Reina de toda la Iglesia.

Las doce estrellas significan además una nueva realidad.

El Apocalipsis, en efecto, me ve como un gran signo en el cielo: La Mujer vestida del Sol, que combate al Dragón y a su poderoso ejército del mal.

Entonces, las estrellas en torno a mi cabeza indican a aquellos que se consagran a mi Corazón Inmaculado, forman parte de mi ejército victorioso, se dejan guiar por Mí para combatir esta batalla y para obtener al final nuestra mayor victoria.

Así, todos mis predilectos y los hijos consagrados a mi Corazón Inmaculado, llamados a ser hoy los apóstoles de los últimos tiempos, son las estrellas más luminosas de mi real corona.

Las doce estrellas, que forman la luminosa corona de mi materna realeza, están constituidas por las doce tribus de Israel, por los Apóstoles y por los Apóstoles de estos vuestros últimos tiempos.

Entonces, en la fiesta de mi Inmaculada Concepción, os llamo a todos vosotros a formar parte preciosa de mi corona y volveros las estrellas brillantes que difunden, por todas las partes del mundo, la luz, la gracia, la santidad, la belleza y la gloria de vuestra Madre Celeste.”

 


 


NOVENA AL ESPIRITU SANTO

Posted on May 13, 2015 at 1:00 PM Comments comments ()

ORACIONES PARA TODOS LOS DIAS:

ORACION INICIAL: INVOCACION AL ESPIRITU SANTO:

Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo

Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido.

Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,

Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego.

Gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro;

Mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequia, sana el corazón enfermo,

Lava las manchas e infunde, calor de vida en mi hielo,

Doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos;

Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito;

Salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Amen.

PETICIONES: Exprese sus intenciones personales

LECTURA DE CADA DIA –Reflexión y compromiso…

ORACION FINAL:

Oh Espíritu de Dios, Espíritu de verdad y de luz,

Vive en mi alma constantemente con Tu gracia divina.

Que Tu soplo disipe las tinieblas,

Y que las buenas obras se multipliquen en tu luz.

Espíritu de Dios, Espíritu de amor y de misericordia,

Que infundes en mi corazón el bálsamo de confianza,

Tu gracia afirma mi alma en el bien,

Dándole la fuerza irresistible, la perseverancia.

Oh Espíritu de Dios, Espíritu de paz y de alegría,

Que confortas mi corazón sediento

Y viertes en él la fuente viva del amor de Dios,

Y lo haces impávido para la batalla.

Oh Espíritu de Dios, huésped amabilísimo de mi alma,

Por mi parte deseo ser fiel a Ti.

Tanto en los días de alegría como en los tormentos,

Deseo siempre vivir en Tu presencia, oh Espíritu de Dios.

O Espíritu de Dios que penetras mi ser en su totalidad,

Y me das a conocer Tu vida divina, trina,

Y me confías los secretos de Tu esencia divina,

Y unida a Ti de este modo, viviré por la eternidad.

(Diario 1411)

DIA 1: Somos llamados a vivir en comunidad

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Juan 3, 1-8

4. Reflexión:

“Cuando un alma ama sinceramente a Dios, no debe temer nada en su vida espiritual. Que se someta a la influencia de la gracia y que no ponga límites a la unión con el Señor.” (Diario 292)

Estamos llamados a vivir nuevos caminos en la espiritualidad para ser testigos de que Cristo vive y es la salvación del mundo de hoy.

Necesitamos nacer de Nuevo: Jesús le dijo a Nicodemo “el que no naciere de Nuevo, no puede ver el reino de Dios”. El asunto no es si eres religioso, asistes a la iglesia, lees la Biblia o tratas de vivir una vida Buena. La invitación de Jesús es ‘Debes nacer de Nuevo!’ Porque si no has nacido de nuevo, jamás verás o llegarás a conocer la satisfacción completa en tu familia, porque así como una persona solo encuentra plena satisfacción en una relación con Dios, la familia también solo encuentra plena satisfaction en él. Puesto que “sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro” (Benedicto XVI)

Lo que necesita el hombre es nacer a una nueva vida de relación con Dios. No existe una formula sencilla para nacer de nuevo. No es una obra humana ni es comenzada por la voluntad humana. Esto ocurre cuando el hombre acepta a Cristo como su único y personal Salvador.

5. Compromiso: Hoy mismo me reconciliaré con Dios y aceptaré a Cristo como mi Salvador personal. Esto será el comienzo de una nueva vida para mí y para todos los que me rodean.

6. Petición de la intercesión de la Virgen María: Virgen Madre alcánzame de tu Hijo la gracia de Nacer de Nuevo y de vivir de hoy en adelante una vida plena en el Espíritu Santo.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 2: El amor de Dios ha sido derramado en nosotros por el Espíritu.

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Juan 4, 5-15

4. Reflexión: “Amor, amor y una vez más amor de Dios, no hay nada más grande que El ni el el cielo ni en la tierra. La mayor grandeza es amar a Dios, la verdadera grandeza está en el amor de Dios, la verdadera sabiduría es amar a Dios. Todo lo que es grande y bello esta en Dios; fuera de Dios no hay belleza ni grandeza.” (Diario 990)

Cuando Pablo nos dice: “el amor de Dios ha sido derramado en nuestro corazones por el Espíritu Santo que nos fué dado” menciona tres cosas que vale la pena reflexionar:

-“Derramado” implica abundancia, vertido en su totalidad. Esta es una realidad divina en el corazón del creyente. ¿Qué se puede esperar de una persona con Cristo en su corazón, en quien habita el Espíritu Santo, el cual los conduce y los regula?

-“Ha sido”. Ya hecho. “Una vez realizada la obra de la redención el Padre envió al Espíritu Santo el día de Pentecostés para santificar a los creyentes y darles acceso al El por medio de Cristo en un mismo Espíritu. Este es el Espíritu que da la vida, es mananatial de agua que salta hata la vida eterna”. (S. Juan Pablo II)

-“por el Espíritu Santo o sea que es parte de al acción propia del Espíritu Santo. Dios no nos ha dado solo unos mandamientos para vivir, sino que primeramente nos ha capacitado y vivificado por medio de su Santo Espíritu. El comunica la vida divina porque es “Señor y dador de vida” y lo hace sobre todo a través de los signos sacramentales, que tienen su fuente en el misterio pascual de Cristo.

El Espíritu Santo habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo, y en ellos obra y da testimonio de su adopción como hijos del Padre.

-El Espíritu Santo nos hace presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía , con el fin de reconciliarnos, conducirnos a la comunion con Dios y hacer que demos fruto abundante.

-El Espíritu realiza la obra de santificación de los hombres hasta la consumación de los tiempos.

-El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, suscita en nosotros la fe, la conversión del corazón y la adhesión a la voluntad del Padre.

5. Compromiso: Pediré para que llegue a mi vida un nuevo “avivamiento”, una nueva efusión del Espíritu Santo.

6. Petición de la intercesión de la Virgen María: Virgen Madre asi como oraste por los discípulos en el aposento alto, ora por mí para que reciba también una vez más al Espíritu Santo.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 3: Que nuestra alma sea conducida por el Espíritu Santo

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Juan Gálatas 5, 16-22

4. Reflexión:

“Sé siempre misericordiosa como Yo Soy Misericordioso. Ama a todos por amor a Mí, también a tus más grandes enemigos, para que Mi misericordia pueda reflejarse plenamente en tu corazón.” (Jesús a santa Faustina, Diario 292)

El Espíritu Santo nos pone en sintonía con el corazón de Dios, nos empuja a vivir de acuerdo con los valores del Evangelio, y no según nuestros propios caprichos. ¿Cómo hace esto? Impulsándonos a vivir como hijos de Dios y dándonos la libertad de los hijos de Dios.

El nos enseña como vivir: “Cuando venga el Espíritu de verdad, os guiará a toda la verda; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. (Jn 16, 13)

Cuando aceptamos ser conducidos por el Espíritu Santo nuestra mente consigue paz, se restablecen las relaciones familiares, brota de manera natural la vivencia diaria de ser conducido por el Espíritu; cada tarea, servicio, trabajo, oración, Apostolado y todo acontecimiento de la vida diaria familiar o social, se transforma en acontecimiento de fe y salvación, de amor y gracia, de esperanza y encuentro con Dios. Produciremos frutos como nos los señala en la lectura de Gálatas 5, 22s.

5. Compromiso: Hoy decido vivir la vida bajo la dirección del Espíritu Santo y lo lograré obedeciendo lo que dice Dios en su Santa Palabra. Trabajaré incansablemente por hacer crecer los frutos que el Espíritu Santo ya ha sembrado en mi como semillas de Salvación.

6. Petición de la intercesión de la Virgen María: Virgen Madre alcánzame de tu Hijo la gracia de obedecer al Espíritu Santo en todo, como El lo obedeció y que en mí crezcan los mismos frutos que florecieron en tu Hijo.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 4: Propiciemos relaciones fraternas en nuestra familia y comunidad.

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Lucas 2, 41-52

4. Reflexión:

“Que se amen unos a otros con el amor superior, con el amor puro, viendo en cada hermano la imagen de Dios.” (Diario 550)

“Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento del Evangelio. Aqui aprendemos a observar, a escuchar, a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla, humilde y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres. Aqui se aprende incluso casi sin darse cuenta a imitar esta vida.” (Pablo VI)

Dios se hizo hombre y puso su tienda entre nosotros. Su vida en familia, su vida oculta en Nazaret, el acatamiento a sus padres es una lección fundamental para todos nosotros. La famila de Nazaret nos enseña a ser más comprensivos, mas tiernos con los que viven con nosotros. Ante las relaciones conflictivas, la familia donde se vive la vida del Espíritu, está llamada a llevar una palabra de sensatez, una palabra de equilibrio, de paz, de saber escuchar, de aconsejar.

5. Compromiso: desde hoy me propongo actuar con sensatez, de trabajar por la paz en mi familia y en mi comunidad aprendiendo a escuchar y a reconciliar a todos entre si poniendo armonía donde haya discordia.

6. Petición de la intercesión de la Virgen María: Virgen Madre alcánzame de tu Hijo la gracia de vivir en paz con todos, de escuchar con paciencia y saber aconsejar al que necesita.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 5: Pidiendo al Espíritu Santo la sanación de nuestra heridas

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Juan 2, 1-11

4. Reflexión:

“Tengo que vigilarme mucho, sobre todo hoy, porque empieza a envolverme una excesiva sensibilidad por todo.” (Diario 783)

Nos gustaría que todo fuese sencillo, sin complicaciones, para poder disfrutar de la vida, pero nos topamos con tantos problemas. De pronto son pequeñeces que nos desaniman. De pronto son contratiempos serios o tareas que no puedo manejar. Es en este momento que necesitamos ayuda de lo alto. Pidamos a la Virgen María que le diga a Jesús: “No tienen vino”. Todas las soluciones son accesibles por la presencia de la persona de Cristo, presencia que dispone de la omnipotencia divina y puede usarla como quiera. En la familia de la Iglesia nadie está solo. Aqui, en nuestra familia de creyentes, ninguno de nosotros debe sobrellevar solo sus necesidades. Es suficiente saber que estando El presente entre los invitados a la boda, seguramente habrá de hallarse la mejor solución posible. La transformación total de nuestras dificultades presentes es posible si tenemos a Cristo presente en nuestras vidas. Las tinajas llenas de agua, que representan nuestros problemas, pueden ser transformadas en el vino de la vida divina.

5. Compromiso: Haré una lista de mis necesidades, preocupaciones, de las cargas, heridas, decepciones, frustraciones, fracasos, desánimos, indiferencias, resentimientos y se la presentaré al Espíritu Santo para que las transforme en algo bueno.

6. Petición de intercesión de la Virgen María: Virgen Madre preséntale a tu Hijo mis tinajas vacias para que las llene de ese Vino Nuevo que El quiere poner en mi corazón en este día… después de sanar todas mis heridas…

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 6: Orar con un solo corazón y un solo Espíritu

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Lucas 11, 5-13

4. Reflexión: “El alma debe ser fiel a la oración, apesar de las tribulaciones y la aridez y la tentaciones, porque de tal plegaria en gran medida depende a veces la realización de los grandes proyectos de Dios; y si no perseveramos en tal plegaria, ponemos impedimentos a lo que Dios quiere hacer a través de nosotros o en nosotros.” (Diario 872)

El cristiano es persona que vive en la Alabanza y se goza en la Adoración. Cada oración debe hacerse con unción del Espíritu, El debe ser el que ore por ti poniendo las palabras precisas en tu boca en obediencia al Señor.

El Espíritu Santo es el Señor de la oración. El Espíritu Santo es el don, que viene al corazón del hombre junto con la oración. En ella se manifiesta ante todo como el don que viene en auxilio de nuestra debilidad para orar, para alabar y bendecir.

El Espíritu Santo no solo hace que oremos, sino que nos guía ‘interiormente’ en la oración supliendo nuestra insuficiencia y remediando nuestra incapacidad de orar. Está presente en nuestra oración y le da una dimensión divina. De esta manera, ‘el que escruta los corazones conoce cual es la aspiración del espíritu y que su intercesión a favor de los Santos es según Dios’. La oración por la obra del Espíritu Santo llega a ser la expresión cada vez más madura del hombre nuevo, que por medio de ella participa de la vida divina.

“El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, porque no sabemos pedir como conviene, e intercede por nosotros con gemidos inefables.” Su gracia suscita en nosotros la fe, la conversión del corazón y la adhesión a la voluntad del Padre.

5. Compromiso: me propongo conquistar un tiempo cada día para Dios en el cual pueda orar personalmente o en familia para que El nos una cada vez más.

6. Petición de intercesión de la Virgen María: Madre, ayúdanos a mantener la unidad familiar y comunitaria, pide a tu Hijo que vuelva a decirnos “que todos sean uno para que el mundo crea”. Que esto nos penetre en el corazón y se haga realidad en nuestras vidas.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 7:

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: 1ra Pedro 4, 10-11

4. Reflexión: “Oh Jesús, que fácil es santificarse; es necesario solamente un poco de buena voluntad. Si Jesús descubre en el alma ese poquito de buena voluntad, entonces se apresura a entregarse al alma y nada puede detenerlo, ni los errores, ni las caídas, nada en lo absoluto. Jesús tiene prisa por ayudar a esa alma, y si el alma es fiel a esta gracia de Dios, entonces en muy poco tiempo puede llegar a la máxima santidad a la que una criatura puede llegar aqui en la tierra. Dios es muy generoso y no rehúsa a nadie su gracia, da más de lo que nosotros pedimos. La fidelidad en el cumplimiento de las inspiraciones del Espíritu Santo es el camino más corto” (Diario 291)

A partir de Pentecostés, la Iglesia experimenta de inmediato fecundas irrupciones del Espíritu, vitalidad divina que se expresa en diversos dones y carismas; variados oficios que edifican la Iglesia y sirven a la evangelización. Por estos dones del Espíritu, la familia extiende el ministerio salvífico del Señor hasta que El de nuevo se manifieste al final de los tiempos. El Espíritu en la Iglesia forja misioneros decididos y valientes como Pedro y Pablo, señala los lugares que deben ser evangelizados y elige a quienes deben hacerlo.

Pentecostés es la fiesta de la continuación de la obra de Cristo. Nuestro Señor no ha querido acabar El mismo su misión en la Tierra, sino que ha confiado al Espíritu Santo el cuidado de coronar la obra que El había recibido del Padre. Después de Pentecostés, Cristo permanece presente en Su Iglesia por el Espíritu Santo.

5. Compromiso: Pidamos con intensidad y con intención de obtenerlos realmente, los dones que nos ayuden a llevar a cabo esta labor misionera para hacer del mundo una familia auténtica.

6. Petición de intercesión de la Virgen María: Virgen Madre, tú que fuiste fiel a la gracia de Dios, intercede por nosotros como intercediste por los discípulos en el aposento alto para que obtengamos del Espíritu Santo los dones que nos ayuden a seguir extendiendo el Reino de Dios en la tierra.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 8:

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Efesios 3, 14-21

4. Reflexión: “Un alma noble y delicada puede ser también la más sencilla, pero de sentimientos delicados; tal alma en todo ve a Dios, lo encuentra en todas partes, sabe encontrar a Dios incluso en las cosa más insignificantes. Para ella todo tiene algún significado, aprecia mucho todo, agradece a Dios por cada cosa, de cada cosa saca provecho para el alma y dirige a Dios toda alabanza. Confía en El y no se impresiona cuando llega el momento de la prueba. Sabe que Dios es siempre el mejor Padre y da poca importancia a las consideraciones humanas. Sigue fielmente el más pequeño soplo del Espíritu Santo, goza por este Huésped espiritual y se agarra a El como un niño a la madre. Allí otras almas se detienen y asustan. Ella sigue adelante sin temor y sin dificultad. (Diario 148)

San Pablo en la cárcel pide para que otros sean llenos de la plenitud de Dios. Asi debemos hacer nosotros también intercediento para que nuestras familias, los demás miembros de nuestra Iglesia, y toda la humanidad reciban la Plenitud del Espíritu Santo pidiendo en concreto para que:

-Se produzcan cambios en lo íntimo de su ser y sean fortalecidos.

-Sean arraigados y cimentados en el amor logrando perdonar, enfrentar las diferencias, y soportar las dificultades.

-Conozcan el amor de Cristo pudiendo experimentarlo y transmitirlo.

-Sean llenos de la plenitud de Dios viviendo Su presencia real y evidente.

-Vivan en la verdad y tengan el discernimiento necesario para rechazar las falsas doctrinas que se están hoy diseminando por doquier.

-Puedan vencer las dificultades, las pruebas, tentaciones, controversias ect que lleguen a sus vidas.

5. Compromiso: Orar al Espíritu Santo para que derrame su abundante presencia en los miembros de tu familia (pida para que uno por uno reciba la Efusión del Espíritu Santo ).

6. Petición de intercesión de la Virgen María: Virgen Madre, une tu voz a la nuestra para que este Nuevo Pentecostés sea una realidad en nuestras familias como lo fué en las familias de la Iglesia primitiva.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

DIA 9:

1. Oración inicial: Invocación al Espíritu Santo

2. Peticiones…

3. Lectura: Hechos 2, 1-12

4. Reflexión: “Deseo compartir esta felicidad con todos los hombres, no puedo encerrar esta felicidad en mi corazón solamente, porque sus rayos me queman y hacen estallar mi pecho y mis entrañas. Deseo atravesar el mundo entero y hablar a las almas de la gran misericordia de Dios…(Diario 491)

Todos estamos llamados a dar vida. Del Hombre Nuevo, revestido de Cristo, nacen familias Nuevas. De las familias Nuevas nacen sociedades Nuevas. Son familias que descubren su vocación de ser esperanza de la sociedad. Nosotros debemos mostar al mundo el Evangelio.

San Juan Pablo II dijo: “En el futuro, la evangelización depende de la vitalidad cristiana de la Iglesia doméstica.”

La familia transmisora de la fe, evangeliza con el ser. La familia es el lugar donde se experimenta el gozo compartido por el amor, las atenciones mutuas, y sus miembros se desarrollan en la verdad y en la libertad, siempre bajo la acción del Espíritu Santo. Y así él nos va guiando como iglesia doméstica, como guía a la Iglesia universal.

Cada familia Cristiana es en si misma signo de la presencia de Dios en el mundo. Es un ícono de Dios. Evangelizamos sin hablar, sin decir nada. En la familia Cristiana que vive su fe hay semillas de evangelización que transmiten fe, esperanza y amor.

5. Compromiso: Proponte en este día reconciliarte con todos los miembros de tu familia pide al Espíritu Santo que te dé la fuerza para ponerte en paz con cualquier persona que te haya ofendido.

6. Petición de intercesión de la Virgen María: Virgen Madre, tu que fuiste la primera Evangelizadora al llevar la Buena Nueva a tu prima Isabel, pide por mi, para que pueda evangelizar a cada miembro de mi familia con el ejemplo y con la actitud amorosa hacia cada uno de ellos. Que por tu intercesión, también todos los miembros de mi familia podamos ser instrumento de evangelización para todo el mundo.

7. Oración final: Oh Espíritu de Dios….

Citas Biblicas para una conversacion Apologetica

Posted on January 28, 2015 at 10:45 AM Comments comments ()


APOLOGETICA

 

Defendiendo la Fe

1 Pd 3,15

Fil 1,7:

Fil 1, 15-16:

1 Sam 12,7

Sal 119, 46

Mt 10, 16-22

Lc 12, 8-12

Hch 5, 40-42

Hch 18, 9-10

Hch 22, 1; 10-16

1 Cor 9, 22

2 cor 12,19

Col 4:6

2 Tim 2, 23-26

Judas 3

 

La iglesia:

Mt 16,18-19

Mt 13, 24-30

Mt 28, 19-20

Mt 5, 13-16 (luz del mundo)

Lc 10,16

Jn 16,15

Hch 9, 34 (visible en todo tiempo)

1 Cor 12, 27-30

Mt 18, 15-17 (autoridad de iglesia)

Lc 10, 16: (el magisterio)

2 Tes 3, 14-15

1 Tim 3, 14-15

1 Tim 4, 11-16

1 Pd 4, 17

Jn 17, 20-21 (signo de unidad)

Jn 15, 4-5

1 Cor 1, 10

Fil 1, 27-28; 2,2

1 Tim 6, 2-3

Jer 32, 31-35 (Buenos y malos en la iglesia)

Mt 7, 15-23

Mt 10, 1-4

Mt 13, 1-9

Mt 13, 24-30

Mt 26, 69-75

Mc 3, 19

Lc 22, 54-62

Jn 6, 70

Jn 18, 2-4

2 Tim 2, 13

Jn 15, 1-11 (Cuerpo de Cristo)

Hch 9, 1-6

Rom 12, 4-8

1 Cor 12, 12-27

Ef 1, 22-23

Col. 1, 18

Papado:

Mt 10, 2-5 (Pedro mencionado primero)

Mc 3, 16-19

Lc 6, 14-17

Hch 1, 13

Lc 9, 32

Mc 16, 7

Hch 2, 37

Mt 18, 21 (Pedro habla por los otros)

Mc 8, 29

Lc 8, 45; 12,41

Jn 6, 69

Mt 16,13-20 (primacia de Pedro)

Mt 14, 24-33

Mc 16, 7

Lc 5,3 (del bote de Pedro)

Lc 22, 31-32

Lc 24, 33-35

Jn 20, 6

Jn 21, 15-19

Hch 1, 15-26

Hch 3, 1-9

Hch 10, 11

Hch 15, 6-11

Gal 1, 18

 

Tradición:

Lc 1, 1-4 (tradición oral)

Mc 16, 15

Jn 20, 30-31

Jn 21, 25

1 Cor 11, 2

1 Cor 11, 23

1 Cor 15, 1-3

1 Tes 2, 13

2 Tes 2, 15

2 Tes 3, 6

2 Tim 1, 13

2 Tim 2, 2

1 Pd 1, 25

2 Pd 1, 20-21

2 Jn 12

3 Jn 13

Autoridad de Iglesia

Deut 17, 8-13

Mt 16, 18-19

Mt 28, 19-20

Lc 10, 16

Hch 15, 28-29

1 Cor 11,2

1 Tes 2, 13

2 Tes 2, 15

1 Tim 3, 14-15

1 Pd 3, 15-17

2 Pd 1, 20-21; 2,1

2 Pd 5, 1-5

Is 55, 10-11 (palabra de Dios oral)

Lc 3, 2-3

Lc 4, 42- 5,1

Lc 8, 11-15

Jn 1,1 14

Hch 4, 31

1 Tes 2,13

Heb 4,12-13

Heb 11,3

 

Sucesion Apostólica

Hch 1, 15-26

Hch 14,23

Hch 20, 28

1 Cor 12, 27-31

Ef 4, 11

Ef 2, 19-21

1 Tim 3, 1-13

1Tim 4, 13-14

1 Tim 5, 17-22

2 Tim 2, 1-2

Tito 1, 5-9

 

DOCTRINAS:

Hay un solo Dios

Deut 6, 4-5

Is 40, 25-28

Is 41, 4

Is 43, 10

Is 44, 6-8

1 Cron 17, 20

Mc 12, 29

1 Cor 8, 4-6

El Espiritu Santo es Dios:

Jn 14, 16-17

Jn 14, 25-26

Hch 5, 3-4

Hch 13, 2-4

Hch 15, 28-29

Hch 21, 11

Jesucristo es verdadero Dios:

Deut 5, 11

Mt 2, 1-11

Mt 4, 10-11

Jn 1, 1-18

Jn 8, 23-30

Jn 10, 24-42

Jn 20, 26-28

Col 1, 15-20

Tit 2, 11-14

La Trinidad:

Mt 3, 16-17

Mt 28, 18-19

Jn 10, 38

Jn 14, 9-21, 26

Jn 17, 10

1 Tim 2, 5

Los Santos, su Gloria, ejemplo e intercesión:

Rom 2, 9-10

Fil 3, 17-20

1 Tes 1, 6-7

2 Tes 3, 7

Heb 11,36-12, 1

Vida despues de la vida: Cielo e infierno:

Is 33, 11-14

Mt 8, 11-12

Mt 25, 41-43

Mc 9, 41-48

Lc 3, 17

1 Cor 13, 12

2 Cor 12, 1-4

2 Tes 1, 9

Fil 3, 20-21

Apoc 14, 11

Apoc 21 y 22

Purgatorio:

2 Mac 12, 42-46

Mt 12, 32

Lc 12, 58-59

1 Cor 3, 13-15

1 Pd 3, 19

Apc 21, 27

La Virgen Maria:

Gn 3, 15

Gn 5, 24 (asuncion de Enoc)

Ex 25, 10-16

2 Rey 2, 1 y 11-12

Mac 7, 20-23

Mt 1, 18-25

Mt 2, 10-11

Mt 13, 55-56

Mt 27, 56 (Stgo y Jose hijo de Cleofas)

Lc 1, 26-35 and 39-43

Lc 1, 41-44

Lc 41-51 (no otro niño)

Jn 7, 3-4

Jn, 19, 25

Gal 4, 4

Col 2, 17

1 Col 15, 15-47

Heb 1, 1 and 9, 24

Apc 12, 1-8

Pecado original:

Gen 2, 15-17

Gen 3, 8-19

Is 43, 27

Rom 5, 12-19

1 Cor 15, 21-22

Ef 2, 1-3

 

La Gracia y el pecado:

Mt 25, 31-46

Hch 2, 17-18

Hch 4, 31

Rom 1, 5

Tit 3, 5-7

Rom 11, 21-22

Heb 10, 26-31

2 Pd 2, 20-22

Rom 2, 1-13

1 Cor 10, 6-13

1 Cor 6, 9-11

2 Cor 5, 9-10

Gal 5, 13-21

Gal 6, 6-10

Apc 22, 12-15


DOCTRINAS:

Hay un solo Dios

Deut 6, 4-5

Is 40, 25-28

Is 41, 4

Is 43, 10

Is 44, 6-8

1 Cron 17, 20

Mc 12, 29

1 Cor 8, 4-6

El Espiritu Santo es Dios:

 

Jn 14, 16-17

Jn 14, 25-26

Hch 5, 3-4

Hch 13, 2-4

Hch 15, 28-29

Hch 21, 11

Jesucristo es verdadero Dios:

 

Deut 5, 11

Mt 2, 1-11

Mt 4, 10-11

Jn 1, 1-18

Jn 8, 23-30

Jn 10, 24-42

Jn 20, 26-28

Col 1, 15-20

Tit 2, 11-14

La Trinidad:

 

Mt 3, 16-17

Mt 28, 18-19

Jn 10, 38

Jn 14, 9-21, 26

Jn 17, 10

1 Tim 2, 5

Los Santos, su Gloria, ejemplo e intercesión:

Rom 2, 9-10

Fil 3, 17-20

1 Tes 1, 6-7

2 Tes 3, 7

Heb 11,36-12, 1

 

 

 

 

 

Vida despues de la vida: Cielo e infierno:

 

Is 33, 11-14

Mt 8, 11-12

Mt 25, 41-43

Mc 9, 41-48

Lc 3, 17

1 Cor 13, 12

2 Cor 12, 1-4

2 Tes 1, 9

Fil 3, 20-21

Apoc 14, 11

Apoc 21 y 22

Purgatorio:

 

2 Mac 12, 42-46

Mt 12, 32

Lc 12, 58-59

1 Cor 3, 13-15

1 Pd 3, 19

Apc 21, 27

La Virgen Maria:

 

Gn 3, 15

Gn 5, 24 (asuncion de Enoc)

Ex 25, 10-16

2 Rey 2, 1 y 11-12

Mac 7, 20-23

Mt 1, 18-25

Mt 2, 10-11

Mt 13, 55-56

Mt 27, 56 (Stgo y Jose hijo de Cleofas)

Lc 1, 26-35 and 39-43

Lc 1, 41-44

Lc 41-51 (no otro niño)

Jn 7, 3-4

Jn, 19, 25

Gal 4, 4

Col 2, 17

1 Col 15, 15-47

Heb 1, 1 and 9, 24

Apc 12, 1-8

Pecado original:

 

Gen 2, 15-17

Gen 3, 8-19

Is 43, 27

Rom 5, 12-19

1 Cor 15, 21-22

Ef 2, 1-3

 

 

 

 

 

La Gracia y el pecado:

Mt 25, 31-46

Hch 2, 17-18

Hch 4, 31

Rom 1, 5

Tit 3, 5-7

Rom 11, 21-22

Heb 10, 26-31

2 Pd 2, 20-22

Rom 2, 1-13

1 Cor 10, 6-13

1 Cor 6, 9-11

2 Cor 5, 9-10

Gal 5, 13-21

Gal 6, 6-10

Apc 22, 12-15


Los Sacramentos:

 

Gn 1, 31 (todo lo hizo bueno)

Mt 26, 26-28

Mc 6, 13

Mc 8, 22-26

Jn 3, 3-7

Tit 3, 5

1 Pd 3, 20-21

St 5, 13-15

Bautismo:

 

Mt 28, 19

Mc 16, 15-16

Jn 3, 4-5, 22

Hch 16, 30-33

Hch 22, 16

Rom 6, 2-4

Tit 3, 3-7

Bautismo de niños:

 

Gn 17, 1-14

Lc 7, 1-20

Lc 18, 15-17

Hch 2, 37

Hch 16, 15

Hch 16, 27-33

Col 2, 11-15

Confesión de pecados:

 

Mt 9, 1-8

Mt 10, 40

Mt 18, 18-19

Mc 2, 5-12

Jn 20, 22-23

2 Cor 5, 18-20

Lc 10, 16

Stg 5, 16

1Jn 1, 9

1Jn 5, 16-17 (pecados mortales y veniales)

La Eucaristia:

 

Ex 12, 21-28

Mt 26, 26-28

Mc 14, 22-25

Lc 22, 14-20

Jn 1, 28-30

Jn 6, 35-58

1 Cor 10, 16

1 Cor 11, 23-29

El Sacerdocio:

 

Num 18, 6-7

Mt 10, 1 y 16, 16-19

Lc 10, 16

1 Tes 5, 12

Ef 4, 11

1 Tim 4, 14 y 5, 22

2 Tim 1, 6

Tit 1, 5

Stg 5, 14

1 Pd 2, 4-5

1 Pd 5, 1-4

Llamar padres a sacerdotes:

 

Rom 4, 16-17

1 Cor 4, 14-15

1 Tes 2, 11

1 Tim 1, 2

Tit 1, 4

Filem 1, 10

Celibato de sacerdotes:

 

Mt 19, 10-12

1 Cor 7, 32-35

Apc 14, 3-4

Necesidad del sufrimiento:

 

Mt 5, 11-12

Mt 16, 24-26

Rom 8, 17

Col 1, 24

Fil 1, 30

Heb 12, 5-6

1 Pd 1, 6-7

1 Ped 2, 20

1 Pd 3, 13-14

Crucifijos:

 

Mt 16, 24

Lc 23, 381

Cor 1, 17-31

1 Cor 2, 1-2

Gal 2,20 y 3,1 y 5,24 y 6,14

Ef 2, 13-17

Col 1, 19-20

 

 

 

 

Estatuas e imagenes:

 

Ex 20, 3-5

Deut 5, 6-9

Num 21, 8-9

1 Rey 3, 15 y 6, 15-22

1 Jn 3, 14

Col 1, 15

Reliquias:

 

2 Rey 13, 20-21

Mt 14, 34-36

Mc 6, 56

Lc 8, 44

Hch 5, 14-16

Hch 19, 11-12

Diezmo:

 

Hch 2, 45

1 Cor 16, 1-2

2 Cor 9, 5-14

Vana Repetición:

 

Sal 136

Dan 3, 57-88

Mt 6, 7

Mt 26, 39-44

Apc 4, 8-11

Aborto:

 

Is 49, 1-5

Is 44, 2 y 24

Ecl 11, 5

Jer 1, 5

Sab 7, 1-3

Sir 49, 7

Lc 1, 39-44

Homosexualidad:

 

Gen 19, 1-14

Lev 18, 22

Rom 1, 22-32

1 Cor 6, 9-10

1 Tim 1, 10

Tatuajes y perforaciones:

 

Lev 19, 26

LOS DONES DEL ESPIRITU SANTO 1RA PARTE

Posted on January 7, 2015 at 1:55 PM Comments comments ()

Los Dones del Espíritu Santo

Primera parte

 

Notamos en el Nuevo Testamento, que cuando el Espíritu Santo viene a alguien, se queda permanentemente en esa persona que acepta al Señor.

 

Vemos que es por obra del Espíritu Santo, que la Virgen María concibe un Hijo. El Espíritu Santo se hace patente en el Bautismo de Jesucristo y es Él quien mueve y dirige toda la actividad de Jesús.

 

El Profeta Isaías, desde el Antiguo Testamento, había predicho un período mesiánico; el Rey mesiánico es delineado en el capítulo 11 Yahvéh. (En su visión profética, Isaías menciona 7 espíritus o dones que adornarán a ese rey Mesiánico). El cumplimiento de ese anuncio profético, se realiza en Jesucristo, en el cual estos dones se manifiestan a lo largo de toda su vida.

 

“Sobre el reposará el Espíritu de Sabiduría, Entendimiento, Ciencia, Consejo, Fortaleza y Temor de Yahvéh”

 

Ese Espíritu de Yahvéh que reposa sobre Cristo, es el mismo que Jesús, poco antes de su Ascensión a los cielos, promete a sus Apóstoles (Lc. 24:49; Hechos 1:4), promesa cuyo cumplimiento se vió realizada en el día de Pentecostés, (Hch. 2:1 ss). En los Apóstoles y en general en la Comunidad primitiva, esa venida del Espíritu Santo a ellos tuvo un especial carácter de plenitud. La expresión que vemos en la Biblia, es:…”Y fueron llenos del Espíritu Santo”…

 

Es también el mismo Espíritu Santo que vive en nosotros, y que quiere realizar en nuestras almas su obra maestra, que es Jesús. Es Él el que nos santifica, y la santificación consiste en que lleguemos a tener los mismos sentimientos de Cristo, en que nos transformemos en Cristo.

 

Y para realizar esto, el Espíritu Santo tiene esos mismos instrumentos que reposaban sobre Cristo, o sea los dones del Espíritu Santo.

Tenemos que hacer notar algunas diferencias básicas entre estos dones y los dones generalmente llamados carismas, como profecía, lenguas, etc., que es generalmente a los que nos referimos en nuestra Renovación Carismática.

 

1) Los Carismas no son señal de santidad, y ni siquiera de estar en gracia, sino que pueden darse en personas en pecado, como en Caifás (Jn. 11:49-50), y en cambio el desarrollo de los dones en una persona, sí supone un crecimiento espiritual. Claro está que lo frecuente es que también los carismas los otorgue Dios a personas unidas a Él, y además, al servir las personas de instrumentos para que pase a través de ellas el poder de Dios, algo bueno debe quedar en ellas, pero no es así necesariamente.

 

2) No todas las personas tienen todos los carismas necesarios para el crecimiento y

edificación de la Iglesia; en cambio, los 7 dones de que hablamos ahora, son regalos de Dios que a todos se nos dan desde nuestro bautismo, aunque debemos hacerlos crecer; son como semillas que brotan y florecen cuando nos esforzamos en ello, pero el gran teólogo Santo Tomás de Aquino, dice que sin ellos, no podríamos salvarnos.

 

En nuestro bautismo, recibimos todo lo que necesitamos en nuestra vida cristiana:

 

Bautismo (recibimos): Fe, Vida Divina, Dones, Virtudes, Hijo de la Iglesia, Filiación Divina,

borra el Pecado, participación de la muerte y de la Resurrección de Jesús.

 

Al mismo tiempo que los dones, recibimos las virtudes, que son como nuestros instrumentos de trabajo para que después crezcan los dones. Cuando los practicamos y luchamos contra nuestros defectos, el Espíritu Santo se va haciendo cada vez más sensible en nosotros por medio de los dones, hasta llegar a ser guiados casi totalmente por ellos.

 

Por ejemplo: practicando pequeños actos de humildad, como aceptar que nos ignoren o no nos entiendan, etc., nos preparamos a actos de humildad cada vez más grandes, como que se atribuya el mérito de acciones en las cuales hemos puesto todo nuestro empeño a otras personas que tal vez poco o nada han hecho y dar gloria a Dios por ello. Por medio de estos actos de humildad heróica, permitimos al Espíritu Santo trabajar en nosotros con el Don de Temor de Dios.

 

Por eso, aunque es el Espíritu Santo el dueño absoluto de sus dones, podemos nosotros esforzarnos en desarrollarlos por los siguientes medios:

 

1.- Haciendo en nosotros crecer la Caridad, es decir, amando a todos cada vez más.

 

2.- Practicando y desarrollando las otras virtudes. Las virtudes que nos unen a Dios, o sea las

Teologales, son la Fe, la Esperanza, y la Caridad. Las virtudes Morales o Cardinales, llamadas así porque en ellas, como con la brújula, siempre encontramos el buen camino, son Prudencia, que consiste en pensar cuidadosamente lo que debemos hacer o decir en cada situación; Justicia, que es dar a cada uno lo suyo, en todo los aspectos; Fortaleza, que es tener fuerza ante las contrariedades de la vida; Templanza, que es usar lo que nos gusta en forma ordenada. Estas virtudes hacen que nuestros actos con nosotros mismos y con nuestros hermanos, sean mejores. Al practicar estas y otras virtudes, como la humildad, confianza, sacrificio, pobreza, etc., que se consideran generalmente como consejos evangélicos, preparamos el camino para que el Espíritu Santo actúe en nosotros por medio de sus dones.

 

3.- Siendo dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo.

 

4.- Deseándolos y pidiéndolos al Espíritu Santo. No conformándonos con lo que somos

espiritualmente, sino ansiar mayor unión con Dios, mayor limpieza y pureza, ser como

faroles limpios en los que se refleje el Señor. Si los pedimos y quitamos los obstáculos,

el Espíritu Santo nos dará sus dones. (María ora y pide al Espíritu Santo a pesar de que ya

estaba llena de Él desde la anunciación).

 

El Espíritu de Dios, con sus dones, trabaja en nuestras facultades humanas, que son el Entendimiento o Inteligencia, la voluntad, y las facultades inferiores: la sensibilidad, el instinto, las tendencias.

 

La más importante de estas facultades es el entendimiento, porque nos permite conocer todas las cosas, y por eso hay cuatro dones que iluminan o trabajan en esta facultad que son los dones de Sabiduría, Entendimiento, Ciencia y Consejo.

 

 

En nuestra voluntad, actúa el Don de Piedad.

Y en nuestras facultades inferiores, actúan los dones de Fortaleza y de Temor de Dios.

 

Cuando en nuestra vida se han desarrollado ya los Dones del Espíritu Santo, comenzamos a vivir las bendiciones que contienen las bienaventuranzas (Mt. 5:3-10), que son ya en esta vida un anticipo de la felicidad eterna.

 

En el cuadro adjunto, tenemos expuesto y representado este nuestro mundo espiritual, que debemos comenzar cada vez más, para poder conocer mejor la obra del Espíritu Santo en nosotros.

 

En la próxima clase, vamos a ver uno por uno los siete dones, con las virtudes relacionadas con ellos y las bienaventuranzas a que dan origen.

 

En los dones hay una especie de escala por sus diferentes grados de perfección, que comienza con el Don de Temor de Dios y termina con lo más alto con el de Sabiduría, el más excelente de todos, y en ese orden iremos explicándolos.

 

No queremos decir con esto que estos 7 dones sean los únicos que reposaban sobre Cristo y que estén en nosotros, sino que son los que se mencionan en Isaías y a los que Sto. Tomás y la mayoría de los teólogos hacen referencia. En realidad, los dones no podrían numerarse. Jesús estaba lleno de ellos y al vivir en nosotros nos los comunica.

 

 

 

 

LOS DONES DEL ESPIRITU SANTO 2DA PARTE

Posted on January 7, 2015 at 1:45 PM Comments comments ()

Los Dones del Espíritu Santo

Segunda parte

 

1. Don de Temor de Dios

En el Salmo 34:12, leemos: “Venid, hijos, oídme, el Temor de Yahvéh voy a enseñaros”. Es así como comienza en nosotros el trabajo del Espíritu Santo por medio de los dones. Nos enseña el Temor al Señor, que es la veneración de un hijo por su papá, porque Él es bueno, porque dió la vida por nosotros, porque nos perdonó nuestras faltas. No es miedo por el castigo, ya que Dios no es un tirano, sino temor amoroso de que podamos ofender a nuestro Padre. Ese temor nos da equilibrio en todo, el cual produce conformidad, alegría, paz y esperanza de verlo en el cielo, y con esto hace que seamos desprendidos, aún de nuestras opiniones y sentimientos. Este don se relaciona especialmente con la humildad, la esperanza y la templanza. Produce en nosotros horror al pecado, adoración profunda a Dios y desprendimiento de todo. Su bienaventuranza es: “Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos”.

 

La soberbia y el orgullo se oponen totalmente a este don, y nos disponemos a que el Espíritu Santo actúe en nosotros por medio de él, pensando en la grandeza de Dios, tratándole con confianza, y dándonos cuenta de lo triste que es ofenderlo por el pecado.

 

Cadenas del pecado

2. Don de Fortaleza

Nos da fuerza para buscar a Dios: “Yahvéh es mi fuerza” (Isaías 12:2), nos hace constantes para luchar contra nuestras debilidades, nos da fuerza divina, infinita, hasta hacernos decir: “Todo lo puedo en aquel que me conforta” (Fil. 4:13), y eso nos da paz. Nos hace tener hambre y sed de Dios, de santidad, con una invencible confianza que nos hace llegar a las virtudes heróicas, sabiendo que es Dios quien lo hace todo. Su virtud es la fortaleza, que es semejante al don, pero nos deja con cierta ansiedad y temblor por nuestra debilidad, es decir, tiene el modo humano, en lugar del modo divino, que nos da seguridad y confianza. Su bienaventuranza es: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos”, que es;

una hartura de goces espirituales intensísimos con que Dios llena. Los vicios que se le oponen son la flojera, el miedo desordenado, la timidez. (II Tim. 1:7). Se fomenta cumpliendo el deber aunque nos cueste, pidiéndole a Dios nos de su fuerza para llevar la cruz alegremente, con mortificaciones voluntarias y con la Eucaristía, pan de vida y fuerza de Dios. Si no vencemos estas cosas no tendremos el Don de Fortaleza.

 

Holgazanería Miedo tonto

3. Don de Piedad

Simplifica nuestras relaciones con Dios, haciendo que nos sintamos realmente hijos suyos, (Rom. 8:16) y por eso sentimos que los demás son nuestros hermanos. Nos hace entregarnos a Dios y a los demás con generosidad y amor, quitando dificultades en nuestro trato con los otros, haciéndonos mansos y humildes. Sus principales efectos son: gran ternura hacia Dios nuestro Padre, abandonarnos tranquilos en sus brazos, y amar al prójimo como hermano. Su virtud es todo lo que es culto a Dios, o sea la de religión, y la justicia; su bienaventuranza principal es: “Bienaventurados los mansos, porque poseerán la tierra”. Es la bienaventuranza de la dulzura.

 

Impedimos el desarrollo de este don con la dureza de corazón, la incredulidad, impiedad, etc. Se fomenta cultivando el amor de hijos de Dios, y el amor a todas las cosas como pertenecientes a la casa del Padre, con total abandono en brazos de Dios. Además, tratando a todos como hermanos amados, hijos del mismo Padre.

 

4. Don de Consejo

El Espíritu Santo les enseñará todo y les recordará lo que les dije (Jn. 14:26). Este don nos hace entender la voz intima de Dios, ayudándonos a actuar prudentemente, pero con decisiones rápidas, seguras, como si nos asomáramos a la mente divina y allá viésemos cómo debemos portarnos y cómo se deben portar los demás. Corresponde al carisma de discernimiento, pero siendo un hábito en nosotros.

 

“Habla Señor, que tu Siervo escucha” (1 Samuel 3:10). Es el don que más ansían los que gobiernan algo, un país, una Iglesia, una Comunidad. Su virtud es la Prudencia y su bienaventuranza es: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”, porque nos enseña que seremos juzgados como juzguemos a los demás, perdonados como perdonamos, etc.

 

Nos oponemos a él con la precipitación, la temeridad, la confianza en las propias fuerzas. Se fomenta por la humildad, la reflexión, el silencio para escuchar a Dios y nuestra docilidad hacia los que Dios nos pone como superiores.

 

5. Don de Ciencia

Dios condujo al justo por caminos rectos y le mostró el Reino de Dios y le comunicó la Ciencia de los Santos. (Sab. 10:10). Esa ciencia de los santos, es el Don de Ciencia, que nos hace reconocer el verdadero valor de las criaturas. “¿De qué aprovecha ganar todo el mundo si pierde su alma? (Lc. 9:25) Todo lo creado es frágil e inestable, pero nos elevará a Dios si pensamos que fue hecho por El, y que tiene el reflejo de su belleza infinita, Nos impulsa al desprendimiento total, aún de nosotros mismos, a la aceptación de humillaciones y sufrimientos porque nos asemejan a Jesús, despreciándonos a nosotros mismos por nuestra nada y nuestra tendencia al mal, pero sin perder nunca nuestra conciencia de hijos de Dios, lo cual nos da gran dignidad humana y nos lleva a amarnos a nosotros mismos, para así poder amar a los demás como a nosotros. Hay muchos ejemplos entre los santos de cómo actúa este don, como San Francisco de Asís, San Juan de la Cruz, (Mil gracias derramando….) etc. Este don nos enseña a juzgar rectamente, nos guía en lo que debemos creer, nos muestra el estado de nuestra vida espiritual, nos desprende de todo. Sus virtudes son el conocimiento de Dios y la Fe. Su bienaventuranza: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”. Este llanto es por errores y faltas, por los del mundo entero, por los sufrimientos de los hermanos.

 

 

Lo contrario es la ignorancia culpable y la presunción en la ciencia humana. “Gracias te doy, Padre, porque ocultaste estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a los pequeños” (Mat.11:25). Se fomenta considerando la vanidad de las cosas terrenas, relacionando todo con Dios, oponiéndose al espíritu del mundo, procurando la limpieza constante en el corazón, sin faltas voluntarias, pero también quitando el sentimiento de culpabilidad, seguros de la salvación del Señor.

 

6. Don de Entendimiento

Por este don, nuestra inteligencia, por la acción del Espíritu Santo, como que penetra en las verdades reveladas. Es como levantar el velo, como ver lo que ni ojo vio, ni oído oyó, etc. (I Co. 2:9-12). Es como una intuición de las cosas divinas, y aún de las naturales: es el don de la intuición. Se funda en la fe, que es obscura, pero por el don de entendimiento como que se iluminan las cosas divinas, como que podemos separar lo verdadero de lo falso. Comprendemos también lo que los símbolos de la Biblia significan, nos ayuda en la oración hasta llegar a la Contemplación que es la luz de los que aman a Dios. Hay momentos en que entendemos cosas de Dios que antes no habíamos comprendido, y es por el don de Entendimiento. Nos hace conocer a Cristo, que estamos salvados, cómo y por qué, que estamos sellados por el Espíritu Santo, etc. Está íntimamente unido a la virtud de la FE, que por este don llega a ser heroica. Hace que, en cierto modo, podamos ver a Dios, que tengamos el verdadero sentido de Cristo (I Co. 2:16), es decir su pensamiento. Su bienaventuranza es: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”, porque nos limpia la mente y el corazón, quitando las basuras, los errores contra la fe, y hace que entendamos más a Dios.

 

Sus vicios contrarios son ceguera espiritual, y la miopía espiritual, provocados generalmente por la lujuria y la gula, pues nada impide tanto que el entendimiento vuele, como la materialidad excesiva. Se fomenta viviendo de fe, procurando la pureza del alma y cuerpo, con silencio interior, fidelidad a las inspiraciones del Espíritu Santo y llamando con frecuencia a este Divino Espíritu, recordando a Jesús su promesa de enviárnoslo.

 

7. Don de Sabiduría

Este don es el más alto, el que lleva a su perfección la caridad de la cual es inseparable. Nos une a Dios en esa unidad que pidió Jesús: Tú en mí y yo en ellos, para que sean perfectamente uno (Juan 17:23) y esa unidad con Dios nos hace penetrar como por una experiencia íntima, en Dios mismo. Gustad y ver qué bueno es Yahveh (Salmo 34:9). Nos muestra a Dios como la bondad infinita, nos enseña a ver con los ojos del Amado, por los ojos de Dios. Vemos las cosas a lo divino.

 

El don de Sabiduría abarca todas las cosas de la fe, principalmente a Dios mismo; el don de Entendimiento, comienza a enseñarnos la Contemplación, y el de Sabiduría, es el don de la Contemplación, de la oración profunda.

 

Jesús es la Sabiduría del Padre, por el don de Sabiduría nos transforma en Jesús. San Pablo, en II Co. 3:18, nos dice: “Nosotros, contemplando la Gloria de Dios, nos vamos transformando en su misma imagen de claridad en claridad”. Es así, de claridad en claridad, como nos va este don transformando en Jesús y al transformarnos en El, nos da un conocimiento profundo de las cosas divinas. Podemos considerar a este don, como las alas de la vida espiritual; hace que la caridad vuele, quitando mezquindades, prudencias humanas y raquíticas, llevándonos a lo que debe ser normal en la vida cristiana y más que la vida de unión con Dios, de transformación en Cristo.

 

Su virtud, es la Caridad: su bienaventuranza es: “Bienaventurados los pacíficos (o los que trabajan por la paz), porque serán llamados hijos de Dios”, ya que vivir en Dios es tener su paz y transmitirla a los demás, deshaciendo agresiones y violencias.

 

Se oponen a la Sabiduría la necedad espiritual, la lujuria y la ira, la fatuidad, la estupidez voluntaria por sumergirnos en las cosas terrenas, pues nos dice San Pablo: “El hombre naturalmente no comprende las cosas del Espíritu de Dios” (I Co.2:14). Se fomenta por el recogimiento o silencio interior, fidelidad a la gracia o inspiraciones, la humildad, llamar continuamente al Espíritu Santo, procurar ver todo desde el punto de vista de Dios, no apegarse a nada del mundo, ni aún a las cosas espirituales, sino sólo a Dios, disponernos para servir a Dios en la sequedad o en la dulzura, como Él quiere, buscando al Dios de los consuelos, y no los consuelos de Dios.

 

Conclusión

 

Al estudiar los dones, no queremos llenarnos de conocimientos, sino estar conscientes del mundo divino que llevamos dentro, de que bajo el impulso del Espíritu Santo , todo es armonioso,

porque todo es un canto de amor y tiene las dulzuras del amor. Y eso se traduce en alabanza.

 

Pero para entrar en esa armonía de alabanza, hace falta que nuestro corazón esté en cada instante listo para abrirse al Espíritu de Amor, a sus deseos y a su acción; tener corazones dispuestos, almas atentas, dóciles a sus aspiraciones, para que sea nuestro santificador. Si está Él en el centro de nuestras almas, las convertirá en una sola alabanza apasionada y armoniosa: la del amor divino.

 

Y en nuestra Renovación en el Espíritu Santo, debemos gritar, clamar para que toda la Iglesia se entregue a Él, y que movida e impulsada por Él, sea un maravilloso concierto de alabanza a nuestro Dios.

 

 

 

 

 

Los Frutos del Espíritu Santo

 

San Pablo, en Gálatas 5:22, enumera algunos de los Frutos del Espíritu Santo: Caridad, Gozo, Paz, Paciencia, Bondad, etc. Vamos a ver lo que son esos Frutos del Espíritu Santo y cómo podemos hacer que crezcan y se desarrollen en nosotros.

 

El Espíritu Santo produce en nosotros orden espiritual, una ordenación de todo nuestro ser, lo que constituye la santidad; es decir, nos da la madurez y perfección espiritual, que son producidas por los Frutos del Espíritu.

 

Las plantas, cuando han llegado a cierta madurez, dan frutos. En la Escritura se compara el alma con un huerto. Cantares 5:1, dice: Venga mi Amado a su huerto y sáciese con el fruto de los manzanos. El alma es un huerto en el que el Espíritu Santo ha puesto la gracia “semilla divina”, con todas las virtudes y dones, y esa gracia, al madurar, produce los FRUTOS.

 

En el Paraíso, todo era orden y armonía. Nuestros primeros Padres obedecían al Señor y el Espíritu de éste hacía que los frutos se desarrollaran lentamente en ellos. Vino el pecado y esa armonía se rompió. Dios dejó de ser lo único importante para el hombre, el cual decidió, desobedeciendo, hacer su propia voluntad, apartándose de Dios, y entonces, los frutos del Espíritu Santo, ya no pudieron hacerse evidentes.

 

La gracia restablece en nosotros algo de la armonía del Paraíso ordenando nuestro espíritu, nuestros afectos, sujetando de nuevo nuestro ser a Dios. Pero esta obra es generalmente lenta y cada vez que ordenamos una parte de nuestra vida, lo que a veces tiene que ser con ayuda de la reprensión o llamada de atención del Señor, vienen los frutos celestiales. (Heb.12:11)

 

Podemos decir que el FRUTO DEL ESPIRITU SANTO es una acción supernatural en una persona que ha llegado a cierta madurez espiritual, acción que produce un gozo especial.

 

Cuando comenzamos la vida espiritual, generalmente el Señor nos llena de dulzuras para atraernos; luego, cuando le hemos dado el corazón por completo, las va retirando poco a poco de nosotros para que el dolor y la cruz realicen su trabajo de purificación (I Pe. 4:13). Cuando hemos logrado ordenar una parte de nuestra vida por medio de las virtudes, de los dones, de nuestro esfuerzo, entonces vienen los Frutos del Espíritu Santo, que nos preparan para una nueva etapa en la cual tendremos que ordenar otra parte que sigue en desorden. Por eso no se puede deducir el estado de una persona porque goce o porque sufra: el gozo significa que ha dado un paso en la vida espiritual; pero el sufrimiento o la sequedad pueden significar que esté avanzando más todavía. No debemos buscar el gozo, sino a Dios, debemos unirnos a su voluntad, caminar por los caminos que Él nos marque. (Stgo. 1:12).

 

Los Frutos del Espíritu se pueden alcanzar por tres medios principales:

Por la oración, que es la llave que abre los tesoros divinos: Todo lo que pidieres al Padre en mí

nombre, Él os lo concederá (Jn. 16:24). Hay que pedir y desear los frutos porque es el principal medio para alcanzarlos (Jn. 15:16).

Quitando los obstáculos que se oponen a ellos, las acciones que estorban, el apego a las cosas de la tierra, a los vicios, a las riquezas; es preciso que alejemos de nuestra vida todo aquello que nos impide gozar las cosas de Dios, que tiremos todas las barreras entre Él y nosotros. San Pablo en

I Co. 2:14, dice: El hombre animal no percibe las cosas del espíritu de Dios.

Y así es: si estamos dedicados a las cosas de la tierra, nuestro paladar espiritual no puede saborear las cosas naturales, pero siempre y cuando sean lo que Dios quiera para nosotros, siempre que no nos alejen de Él, que no interrumpan nuestra relación con Él (Jn. 15:5).

Es necesario esforzarnos y trabajar. Cada Fruto indica que hemos ordenado espiritualmente una parte de nosotros mismos; nuestra santificación en un proceso de orden; vivir espiritualmente es ordenar nuestros afectos y nuestras acciones. San Agustín decía que la virtud es el orden en el amor. Y ese orden debe existir en nuestros actos, en nuestros pensamientos, en todo; y para lograr eso, necesitamos esfuerzo.

 

Cada etapa de este proceso de orden, tiene por resultado Frutos más o menos maduros del Espíritu Santo, y si queremos alcanzarlos, tenemos que trabajar, unidos al Señor (Fil. 2:13), para adquirir las virtudes; tenemos que permitir que el Señor vaya poco a poco purificando nuestra alma; tenemos que amar más, avanzando en el camino de la perfección. Es decir, que los medios para producir los frutos, son las virtudes y los dones.

Árbol de nuestra vida cristiana.

“La raíz es amor, crece por amor y produce frutos de amor”

 

El primer Fruto que nombra San Pablo es el AMOR. Tenemos que ser conscientes de que no basta hablar de amor. Tenemos que amar verdaderamente al Señor y por Él a todos nuestros hermanos, demostrando con nuestras obras que realmente los amamos. El orden que debemos poner en nuestra alma debe tener por raíz la virtud de la caridad, o sea el amor. El amor; en este orden crece por el amor y se completa por el fruto Amor. El amor es la clave de nuestra vida, por eso San Agustín dijo: “Ama y haz lo que quieras”.

 

La doctrina de Jesús es amor, la vida espiritual es amor; y cuando este amor ha ordenado nuestro corazón brota ese fruto precioso del amor que es el gozo de amar. En Rom. 5:5, leemos, “La Caridad de Dios se ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”. Por eso, podemos decir que el amor es la imagen del Espíritu Santo. Al derramarse en nosotros el Espíritu del Señor por el bautismo en el Espíritu, nos produce una imagen de su hermosura, que es el amor. Y de la madurez de este amor en nosotros, de cultivarlo, dejarlo crecer y desarrollarse, brota el Fruto Amor y de él, el Gozo de amar, después la Paz, y así los demás frutos. (Recordar Gálatas 5:22)

 

Al pensar en los frutos del Espíritu Santo, así como en sus dones, como que se nos abren horizontes en nuestra vida espiritual. Sabemos que tenemos un camino que recorrer, una meta por alcanzar, pero sabemos también que con la mirada fija en el Señor, buscándolo a Él siempre, el Espíritu Divino nos lleva como sostenidos por alas celestiales, y que si nosotros ponemos lo que podamos de nuestra parte, Él pone todo lo necesario para hacernos llegar a la meta, a nuestra transformación en Cristo Jesús.

LOS CARISMAS

Primera parte

 

El Espíritu Santo no solamente santifica y dirige al pueblo de Dios por los sacramentos y los ministerios y lo enriquece con las virtudes, sino que, distribuyéndolos a cada uno según quiere

(1 Co. 12:11), reparte entre los fieles gracias de todo género, aún especiales, con que los dispone y prepara para realizar variedad de obras y de oficios provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia, según aquellas palabras: A cada uno se le otorgan la manifestación del Espíritu para común utilidad (1 Co. 12:7). Estos carismas, tanto los extraordinarios como los más sencillos y comunes, por el hecho de que son muy conformes y útiles a las necesidades de la Iglesia, hay que recibirlos con agradecimiento y consuelo”. (Concilio Vaticano II, Const. Sobre la Iglesia, Cap. 2 No 12).

 

Como vemos, el Concilio nos habla claramente de que para la santificación del pueblo de Dios, para el enriquecimiento de la Iglesia, el Espíritu Santo, además de los sacramentos y de las virtudes, reparte entre los fieles los carismas. La dimensión carismática es el equipamiento que da el Espíritu Santo a la Iglesia para hacerla crecer.

 

La palabra CARISMA significa don gratuito y viene del griego “Karis” que significa gracia. En el Nuevo Testamento se refiere generalmente al primero de los dones, que es el Espíritu Santo mismo que al derramarse en nuestros corazones siembra en ellos la caridad (Rom. 5:5). La presencia del Espíritu Santo en la comunidad se manifiesta a través de dones gratuitos al servicio de la misma comunidad y también de toda la humanidad que por cada asamblea de fieles se encuentra injertada en esa gran comunidad humana.

 

Los carismas son un don personal, que no significa ningún mérito por parte de la persona, con una función social, en orden a la propagación del Reino de Dios. Son una manifestación libre y gratuita del Espíritu Santo en el creyente, a través de él y más allá de sus capacidades o habilidades, habiendo recibido previamente el don del Espíritu, y su finalidad es edificar el cuerpo de Cristo.

 

Los Apóstoles recibieron el Pentecostés, junto con el don del Espíritu, el carisma de lenguas y pudieron así expresar en diferentes idiomas las grandezas de Dios. ´Más tarde vemos que en la primitiva comunidad cristiana, al recibir el don del Espíritu, “oraban en lenguas y profetizaban” (Hechos 19:6). Pablo enumera algunos dones o carismas frecuentes en las reuniones primitivas. También vemos en varios lugares, que Pablo desea y pide al Señor que les dé carismas a las distintas Iglesias. (Ef. 1:16-17) (1 Co. 14:5).

 

Podemos considerar que CARISMAS y MINISTERIOS son el equipo del pueblo de Dios para la edificación del Cuerpo de Cristo.

 

El lugar sobresaliente que ocupaban los carismas en las comunidades primitivas se fue perdiendo con el tiempo, más nunca dejó de existir. Durante la época posterior a la Reforma, la Iglesia Católica defendió la autenticidad de lo carismático y místico contra el desprecio y los ataques de los reformadores. En todas las épocas ha habido personas carismáticas que han tenido gran influencia en la Iglesia en la época en que vivieron y que han dejado su influjo permanente en la espiritualidad.

Hay diferencia en el papel que han desempeñado los carismas en otros tiempos y en el que tienen actualmente en la Renovación en el Espíritu Santo; en otros tiempos se les asociaba a personalidades extraordinarias.

Ejemplo: Carisma de curación

El Señor sanando a un niño por medio de San Juan Bosco.

 

Y ahora se les considera como dones generales y frecuentes en la comunidad y para el provecho de la misma.

Brevemente veamos algunas diferencias que existen entre los carismas o dones extraordinarios del Espíritu Santo y los otros dones.

1. Los carismas son para los demás, no para la persona que los recibe y en cambio los otros

Dones son para la santificación del individuo.

 

2. Los carismas no indican santidad de la persona, sino sirven para ayudar a llevar a otros a la

Santidad. Los otros dones sí indican crecimiento espiritual.

 

3. De lo anterior se deduce que hay una relación estrecha entre carisma y comunidad y los otros

Dones no la requieren necesariamente.

 

4. El carisma es de suyo temporal, se puede tener un día y al otro no; los otros dones tienen

mayor estabilidad en la persona, por ser consecuencia de una mayor unión con Dios.

 

Desde luego podemos considerar que los dones del Espíritu que contribuyen a la santificación personal son de mayor importancia que los carismas, porque el propósito de los dones y gracias del Espíritu Santo es siempre la mayor unión del hombre con Dios. Por consiguiente, no debemos darle una importancia exagerada a los carismas, sino que debemos estar mucho más pendientes de nuestra santificación que de profetizar, alabar en lenguas, etc. pues si no lo hacemos así, dejaríamos de preocuparnos por nuestro verdadero acercamiento a Dios.

San Juan de la Cruz reconoce el valor de los carismas; que vienen de Dios y que Él nos los da para servir a los demás; que Él puede instruirnos por medio de visiones y otras formas carismáticas, pero advierte del peligro que pueden tener de hacer que quedemos expuestos a engaños del enemigo o de la propia imaginación, de que seamos tentados por la vanagloria, de que nos apeguemos demasiado a ellos, etc. (Subida al monte Carmelo, libro No. 3, cap. 29,31).

No podemos negar que este peligro es real y puede ser el que ha causado tantos ataques y dudas hacia la Renovación. Pero también estas reacciones pueden ser causadas sencillamente porque ya no estábamos acostumbrados a esas experiencias carismáticas que Dios está permitiendo ahora, nada más porque ÉL quiere.

 

 

 

San Pablo, en 1 Co. 12:7-11, enumera 9 carismas, que son:

1. Palabra de sabiduría

2. Palabra de ciencia

3. Fe

4. Carisma de Curaciones

5. Operaciones de milagros

6. Profecía

7. Discernimiento de Espíritus

8. Diversidad de lenguas

9. Interpretación de lenguas

El mismo san Pablo nos habla de otros carismas, hasta llegar a unos 30, pero hasta ese número es incompleto, pues la acción del Espíritu Santo se puede presentar con innumerable matices.

 

Los carismas que cada uno posee son personales, nos vienen del Espíritu que nos los da como Él quiere y para lo que Él quiere. San Pablo nos aconseja aspirar a los carismas superiores (apóstol, profeta, y maestro) e inmediatamente después nos indica que ningún carisma sería importante sin la caridad, que es por tanto a la que debemos buscar ante todo, pero aspirando también a los dones espirituales. (1 Co. 12:27, 13, 14:1) Una comunidad será tanto mejor, cuanto más reine en ella el amor y cuanto más se desarrollen entre sus miembros los carismas superiores, no enviando nunca que el Don que está en nosotros es la raíz de todos los dones y se manifiesta cuando y como quiere.

 

Nuestras capacidades naturales algunas veces pueden convertirse en carismas, si las ofrecemos al Señor y le pedimos que las use para su servicio. Por ejemplo. La diferencia entre un maestro carismático y uno que no lo es, se notará en que uno producirá únicamente conocimientos y en cambio el otro llega a los corazones y produce vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LOS CARISMAS

Segunda parte

 

Entre los carismas que pueden presentarse en el pueblo de Dios, manifestando la acción del Espíritu Santo en dicho pueblo, hay algunos que ya sea por la frecuencia con que se presentan, ya porque son fácilmente reconocibles, ya porque son mencionados específicamente en la Palabra del Señor, merecen especial atención.

Entre estos carismas pueden hacerse dos grandes divisiones: los carismas de revelación y de enseñanza, y los carismas de poder.

 

Carismas de Revelación y de Enseñanza

 

Están íntimamente ligados a una frase de Juan el Bautista: “Es preciso que Él crezca y que yo disminuya” (Jn. 3:30). A medida que vamos muriendo a nosotros mismos, a medida que el hombre carnal va desapareciendo, los sentidos espirituales se despiertan y crecen, vamos comprendiendo a Cristo y Él puede cada vez más actuar en nosotros y a través de nosotros.

 

Hay que recordar las palabras de Jesús a Nicodemo: “El que no nazca de lo alto, no puede ver el reino de Dios”, Nacer de lo alto es nacer del Espíritu, es permitir que sea el Espíritu del Señor el que dirija nuestra vida, es comenzar a ver con los ojos de Jesús, sentir con su corazón, percibir y discernir lo que es de Dios y lo que no lo es; en pocas palabras, es irnos transformando poco a poco, minuto a minuto, en otros Cristos. Mientras más se abren y limpian nuestros canales espirituales, más se manifiesta el Espíritu en nosotros.

 

Cuando estamos atentos a su voz, cuando somos dóciles y nos prestamos a ellos, el Espíritu Santo, para enseñar al pueblo lo que Jesús nos enseñó, nos da sus dones de revelación y de enseñanza, dones que tienen como base la fe. Necesitamos la fe para creer en estos dones, para creer que el Señor se nos está manifestando, nos está dando su palabra para los demás, que quiere, por medio de nosotros, que su mensaje llegue a otros. La fe que necesitamos para esto es la FE COMO DON, regalo que el Señor nos hace para creer firmemente en su palabra.

 

Esta fe es parecida a la confianza que Jesús tenía en su Padre. Estaba tan de acuerdo con Él, que sabía con certeza que lo que Él hiciese, su Padre lo respaldaría. Así nosotros necesitamos estar de acuerdo con Jesús, totalmente de acuerdo, tener confianza de que el Espíritu Santo está manifestándose en nosotros o a través nuestro, porque proclamamos su palabra, no la nuestra. Todo esto siempre sujeto al discernimiento de los pastores y de la comunidad en general.

Vamos a tratar de explicar muy brevemente los principales de estos carismas.

 

La palabra de sabiduría

 

Es una revelación al espíritu del creyente mediante la cual éste entiende algo especial de Dios, o bien cuál es su voluntad en determinada cosa o situación. Al recibir esta revelación, si va dirigida a nosotros mismos, la aplicamos a nuestra vida, o bien la damos a conocer a los demás si es para ellos.

Fue palabra de Sabiduría la que tuvo Pedro cuando a la pregunta de Jesús de quien creían que era Él, contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. El mismo Jesús le dijo que eso no se lo había revelado la carne ni la sangre, sino su Padre.

En este pasaje se nota también que un carisma puede no ser permanente, porque instante después esa luz de sabiduría ya no iluminó a Pedro, al no entender éste la misión salvadora de Jesús, y tratar de disuadirlo de su voluntad de tener sufrimiento y llegar a la muerte.

 

No debemos olvidarnos de pedir al Señor constantemente que nos de la sabiduría, para poder entenderlo.

 

La palabra de conocimiento

 

Es estar tan íntimamente unidos a Jesús, conocerlo tan bien, que cuando estamos en determinada situación sabemos si aquello viene de Él o qué es lo que quiere en ese momento. Es un conocimiento de los gustos de Jesús, que podrían explicarse pensando en que cuando dos personas se conocen y se quieren, se han tratado mucho, cada una podría adelantarse a decir lo que la otra desearía o resolvería en determinado momento o circunstancias. Así, unidos a Él como un solo cuerpo, como una sola persona, sabemos lo que Él siente, podemos decir a los demás si tal o cual cosa es de Jesús, si viene de Él, lo cual les evita perder el tiempo, dar vuelta en su camino hacia el Señor. Como esta palabra de Conocimiento viene de Dios, sirve para ayudar y servir a las personas.

 

Discernimiento

 

Este carisma está muy unido al anterior. Nos hace saber si una cosa viene de Dios, del espíritu humano o del enemigo. Debe ser un carisma muy puro, despojado de toda idea premeditada, en una persona que se entrega totalmente al Señor para que sea verdaderamente la luz de Él la que la guíe en las decisiones, pues es muy peligroso que personas que están influenciadas por determinadas ideas, por circunstancias pasadas, por habillas de otros o por cosas parecidas, crean tener el carisma de discernimiento cuando únicamente están siguiendo sus propias ideas preconcebidas.

 

Profecía

 

La profecía es hablar la misma palabra de Dios para los demás. Es un impulso muy fuerte del Señor para dar a otros un mensaje, como si estuviese hablando Cristo mismo.

 

En esto puede mezclarse la imaginación, por lo que debemos ser muy humildes y dejar que la Comunidad juzgue por medio del discernimiento, cuándo es realmente palabra del Señor y cuándo somos nosotros mismos reflejando algo que deseamos que sea como nosotros pensamos. “Los espíritus de los profetas están sometidos a los profetas, pues Dios no es un Dios de confusión sino de paz” (1 Co. 14:32-33)

 

Cuando este carisma no es muy claro y estamos conscientes de que se puede mezclar algo nuestro en lo que decimos, podemos comenzar con: “Me parece que el Señor dice…” Cuando estamos totalmente seguros porque la luz del Señor es muy intensa, entonces decimos “Esto dice el Señor…”

 

El profeta tiene que tener preparación especial para abrir canales a la profecía. Así lo vemos en el Antiguo Testamento en Jeremías, Ezequiel, Jonás… Después de esta preparación especial, viene la proclamación del mensaje.

 

Para estar seguros de que una profecía es real, debe haber varios elementos: en primer lugar, el envío del Señor. Obediencia y aceptación de la persona enviada, dejándose usar del Señor para proclamar su palabra; pureza de motivo, desapareciendo ella misma para que no se mezclen intereses humanos en la palabra del Señor, y humildad. En esta humildad es en la que debe consistir principalmente la preparación de una persona que nota que el Señor quiere usarlo en profecía.

 

Lenguas

 

El carisma de Mensaje en Lenguas e Interpretación del mismo, puede ser considerado como una profecía por medio de dos personas. Cuando el Señor da a alguien el impulso fuerte de clamar un mensaje en lenguas, siempre da a otra persona la interpretación del mismo, o de una parte, y otra, del resto del mensaje. Si en la asamblea no hay interpretación, puede presumirse que el mensaje no vino del Señor.

 

El Hablar en lenguas es tal vez el carisma más frecuente en la Renovación en el Espíritu Santo; sirve para la propia edificación, es un don de oración, en ocasiones sirve para reforzar nuestras peticiones a Dios, pues al no saber orar como conviene, es el Espíritu dentro de nosotros alabando a Dios, pidiendo lo necesario, etc.

 

Cuando se nota en una Comunidad que el Señor quiere usar a una persona para proclamar la palabra de Dios en alguna forma, hay que estar atentos a lo que el Espíritu Santo quiere de ella, pues debe ser Él el que indique a quién quiere usar para Enseñanza. Podemos considerar como una señal clara de esta elección del Espíritu el que la enseñanza ya sea vida en la persona, que ya sea experiencia propia lo que se va a dar a los demás. Se recibe del Espíritu y se da a los hermanos.

 

Por eso la enseñanza no puede ser rígida; cuando ya se confía en la persona que enseña, ésta debe estar abierta para recibir en la oración lo que el Espíritu Santo tiene para el grupo, que regularmente será en la línea de lo que debe enseñar ese día. Esa enseñanza del Señor puede ser también en el instante mismo en que se está enseñando, y lo mismo puede decirse respecto a las personas que preparan las clases que otros deben enseñar. Se recibe agua viva del Señor y esa agua, como río, debe salir hacia fuera para entregarse a los demás, a todos, no solamente a unos cuantos sino a todos los que deseen recibirla.

 

Carisma de Poder.

 

Los llamados carismas de poder, aunque siempre tienen en el fondo una revelación del Señor que impulsa a la persona a obrar, como se manifiestan en forma más abierta el poder de Dios, son principalmente los carismas de curación y las obras de milagros. Vamos a tratar brevemente de estos carismas, pues hay libros muy conocidos y artículos relacionado con esto que pueden servir a la persona que tenga especial interés en aprender más en este terreno.

 

Carisma de Curación.

 

Consiste en que Dios usa a una persona como instrumento suyo para curar alguna enfermedades o trastorno de una persona aplicando en esto su poder, que se manifiesta tanto más, cuanto más rápida es esa curación.

 

Hay distintas clases de curación: curación física, curación interior y liberación de espíritus malos, y parece que el Señor da una cierta especialización a las personas en estos tres tipos de curación aunque de hecho sea el mismo carisma, especialización que se va descubriendo y confirmando poco a poco, a medida que se nota la respuesta del Señor a la oración de la persona.

 

No se debe confundir la oración por curación con el carisma de curación. La primera es una petición a Dios, en el nombre de Jesús, en la unidad del Espíritu Santo, para que sane a la persona. El carisma es una oración inspirada que más bien es un mandato: “En el nombre de Jesús queda curado”... En este caso la persona conoce de manera misteriosa la mente de Dios y puede hablar en su nombre, como si estuviera con Dios y hablara por Él, en lugar de Él.

 

Cuando estas Curaciones se hacen con derroche de poder de Dios, como por ejemplo Curaciones instantáneas, resucitar a alguien, cosas humanamente imposibles como que aparezcan huesos, órganos o algo semejante, se consideran OBRAS DE PODER, y lo mismo puede decirse de los milagros espirituales.

 

Curación Física

 

La curación física es un carisma que generalmente acompaña al evangelista, según la promesa del Señor: “Impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien” (Mc. 1618).

Las personas que han sentido este carisma, experimentan que no es algo que ya antes habían pensado hacer, sino que es un impulso del Espíritu, ya sea porque le traigan especialmente al enfermo, ya porque sean enviados hacia algún otro. La persona solamente necesita estar disponible, pues es Jesús el que se manifiesta curando. Cuando en alguna ocasión, al pedir al Señor que cure a alguien, obtenemos respuesta y la persona queda curada, debemos pedirle que nos indique si quiere usarnos como instrumento, y cuando el caso se presente, pedir que nos haga sentir qué quiere para aquella persona, olvidarnos de nosotros, unirnos a Jesús, imponer las manos y orar. Cuando no viene claro el impulso de orar por curación, hacer una simple oración, pidiendo al Señor nos use como canal e instrumento de su amor. Después de un rato de orar, podemos sentir la energía curativa de Jesús y si es así, podemos ordenar la curación.

 

Debemos estar siempre conscientes de que somos únicamente instrumentos del Señor que puede usar o no según quiera. Si la comunidad se da cuenta que el Señor está usando con frecuencia a alguien en especial, debe considerarla con el ministerio de curación, pero teniendo cuidado de orar por la persona, para que sea humilde instrumento del Señor, y de hacerla pensar con frecuencia que el Señor es el dueño del carisma y puede dárselo a cualquier otra persona en el momento que desee.

 

Curación Interior

 

Este carisma consiste en que el Señor, quiere utilizar a determinada persona para ayudar a otra sanando en el interior, curándola de todas las memorias que la inquietan y le quitan la paz, aún de aquellas de las que la misma persona no se daba cuenta que la lastimaban.

 

Como la curación física, la curación interior puede ser lenta o instantánea. Cuando es lenta, el Espíritu Santo va iluminando alguna parte de la persona y curando esa parte; después va haciendo lo mismo con otras partes, quitando complejos, odios, rencores, anormalidades, amarguras.

 

La persona que usa el Señor para esta curación interna, reconoce su incapacidad, sabe que nada depende de ella, que todo es obra de Jesús, el cual generalmente le hace sentir un amor muy grande por la otra persona. Esta, poco a poco, abre ante ella su interior y le deja ver hasta lo más profundo y la luz del Espíritu Santo hace que comprenda la raíz del problema. Hay ocasiones en que la persona no se abre, y en esos casos el Espíritu Santo puede darle un conocimiento especial, por el cual “sabe” en qué consiste el problema; esto puede ser por medio de visiones, o por luz de conocimiento, o por frases o palabras especiales que al ser dichas a la persona hacen que esta rompa la barrera y recuerde cosas que la turbaron en su infancia o en cualquier otra época, que la animen a dejar ver su interior o al menos a reconocer ella misma para poder así ser curada.

 

Esta curación va a las causas profundas, no a los síntomas ni a los efectos, los cuales pueden seguir manifestándose algún tiempo.

La persona que tiene el ministerio de curación interior, debe tener en ella el amor y la delicadeza de Jesús para no producir heridas en lugar de sanarlas, una prudencia y tino exquisitos y sobre todo una gran docilidad al Espíritu Santo, no confundiendo este carisma con una curación sicológica, pues sin estas condiciones, puede ocasionar graves daños en lugar de curación.

 

Liberación de Espíritus Malos

 

Este carisma consiste en un discernimiento profundo por el cual sabemos que un espíritu maligno está ocasionando daño a otra persona y es un impulso fuerte del Señor para orar implorando la liberación de ese daño y ordenar al espíritu malo que se aleje para siempre de la persona. Todo esto se hace en el nombre de Jesús y por su autoridad.

 

No entramos en más detalles acerca de este carisma, por considerar que en general sólo deben ejercitarlo personas debidamente instruida, capacitadas y autorizadas.

 

El carisma de milagros

 

Consiste en sentir a tal grado el poder de Jesús, tener tal seguridad de que Él quiere actuar en ese preciso momento, que se puede pedir algo que está contra todas las leyes naturales, incluso ordenar a los elementos. “Yo os aseguro que quien diga a este monte: quítate y arrójate al mar y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá” (Mc. 11:22-23) Este carisma es el que actúa también en la resurrección de un muerto, en la bilocación, etc.

 

Los carismas son manifestaciones del Espíritu, y aunque éste es libre de manifestarse donde quiera, debemos procurar ser canales limpios, dóciles, disponibles, estar atentos a lo que Él quiera de nosotros, pedirle nos indique qué cosas nuestras están estorbando su acción, qué necesite quebrantar y dominar de nuestra carne y prestarnos a ello, para ser como barro en sus manos de alfarero, para que la comunicación entre Él y nosotros se establezca más fácil y constantemente para servir a los demás.

 

Nota: Algunos escritores contemporáneos no aceptan ninguna distinción entre los carismas y los otros dones del Espíritu; pero hemos preferido seguir en estas clases lo que la mayoría de los teólogos sostienen.

 

MINISTERIOS

El carisma, como veíamos antes, puede ser temporal en una persona, puede manifestarse en ella hasta una sola vez. Cuando parece que el Espíritu Santo ya escogió ese canal habitualmente en la Comunidad para manifestarse mediante determinado carisma, se considera que la persona puede tener el “ministerio”.

 

Los ministerios deben de ser reconocidos por la Comunidad, aceptados por los pastores de la misma y pueden ser consagrados por algún tiempo. Después de un tiempo de observar que el Espíritu Santo usa a alguien en algún carisma, se le pueden imponer las manos, orar por ella en forma especial, ungirla con aceite o cosas semejantes con el objeto de hacer a la persona consciente de la responsabilidad que tiene, haciéndola recordar que el Señor puede quitarle ese carisma en el instante que quiera.

Así como el carisma no es señal de mejoría espiritual, el ministerio sí debe serlo. La persona debe reformarse en crecer en debilidad total hacia Dios, lo cual la llevará a una mayor unión con Él.

 

CARISMAS Y MINISTERIOS EN EL CUERPO MĺSTICO

Nadie puede decir que Jesús es el Señor, si no es movido por el Espíritu Santo. El señorío de Cristo es la base de todos los carismas y de todos los dones; que Él sea realmente el Señor de nuestra vida, que Él pueda utilizarnos como quiera.

Cada uno de nosotros es célula del Cuerpo de Cristo, fecundada por el Espíritu Santo y a partir de esta fecundación, poco a poco se comienza a notar cuál es su función dentro del cuerpo. En un principio no es muy claro el impulso del Espíritu en nosotros, pero si somos dóciles será cada vez más fuerte y nos señalará nuestro puesto. El impulso puede ser ocasional (carisma) o frecuentemente en un mismo orden (ministerio)

Si todavía no sabemos que función tenemos en el cuerpo místico de Cristo, debemos pedir al Espíritu Santo que nos lo revele. Es importante no dejarnos llevar por la sensibilidad, por lo que nos gusta, sino estar en absoluta docilidad al Espíritu. Si le entregamos nuestra vida, si permanece os atentos a sus inspiraciones abriéndole nuestra voluntad, nos irá indicando lo que quiere de nosotros, en qué quiere que le sirvamos, cómo podemos ser útiles. Si somos dóciles, y a la medida de nuestra respuesta nos irá utilizando una vez más y entenderemos con mayor claridad lo que desea de nosotros.

Los carismas y los ministerios son para la Comunidad. Para el Cuerpo de Cristo; son los instrumentos que el Espíritu Santo nos da para servir a ese cuerpo, y aunque todos somos necesarios, es Él el que debe indicar qué parte somos cada uno. El papel de cada uno es importante y único, pero puede ser un papel que no nos gusta, que no es el que queremos y entonces hacemos resistencia pero si con corazón y voluntad abiertos nos entregamos a Él, poco a poco nos estableceremos en nuestro lugar, que lo será por el momento, mientras Él así lo quiera, y debemos quedar siempre abiertos para que nos cambie en cualquier instante.

No somos células aisladas, unas serviremos para alimentar el Cuerpo, otras para defenderlo, otras para limpiarlo, pero todas útiles guiadas por Cristo, Cabeza de nuestro cuerpo Místico y por sus representantes, las cabezas visible de la Iglesia. Tenemos que pedir al Señor mucha humildad, despojarnos de nuestro YO, para que podamos colocarnos bien en el cuerpo, reflejada la Gloria del Señor, transformándonos en esa misma imagen, cada vez más gloriosa, conforme a la acción del Señor, que es Espíritu (2 Co. 3:18)

Cuando haya duda en las mociones del Espíritu Santo, debemos pedir la guía espiritual, especialmente del sacerdote confeso o Director Espiritual y cuando esto no sea posible, al menos a los líderes inmediatos de la Comunidad, recordando que el que manda puede equivocarse, pero el que obedece a quien debe, no se equivoca nunca.

 

LA NUEVA ERA EL VIRUS ESPIRITUAL DE NUESTRO TIEMPO

Posted on February 9, 2014 at 9:20 PM Comments comments ()

LA NUEVA ERA:

 

 

Fue profetizada por Cristo:

 

“Apareceran falsos profetas, que engañarán a mucha gente, y tanta será la maldad, que el amor se enfriará en muchos.” (Mt 24, 11-12)

 

“Entonces, si alguien les dice: Miren, el Mesías esta aqui o esta alla, no le crean. Porque se presentarán falsos mesias y falsos profetas, que harán cosas maravillosas y prodigios capaces de engañar, si fuera posible, aun a los elegidos de Dios. Miren que yo se lo he adverdido de antemano.” (Mt 24, 23-25 ; Mc 13, 21-23 y Lc 21, 8)

 

Profetizada por San Pedro:

 

“Habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán herejías perniciosas, negando al Maestro que nos salvó…Muchos los escucharán y por causa de ellos sera desprestigiado el Camino de la Verdad…Llevados por su avaricia, os explotarán con palabras engañosas…” (2Pd 2, 1-3)

 

Y San Pablo:

 

“El Espíritu nos dice claramente que en los ultimos tiempos algunos renegarán de la fé para seguir espíritus seductores y doctrinas diabólicas. Apareceran hombres mentirosos con la conciencia marcada con la señal de los infames.” (1 Tim 4, 1-2)

 

“Has de saber que en los ultimos dias vendran momentos difíciles; los hombres seran egoistas, amantes del dinero, farsantes…ostentaran apariencia de piedad pero rechazarán sus exigencias…que siempre estan aprendiendo y nunca llegan al conocimiento de la verdad...no irán lejos pues su locura sera desenmascarada a la vista de todos…” (2Tim 3, 1-2; 5; 7 y 9).

 

 

Profetizada en el Libro de Apocalipsis:

 

“Abrió, pues, el pozo del abismo, y del pozo subió una humareda como la de un horno inmenso que oscureció el sol y el aire…Tienen un rey, el angel del Abismo, que en hebreo se llama Abadón, y en griego, Apolión.” (Apoc 9, 2 y 11)

 

“Pero los sobrevivientes, los que no fueron exterminados por estas plagas, no renunciaron a sus prácticas: continuaron adorando a los demonios…” (Apoc 9, 20)

 

“Se le concedió hablar en un tono altanero que desafiaba a Dios, y se le concedió ejercer su poder durante cuarenta y dos meses. Abrió, pues, su boca para insultar a Dios, insultar su Nombre y su santuario, es decir, a los que habitan en el cielo.” (Apoc 13, 5-6)

 

 

Profetizada por la Virgen María en La Salette:

 

“Los malos libros abundarán en la tierra y los espíritus de las tinieblas extenderán por todas partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio de Dios y obtendrán un poder extraordinario sobre la naturaleza: habrá iglesias para servir a esos espíritus. Algunas personas serán transportadas de un lugar a otro por esos espíritus malvados, incluso sacerdotes, por no seguir el buen espíritu del Evangelio, que es espíritu de humildad, de caridad y de celo por la gloria de Dios.”

 

“Dado el olvido de la santa fe de Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes.”

 

“Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, al ateísmo, al espiritismo y a toda clase de vicios.”

 

Presentado en el Catecismo de la Iglesia Católica:

 

“Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el ‘Misterio de iniquidad’ bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a si mismo colocándose en el lugar de Dios y de Su Mesias venido en la carne.” (CIC # 675)

 

¿Qué es la Nueva Era (New Age)?

 

Es un movimiento seudo-espiritual que abarca una amplia variedad de creencias desde un falso cientificismo hasta esoterismo y ocultismo.

 

No tiene una doctrina definida, ni un libro único básico. No tiene un líder único, ni una estructura especifica. Este movimiento es amorfo, variable y voluble .

 

Puede mutar de una época a otra y de una región a otra según el gusto del consumidor por lo cual se hace difícil de inventariar los elementos que la contienen.

 

Bajo el falso presupuesto de respetar todas las creencias destruyen la Fe de las grandes religiones establecidas.

 

 

Pilares básicos de la Nueva Era:

 

*Paganismo

*Espiritismo

*Gnosticismo

*Masonería

*Teosofía

 

 

Origen de la Nueva Era:

 

La Nueva Era tiene su origen en la “Sociedad Teosáfica” fundada en 1875 en Nueva York por la rusa Helena Blavatsky quien era una espiritista que dice recibió sus conocimientos de “maestros ascendidos”.

 

La teosofía es la creencia de que se puede obtener un conocimiento místico directo de la “divinidad” a traves de prácticas esotéricas y ocultistas.

 

Annie Besant sucedió a Blavatsky y en 1929 presentó al mundo un Nuevo “mesias” el hindu Krisnamurti quien luego se separó de ellos.

 

Alice Bailey, inglesa residente en E.U.A. fue la tercera presidenta. Fue considerada como la “suma sacerdotiza” de la sociedad. Ella funda el Lucis Trust luego de recibir mensajes de sabiduría por “escritura automatica” de un cierto “maestro” ya fallecido. A ella se le dió el plan de la Nueva Era que incluye un gobierno mundial y una sola religión mundial.

 

La Masonería y la Nueva Era:

 

La Teosofía comenzó con los masones y fue auspiciada por estos. Pero que es la Masonería?

 

La Masonería es una sociedad secreta de caracter esóterico y ocultista fundada en Francia que persigue la destrucción de la fe Cristiana: la Iglesia Católica y las denominaciones cristianas.

 

Asimismo persigue la destrucción de todos los principios y normas que tengan raíces en el cristianismo para introducir una religión y civilización pagana.

 

Helena Blavatsky estuvo vinculada con Allan Kardek, masón y espiritista. Ella funda su Sociedad junto a otros masones como Charles Sotheran jefe de la masonería de E.U. y otros masones .

 

El boletín que distribuyen los masones se llama “New Age” y sus metas son tambien lograr una religión y un gobierno mundial.

 

Metas de la Nueva Era

 

1) Llevar al hombre a considerarse capaz de desarrollar poderes que no tiene y que no vienen de Dios y a conseguir por si mismo la salud, la paz, la fraternidad…

 

2) Glorificar al hombre hasta hacerle creer que puede llegar a ser como Dios.

3) Llevar a la humanidad a una sola religión mundial, una sola cultura, un solo Sistema económico y un solo gobierno mundial.

 

4) Preparar a la humanidad para aceptar a un Nuevo “Mesías” que sustituya al mesías de los cristianos.

 

5) Poner el mundo a adorar a Lucifer.

 

 

Fachadas con que se presenta la Nueva Era

 

1) Aparente aceptación de todas las religiones para introducir las personas al paganismo debilitando sus creencias cristianas.

 

2) Busqueda de la salud curando por el uso de una supuesta “Energía Universal” y la “Meditación Transcendental”

 

3) Búsqueda de la protección ambiental y el ecologismo para introducir la gente al panteismo (creer que la naturaleza es Dios)

 

4) Falso uso de términos cristianos para engañar y confundir a los creyentes utilizan pasajes de la Biblia y rituales similares a los Católicos.

 

5) Dar apariencia de científico a lo ocultista (parasicología, cientología).

 

6) Presenta el espiritismo como “canalización” y a los demonios que ellos contactan se le llaman “angeles”, “extraterrestres”, “maestros ascendidos”.

 

Proceso de penetración de la Nueva Era

 

1ra Etapa: Iglesia No-Cristo Si: se introducen las sectas de origen Cristiano desacreditando la Iglesia Católica y a los sacerdotes. “Yo creo en Cristo pero no creo en la Iglesia o en los curas”

 

2da Etapa: Cristo No-Dios Si: Etapa de invasión de la religiosidad oriental y los Gurues orientales invitando a dejar atrás a las religiones cristianas.

3ra Etapa: Dios No-Religión Si: se introducen movimientos de “desarrollo del potencial ilimitado del ser humano” en los que se convierten en cuasi religiosos ideas y planteamientos de pensadores seculares.

 

4ta Etapa: Religion No-Sacro Si: se promueven creencias y prácticas de ocultismo que se presentan como sagradas. Incluye hasta el satanismo.

 

 

Ideologías dentro de la Nueva Era: Espiritismo

 

ESPIRITISMO: es la comunicación con espíritus malignos (angeles caídos y almas condenadas) para conocer cosas ocultas y recibir instrucciones de estos. Se le ha bautizado con un Nuevo nombre: “canalización” o “espiritualismo” pero es la misma vieja práctica condenada por la Biblia en Deuteronomio 18, 9-12.

 

La Iglesia nos dice que los mensajes provenientes de estas prácticas espiritistas no provienen del Espiritu de Dios, ni de Sus Angeles, ni de las almas de la Iglesia Triunfante y ni siquiera de las almas en proceso de purificación.

 

Los mensajes pueden ser dados de forma que parezcan inofensivos, espirituales o positivos pero provienen del padre de la mentira.

 

 Panteísmo

 

*TODO ES DIOS: el hombre es parte de Dios.

 

*Dios y el mundo son en última instancia idénticos

 

*Dios es la energía del universo

 

*Se presenta a Dios no como un ser con personalidad, no es un Dios personal, no es un Dios persona.

 

*La consecuecia de este pensamiento es creer que yo tambien soy dios o puedo llegar a ser dios. (los gurus sostienen que ellos son dioses)

 

*Tambien sostiene la idea de que Dios incluye bueno y lo malo.

 

 Monismo y Sincretismo, Ocultismo y esoterismo.

 

MONISMO: Todo es uno. Todo es una misma cosa. No existe una distinción final entre Dios y el hombre, entre el Creador y la creación.

 

SINCRETISMO: fusión de diferentes formas de creencia y prácticas religiosas. Igualación de todas las religiones. Pretende que todas pueden ser una sola. Pone la Biblia como uno mas entre muchos libros “sagrados” y a Jesús como un profeta más, igual a Buda, Mahoma, Laotse, Krisnamurti.

 

OCULTISMO Y ESOTERISMO: conjunto de prácticas escondidas o secretas mediante las cuales se pretende llegar a la divinización de uno mismo.

 

 

 Gnosticismo, Rosacrucismo y Neo-paganismo

 

GNOSTICISMO: es una herejía del siglo I que ha persistido hasta nuestros dias. Se basa en ensenanzas y prácticas secretas mediante las cuales la persona pretende llegar al conocimiento (gnosis) de la esencia misma de la divinidad a traves de prácticas mágicas y ocultas.

 

ROSACRUCISMO: es una sociedad ocultista que viene desde el siglo XVII con intercalación con la Masonería. Creen en un ser supremo de quien ellos afirman que son parte.

 

NEO-PAGANISMO: Revalorización e incorporación de numerosas doctrinas paganas en las que principalmente se considera a Dios como una Fuerza Superior (masculina y femenina) inmanente a la creación, formando parte de esta y no independiente de ella: no como creador, como ser supremo.

 

 Relativismo moral, práctico y subjetivismo

 

RELATIVISMO MORAL: es la negación de las premisas sobre las cuales descansa la ley moral, llegando al extremo de afirmar que Dios incluye tanto el bien como el mal. No hay diferencia entre el bien y el mal, entre vicio y virtud. Todo depende de la opinión de cada persona. Es Bueno lo que a cada quien le plazca. No hacen distinción entre lo divino y lo demoníaco. Consideran como artificial los conceptos del bien y del mal.

 

El SUBJETIVISMO: es una negación de la realidad. Nos plantea que cada cual puede crear su propia realidad, que no hay una sola verdad sino que cada uno posee la suya.

 

 Quietismo y Reencarnacionismo

 

QUIETISMO: La búsqueda de una extrema pasividad espiritual que tiende a la destrucción del ser humano a traves de una supuesta absorción por la divinidad. Es la raiz del Budismo, cuyo ideal es el estado del “nirvana”, en el cual ya el hombre no tiene deseo, ni pasión, ni ilusión por el mundo exterior.

 

REENCARNACIONISMO: viene del paganismo oriental y tiene la creencia de que el alma de cada ser humano despues de su muerte regresa a la tierra y comienza a vivir de nuevo en otro cuerpo. Se cree que esto sucede todas las veces que sea necesario hasta que pueda superar el “karma” o sea el efecto de las malas acciones de la persona que tiene que pagar en su propia vida o en vida sucesivas.

 

El ciclo reencarnatorio es llamado “samsara” y puede concluir cuando se llega al desprendimiento total de este, creyendo que asi se logra la auto-divinización. Contradice lo que dice en Heb 9, 27 que habla de una sola vida, una sola muerte y despues el juicio.

 

Religiones dentro de la Nueva Era: Hinduismo

 

HINDUISMO: es una religion politeísta, panteísta, monista, quietista, relativista. La unica realidad en el universo es la divinidad (Brahman) todo lo demás es ilusión y realmente no existe. Se llega a la iluminación, a la auto-divinizacion, mediante el Yoga que tiene como finalidad alterar la conciencia para obtener niveles más elevados.

 

Todos los tipos de ejercicios yoga son dirigidos a crear un vacío interior para hacer conciencia de la propia divinización.

 

Tipos de Yoga: Jnana Yoga (del conocimiento); Bhakti Yoga (del amor); Karma Yoga (del trabajo y esfuerzo), el Hatha Yoga (de ejercicios), Japa Yoga (de repeticion de mantras que invocan a divinidades hindues o espiritus malignos); Kundalini o Laya Yoga (para curaciones por energia universal; Tantra Yoga (ligado a la magia sexual).

 

Estrategia de los Gurúes:

 

En 1966 los Gurúes hindúes convinieron en exportar el Paganismo Oriental a Occidente y trazaron la estrategia para lograrlo.

 

El Maharishi Hahesh Yogui (promotor de la Meditación Transcendental) convirtió su movimiento llamado “Regeneración Espiritual” en el de “Ciencia de la Inteligencia Creativa” vendiendo su método religioso como un asunto científico.

 

Su ritual de iniciación es abiertamente pagano-idolátrico, pues se rinde culto a una deidad hindu y el “mantra” que se le da al alumno es el nombre de una de esas deidades.

 

 Budismo y Taoísmo-Zen

 

El BUDISMO: es una nueva forma de religiosidad pagana oriental proveniente del Hinduísmo, pues según la leyenda, Buda, antes de llegar a la iluminación, fue un errante monje hinduísta.

 

Propia del Budismo es la teoría reencarnacionista de que la existencia es un continuo ciclo de muerte y reencarnación y que mientras la persona se mantiene en ese ciclo, no puede liberarse del sufrimiento (karma), por lo cual hay que buscar el estado de felicidad y paz total (nirvana).

 

El Zen es una forma de Budismo, cuya meta es llegar a un estado de conciencia en el cual “todo es uno” (monismo). El Zen ha sido influenciado por el Taoísmo (religión de la China) del cual toma el principio y el simbolo del “yin - yang” o conciliación de contrarios pues todos los opuestos son símbolos de la unidad final (tao).

 

 

 

 Materialismo, Hedonismo y Holismo.

 

El móvil subyacente de la Nueva Era es eminentemente materialista (no de Dios) y Hedonista (que busca el placer por sobre todo). Se considera que la meta suprema del hombre es la satisfacción personal y el éxito.

 

Holismo: que viene del griego “Holos” significa total. Todo esta interconectado. Todas las cosas son interdependientes y deben ser consideradas integralmente o holísticamente. Esto se aplica principalmente a la salud.

 

Por medio de este enfoque se busca la integración de todas las religiones y, por supuesto, la integración de todas las doctrinas de la Nueva Era.

 

 

Doctrina Católica Vs Nueva Era: El concepto de Dios:

 

-Para los cátolicos Dios es un Ser Supremos, Creador y Señor del universo, infinitamente Bueno, todo Amor y Misericordia…

-Para la Nueva Era dios es una energia que vibra en todo el universo. Es una fuerza impersonal, es la energia en que consiste todo el universo. Ese dios no puede amar, no es santo, no puede pensar ni ser misericordioso. Esta “Fuerza” incluye el aspecto masculino y femenino, siendo el femenino el preponderante (Gaia, la Madre Tierra)

 

 

Doctrina Católica Vs Nueva Era: ¿Quién es Jesucristo?:

 

-Para los católicos, Jesucristo es Dios, Redentor, Hijo de Dios hecho hombre como nosotros por Amor infinito para salvarnos de la muerte y del pecado. Creemos que Jesucristo volverá en Gloria para juzgar los vivos y los muertos.

-Para la Nueva Era Jesús era un profeta igual a Buda, Mahoma, Laotse entre otros. Llegan algunos a considerarlo un como un “maestro iluminado” que se dio cuenta de que era un dios como lo puede ser cualquiera. Ellos no creen que Jesús volverá a juzgarnos sino que vendrá a ayudar a la humanidad, a inspirarla.

-Presentan historias marginales sobre Jesús como que vivió en Oriente pagano y que fue iniciado en los misterios gnósticos y esotéricos durante 18 años de su vida. Para ellos Jesucristo no es el Dios-hecho hombre, sino el hombre-hecho dios del Panteísmo.

 

Doctrina Católica Vs Nueva Era: El ser humano es:

 

-Para los católicos el ser humano es criatura de Dios. Cada ser humano es una criatura unica, especial, irrepetible. Es además una criatura hecha a “imagen y semejanza de Dios” y esa “imagen presente en todo el hombre…radica eminentemente en la libertad, en la verdadera libertad. (CIC # 1701).

-Para la Nueva Era el hombre no es imagen de Dios, sino que puede llegar a ser dios si desarrolla adecuadamente sus potencialidades internas, a traves de tecnicas esotéricas y ocultas.

Doctrina Católica Vs Nueva Era: La oración

 

*En la Iglesia Católica tenemos la oración contemplativa y la meditación Cristiana que algunos intentan equiparar con las ideas y prácticas de la Nueva Era.

-En la Meditación Cristiana adentramos toda nuestra mente, emoción y sentidos en un pasaje de la Escritura para tratar de ver que me dice Dios a través de ese pasaje y tratar de descubrir Su Voluntad para mi.

-En la oración Contemplativa el alma no razona acerca de Dios, sino que se queda a solas con Dios en silencio. Se entra en una comunión de amor con el Dios Uno y Trino. Esta comunión no puede lograrse a base de técnicas, ni puede obtenerse con esfuerzo ni a voluntad, es un don de Dios y El lo da a quien quiera, como quiera y cuando quiera solo tenemos que desearla y buscarla.

*En la meditación transcendental la persona busca llegar mediante un vacío interior a la conciencia de la propia divinización a travós de trances inducidos por ejercicios e incluso a traves de drogas alucinantes.

 

Métodos y manifestaciones de la Nueva Era:

 

ASTROLOGIA: es una pseudo ciencia que pretende descifrar la influencia de los Astros sobre los seres humanos. Se basa en la creencia ya superada de que la tierra es el centro del universo y esta reodeada del Zodíaco.

 

La astrología es prohibida en la Biblia (Deut 18,10) y ha sido condenada por la Iglesia cuando nos dice: “…la actitud Cristiana justa consiste en entregarse con confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto…” (CIC 2115)

 

Las prediciones basadas en las influencias astrales niegan la libertad del hombre y pretenden poner límites a la Providencia de Dios, quien es el unico que conoce el futuro.

 

Aunque se han descubierto dos constelaciones mas (ahora son 14) los astrólogos siguen apegados a la vieja creencia de que solo eran 12.

 

ADIVINACION:

 

Que incluye la lectura de la palma de la mano (quiromancia), la lectura de las cartas del Tarot (cartomancia), numerología, interpretacion de sueños, caida de los caracoles, lecturas del café, del té, las tapas de coco, del Iching (hexagrama), lectura de la escritura (grafología), de la bola de cristal (cromniomancia), la cáscara de huevo, piedras preciosas, varillas y tantas otras.

 

El numeral 2116 del Catecismo nos dice: “Todas las formas de adivinación deben rechazarse: recurso a Satán o a los demonios, evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir…”

 

Magia,Brujería, Santeria, Hechicería:

 

Se trata de prácticas antiguas de Africa y Latinoamerica revitalizadas y difundidas por la Nueva Era.

 

Los que recurren a ellas buscan mejorar su condición económica, amorosa, o de éxito professional sometiéndose a rituales determinados, a hechizos, formulas mágicas dirigidos por un brujo, mago (magia negra), o chamán.

 

Estas prácticas contaminan a los que entran en ella teniendo a veces posesiones o infectaciones devastadoras.

 

El Catecismo nos dice en el # 2117: “Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo-aunque sea para recuperar la salud-son gravemente contrarias a la virtud de la religión.”

 

Ocultismo, Espiritismo y uso de mediums:

 

Modernamente llamado “canalización” no es mas que el hacer contacto con “espíritus” que en realidad son demonios (ángeles caídos )y almas condenadas.

 

La Biblia prohíbe el Espiritismo (Dt 18, 9-12) y dice que Dios aborrece a los que se dedican a esto. En 1 Samuel 28 vemos que Saúl consulta una espiritista y el cap 31 leemos que la paga de este pecado fue la muerte.

 

El Catecismo nos dice en # 2117: “…El Espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de el.

 

 

Comunicación con ángeles:

 

La Nueva Era presenta los ángeles como “esferas de luz”, “energía pura”, seres dispuestos a establecer contacto con nosotros a traves de técnicas especiales, tales como meditaciones paganas, repetición de “mantras”, apertura de “chakras” entre otras cosas necesarias para entrar en la “vibración angélica”.

 

La Biblia nos enseña que los Angeles Buenos (los que permanecieron fieles a Dios) son criaturas puramente espirituales, seres inmortales, que acatan solamente la Voluntad Divina y su misión de ser emisarios de Dios y cumplir sólo Sus órdenes.

 

Los cristianos sabemos que Satanás y sus demonios siguen siendo “ángeles” aunque caidos y por tanto con una capacidad de engaño y astucia que tienen el propósito de hacer caer la raza humana disfrazándose si es necesario como “ángeles de luz”.

 

 

Técnicas Psicológicas

 

Con el falso postulado de promover el desarrollo ilimitado de las potencialidades del ser humano estos promotores de la Nueva Era estan invadiendo la vida espiritual de los cristianos.

 

En este contexto estan los cursos y técnicas de “auto-estima”, “crecimiento espiritual”, “desarrollo de la mente”, talleres de desarrollo humano, el Eneagrama (con el cual se pretende sintetizar y analizar 9 tipos de personalidades usando símbolos provenientes del ocultismo).

 

Aqui se incluyen también las teorías y técnicas terapéuticas de Jung que se basan en interpretaciones gnósticas de Dios, Jesucristo y la Iglesia. Se considera a Dios como la Fuente del pecado, y utiliza símbolos ocultistas como el “mandala” o circulo mágico que representa la totalidad de la persona en el cual el caos psicológico encuentra supuestamente la armonía.

 

Cienciología, Dianéctica

 

Fundada en 1954 por Lafayette Ronald Hubbard, nacido en 1911, en Tilden, Nebraska, Estados Unidos. Quien durante su adolescencia estuvo en Oriente, de donde tomó ideas del Budismo. Ex-oficial de la marina y escritor de ciencia ficción. Ocupación que abandonó, según sus propias palabras “porque el verdadero negocio estaba en fundar una nueva religión”

Está considerada como una de las sectas más peligrosas. Tiene problemas legales en varios lugares de Europa; Australia no lo reconoce como religión. En Estados Unidos han sido muchas las acciones judiciales en contra de ellos.

 

Este grupo tan polémico llamado Dianética, Iglesia de la Cienciología, o Cienciología, o Narconón, o Iglesia de la Nueva Comprensión se esconde, muchas veces, detrás de tratamientos de recuperación para adictos de cualquier índole, o como un medio de capacitación para elevar ventas, o como alguna organización filantrópica.

 

La Iglesia de la Cienciología es una organización mundial, muy poderosa. Cuenta con más de 250 templos y misiones. Utilizando técnicas muy agresivas de control mental, ha logrado entre sus adeptos una fanática devoción.

 

 

PODER MENTAL:

 

El poder mental: Es un método esotérico-religioso pagano disfrazado de científico. Abarca desde el Control Mental y la Sofrología hasta el desarrollo de “poderes mentales” pasando por la “Metafísica” de la venezolana Conny Mendez (no tiene que ver con esa rama de la Filosofia del mismo nombre).

 

El control mental Silva tiene algunas técnicas inocuas como reglas nemotécnicas pero el peligro esta cuando utliza técnicas esotéricas.

 

Se propone desarrollar la facultades de la mente humana al punto que usted pueda lograr lo que desea con solo proponerselo y decretarlo.

 

Pretende incentivar la autosuficiencia y que las personas adquieran poderes que no tienen.

 

 

CURACIONES EN LA NUEVA ERA:

 

Curaciones con Energía universal: Es un movimiento con raices paganas orientales que sostiene que pueden curar las personas por el contacto físico del que cura.

 

Este es un movimiento con raíces paganas orientales, propagado en algunos paises del mundo, que sostiene que personas entrenadas en este “método” de curación pueden efectuar curaciones usando técnicas del Kundalini Yoga para estimular los centros de energía que hay en el cuerpo humano (Chakras).

 

Despues de abrir los “chakras” del cuerpo se equilibra la energía del organismo y asi puede lograrse la curación. Se le pide al “paciente” poner la mente en blanco.

 

El medio mas conocidos para hacer estas curaciones dentro del contexto de la Nueva Eras es el Reiki. Tambien se incorporan la homeopatía y la acupuntura en las variantes no profesionales.

 

 

¿Qué son los “Chakras”?

 

El Hinduísmo enseña que en la base de la columna vertebral existe un triángulo donde reposa el “Kundalini Shakti” (Poder de la Serpiente), el cual usualmente se encuentra dormido, pero que una vez que se despierta fluye a traves de la columna hasta la cabeza, pasando por seis centros de energía denominados “chakras”. Mientras pasa por cada “chakra”, se recibe una experiencia psíquica y de poderes. Cuando se llega al “chakra” superior, supuestamente se tiene el “poder de realizar Milagros”.

 

Los ejercicios Yoga estan basados en tratar de despertar la serpiente enroscada o adormecida en la base de la columna y es la serpiente la que va despertando los “chakras” y el poder que está en cada uno de esos “centros de energía” logrando asi la iluminación del sujeto en el último “Chakra” que es el ligado al Poder Universal.

 

Uno de los “chakras” que hay que abrir para realizar estos “Milagros” es el numero 6 que se llama el “tercer ojo” o el ojo divino que permite ver imágenes del pasado, del presente y del futuro de todo ser y de toda cosa y que permite conocer los secretos de los cielos y de los sitios astrológicos dando una capacidad sobrehumana. A muchos estas prácticas los han enloquecido y otros han acabado poseidos por espíritus.

 

Medios de difusión de la Nueva Era

 

Libros: J. J. Benitez (Caballo de Troya), Richard Bach (Juan Salvador Gaviota, Ajenos a la Tierra), Dan Brown (Codigo Da Vinci), Anthony De Mello (El Canto de la Rana), Wayne Dyer (Tus Zonas Erroneas), Joanne Rowling (Serie de Harry Potter), Carlos Castaneda (Las ensenanzas de don Juan), Pablo Coelho (Manual practico de Vampirismo, la bruja de Portobelo).

 

Musica: Acuario, My Sweet Lord, Hotel California, Artistas. Grupos musicales: Los Beatles, Rolling Stone, Black Sabath…Cantantes como Bon Jovi, Madonna, Lady Gaga, Calle 13, Don Omar, Romeo, Shakira…Musica instrumental como la de Vangelis, kitaro…(ver lista anexa para muscia de corte satanico)

Peliculas: Avatar, Harry Poter, Star War, Forrest Gum, Defending Your Life, Heaven Can Wait, Seven Pounds… (la lista puede ser interminable pues se ha generalizado este tipo de producciones)

 

Cartones animados, juguetes y juegos de video: Thundercat, los teletubis, El Rey León, La Sirenita, Aladino, El hombre araña, La Bella y la Bestia - La cenicienta, Dragon Ball Z (violencia y uso de poderes satánicos) - Pokemon - Calabozos y Dragones, Tierra de Osos - Pocahontas - Spirit (adoración de la naturaleza e ideología de la Nueva Era), Ogú y Mampato, South Park (tergiversan la idea de Dios), Angry Birds, muñecos monstruosos y juegos de video como Diablo y Warcraft entre otros...

 

Simbolos: Amor y Paz, Ying Yang, signos satánicos.

 

Modas: dibujos o estampados de culebras, dragones, ángeles caídos, Calaveras, figuras monstruosas, todo negro (EMO), tatuajes, perforaciones, implantaciones…

 

Drogas: LSD, marijuana, éxtasis….

 

La pansexualizacion y vanalizacion de todos los medios de difusión…canciones, programas de variedades, novelas y hasta los noticieros.

 

Los tatuajes, las perforaciones (piercings) y las implantaciones : estos usan principalmente símbolos tribales esotéricos o del satanismo.

 

Tambien usan códigos o sellos de identificación y pertenencia a un clan, pandilla, tribu urbana, mafia o secta satánica. Los portan y elaboran brujos-sacerdotes durante sus rituales de iniciación y sacrificios con sangre (limpias, vudú, santería, etc.), para asignarles un ‘vigilante’ o nahual.

 

También los usan o portan delincuentes consagrados a Satanás y otros demonios, que junto a sus jefes solicitan la acción preternatural de esos espíritus malignos.

 

“NO SE HARÁN INCISIONES EN SU CARNE POR UN MUERTO,NI

IMPRIMIRÁN EN ELLA FIGURA ALGUNA” (Levítico 19; 28)

 

 

Terminos de la Nueva Era que se han generalizado:

 

*Aura

*Autoayuda

*Buena Vibra

*Canalizacion

*Chakras

*Globalizacion

*Karma

*Holistico

*Iniciacion

*Magico

*Nueva Conciencia

*Nuevo Orden Mundial

*Reencarnacion

*Regresion

*Telepatia

 

Terminos que se han trastocado (no significan lo mismo) :

 

*Autoestima

*Cientologia

*Clarividencia

*Ecologista

*Energia positiva o negativa

*Espiritualidad

*Guia Espiritual

*Levitacion

*Maestro

*Meditacion

*Metafisica

*Milagro

*Paradigma

*Parapsicologia

*Psiquico

*Sagrado

*Trance

*Trascendencia

 

Efectos de la Nueva Era en las personas:

 

Este tipo de prácticas tan insanas pueden llevar a graves estados depresivos. Esa es precisamente la táctica del demonio: elevarlo a uno, darle una serie de poderes o hacerle creer que uno los posee, para despues hundirlo irremisiblemente en el abismo.

 

*Pérdida de la conciencia.

 

*Riesgo de adquirir enfermedades nerviosas, mentales o psicológicas.

 

 

Los Papas y la Nueva Era

 

CLEMENTE XII: “Hemos resuelto y decretado condenar y prohibir ciertas sociedades, asambleas, reuniones, convenciones, juntas o sesiones secretas, llamadas Francmasónicas o conocidas bajo alguna otra denominación. Las condenamos y las prohibimos por medio de esta constitución, la cual será considerada válida para siempre. Recomendamos a los fieles abstenerse de relacionarse con dichas sociedades…para evitar la excomunión, que será la sanción impuesta a todos aquellos que contravienen esta nuestra orden.” (Enciclica In Eminenti)

 

LEON XIII en su Enciclica Humanuum Genus nos dice:

“Varias son las sectas que, aunque diferentes en nombre, rito, forma y origen, al estar, sin embargo, asociadas entre si por la unidad de intenciones y la identidad en sus principios fundamentales, concuerdan de hecho con la masoneria, que viene a ser como el punto de partida y el centro de referencia de todas ellas.” (7)

 

“Los frutos de la masonería son frutos venenosos y llenos de amargura. Porque de los certísimos indicios que antes hemos mencionado, brota el ultimo y principal de los intentos masónicos; a saber: la destrucción radical de todo el orden religioso y civil establecido por el cristianismo, y la creación, a su árbitrio, de otro orden nuevo con fundamento y leyes tomados de la entraña misma del naturalismo.” (8)

 

“…se esfuerza por descristianizar el matrimonio, la familia, la educación de la juventud, todo el conjunto de la vida pública y de la vida privada, asi como hacer desaparecer del pueblo todo respeto a la autoridad divina y humana…” (11)***

 

JUAN PABLO II: “Las ideas de la Nueva Era a veces se abren camino en la predicación, la catequésis, los congresos y los retiros, y asi llegan a influir incluso en los católicos practicantes que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fé de la Iglesia. En su perspectiva sincretista e inmanente, estos movimientos para-religiosos prestan poca atención a la Revelacion, mas bien, intentan llegar a Dios a traves del conocimiento y la experiencia basados en elementos que toman prestados de la espiritualidad oriental y de técnicas psicológicas. Tienden a relativizar la doctrina religiosa a favor de una vaga visión del mundo, que se expresa mediante mitos y símbolos revestidos del lenguaje religioso. Ademas, proponen una concepción panteista de Dios, incompatible con la Sagrada Escritura y con la Tradición Cristiana” (Discurso a los Obispos Mayo 1993).

“No debemos engañarnos pensando que el renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada Nueva Era puede llevar a una renovación de la religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis, esa postura de espíritu que en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra…con una decidida, aunque a veces no declarada, divergencia con lo que es esencialmente Cristiano.” (Del libro: Cruzando el Umbral de la Esperanza).

 

Documento vaticano contra el nuevo gnosticismo

 

Publicado en el año 2003, es un texto que busca alertar sobre el “narcisismo espiritual”mediante “una presentación buena y profunda del mensaje cristiano”. El objetivo es destacar los puntos en los cuales esta espiritualidad contrasta con la fe católica.

 

Estas corrientes surgen en un mundo en el cual “muchas personas oscilan entre certeza e incerteza” y “miran dentro de sí mismas en búsqueda de sentido y de fuerza”, volviéndose “incluso hacia instituciones alternativas, en la esperanza de que puedan satisfacer sus necesidades más profundas”. La New Age resulta “atrayente sobre todo porque mucho de lo que ofrece satisface aspiraciones, frecuentemente no satisfechas por las instituciones oficiales”.

 

El documento considera a esta corriente más engañosa y preocupante que todas las demás sectas, porque no está realmente organizada para hacer proselitistas y permite por lo tanto a muchos creer que es posible mezclarlo con el cristianismo.

 

Al presentar el documento, en enero de 2003, el cardenal Paul Poupard, citaba un ejemplo: “La fe en la resurrección de los muertos es sustituida por la ‘fantaciencia’, con el contacto con los seres queridos desaparecidos y la existencia de una vida suspendida entre cielo y tierra”. “Es un fenómeno típico de la cultura posmoderna, basada en el pensamiento débil, el relativismo ético y el consumismo”, agregó.

 

Los elementos de este movimiento “están perfectamente en sintonía con los modelos de consumo de sociedades en las cuales la diversión y el ocio tienen tanta importancia”.

 

El Vaticano subrayaba en aquel entonces la dificultad para combatir la New Age, por no ser ésta ni una religión ni una verdadera filosofía, sino más bien un “conjunto de creencias y prácticas místico-esotéricas” que se presenta como un “ancla de salvación para todos los insatisfechos y desilusionados que denuncian la crisis ecológica, la crisis de la ciencia y la del racionalismo deshumanizante del mundo occidental”

 

Nuestra respuesta a la Nueva Era:

 

*1- Haz una Confesión completa de vida. Busca un sacerdote y confiesa todo. Empieza por decirle que faltaste al primer mandamiento y que hiciste una práctica espiritual que es una gran ofensa a Dios. Arrepiéntete de corazón y recibe absolución.

 

2- A partir de ese momento, haz vida 100% cristiana. Misa y comunión diaria.

 

3-Rezar el Rosario cada día. Busca oraciones católicas de sanación, liberación y renuncia al mal como la coronilla de liberacion y la coronilla de San Miguel Arcangel, y rézalas con fervor.

 

4- Haz alguna novena a la Divina Misericordia pidiendo una completa sanación y liberación. Salir de esto se tarda y es proporcional al tiempo que lo hayas estado practicando…

 

5- Lees la Biblia y meditala.

 

6- Adoracion y contemplacion Eucaristica.

7- En casos muy graves, busca un sacerdote exorcista experimentado.

8- Invocar al Espiritu Santo al usar material novedoso.

9- Ayune frecuentemente para fortalecer su espiritu.

10- Denuncia de los errores de la Nueva Era y anuncio del Evangelio.

 

LAS RECOMENDACIONES DE SAN PABLO:

 

“Pero aun cuando nosotros mismos o un angel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea maldito! Como os tengo dicho, tambien ahora lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio distinto del que habeis recibido, sea maldito! Porque busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? O es que intento agradar a los hombres? Si todavia tratara de agradar a los hombres, ya no seria siervo de Cristo.” Gal 1, 8-10.

 

LA EUCARISTIA EN EL NUEVO TESTAMENTO

Posted on January 15, 2014 at 11:40 PM Comments comments ()

EL ANUNCIO DE LA EUCARISTÍA EN LA VIDA DE JESÚS

 

1) Jesús, el verdadero esposo

 

Juan el Bautista presenta a Jesús como «el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Jn 1,29) y como el verdadero Esposo, a quien pertenece la esposa (cf. Jn 3,27-30).

 

En los primeros días de su vida pública, Jesús, junto con su madre y sus primeros discípulos, asisten a una boda en Caná de Galilea (cf. Jn 2,1-12). Su madre le dice que los novios no tienen vino. Jesús responde con una frase misteriosa: «Todavía no ha llegado mi hora».

 

Pero hace el milagro a peticion de la madre y dice el evangelista, Jesús «manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él».

 

Pero toda esta escena está cargada de un profundo simbolismo. Es un «signo» que anticipa y anuncia otra boda y, por tanto, otros esposos.

 

Jesús, cuando le llegue «su hora», la de la cruz, será realmente glorificado por el Padre (cf. Jn 17,1), porque será entonces cuando, derramando el vino nuevo de su sangre y entregando el Espíritu (cf. Jn 19,30.34), creará a su Esposa, la Iglesia, dándoles una nueva madre, una nueva Eva, en la persona de esa «mujer» que ha forzado la anticipación en Caná y estará también presente junto a la cruz (cf. Jn 19,25-27).

 

Y esa boda en la que Jesús recrea y se une esponsalmente a sus discípulos, es la que tiene lugar siempre que comemos su carne y bebemos la verdadera bebida de su sangre.

 

 

2) Jesús come con pecadores

 

Las comidas tenían un sentido sagrado para los judíos, porque expresaban la comunión con Dios y también la comunión con todos aquellos que participaban en la comida.

 

Jesús introduce una gran novedad, ya que, no solamente come con sus amigos, sino que se sienta a la mesa con pecadores, publicanos marginados y gente de mala fama (cf. Mc 2,13-17; Lc 15,1-3; Lc 19,1-10).

 

Los de su tiempo le recriminaron esta conducta: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les contestó que con ello estaba cumpliendo la esencia de su misión: «No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Y les contó las tres grandes parábolas de la misericordia, la oveja, la moneda y el hijo perdidos y reencontrados (cf. Lc 15), en las que anuncia que nadie queda excluido de la comunión con Dios, porque en el Reino de Dios no hay fronteras para el perdón, para el amor de Dios y la salvación.

 

Todas estas comidas son un signo de reconciliación, que anticipan lo que después sucederá en el banquete eucarístico, en el que Jesús ofrecerá la reconciliación a los pecadores de todos los tiempos.

 

3) Jesús alimenta a los hambrientos

 

Jesús realizó dos multiplicaciones milagrosas de panes y peces (cf. Mc 6,34-44; 8,1-10). Las circunstancias de los dos milagros son parecidas. Una gran multitud acude a oír a Jesús, que siente lástima de ellos «porque estaban como ovejas sin pastor». Pero, además, siente también compasión «porque no tienen qué comer», y multiplica los pocos panes y peces que tienen sus discípulos.

 

En las dos escenas Jesús se presenta como el pastor que realiza a la vez dos misiones: enseñar y alimentar. Y en las dos misiones involucra a sus discípulos, que acaban de tener su primera experiencia de predicación y que tienen que colaborar para que todos puedan comer.

 

Jesús seguirá realizando estas dos misiones a través de sus discípulos en la Eucaristía, que ofrece siempre unidas la mesa de la palabra y la mesa del pan.

 

 

Las circunstancias de los dos milagros, aunque sean similares, no son idénticas: cambian los destinatarios. En la primera (cf. Mc 6,34-44), Jesús da de comer a judíos, miembros del pueblo de Dios: se realiza en territorio judío, el pueblo está perfectamente organizado y las cestas de las sobras son doce, número representativo del pueblo de Dios.

 

En la segunda (cf. Mc 8,1-10), los destinatarios son paganos: tiene lugar en la Decápolis, fuera de Israel, y las cestas que recogen las sobras son siete, número simbólico de las naciones paganas (cf. Dt 7,1; Hch 6,1-4).

 

La Eucaristía será, a la vez, un sacramento de «iniciación», que culminará el proceso por el que un pagano se hace cristiano, y un sacramento de «crecimiento», que desarrollará y perfeccionará la vida nueva en el ya cristiano.

 

 

4) Jesús, anuncia la institucion de la Eucaristia.

 

Después de la primera multiplicación de los panes, según el Evangelio de san Juan, Jesús pronunció un célebre discurso en la sinagoga de Cafarnaún. En realidad son dos discursos, aunque estén unidos: uno sobre el pan de vida (cf. Jn 6,23-51) y otro sobre el pan eucarístico (cf. Jn 6,52-5)

 

En el primero, Jesús intenta convencer a los oyentes para que, además de buscar el alimento que sostiene nuestra existencia terrena aspiren a otro alimento que da el Autor de la vida, el que da la vida eterna.

 

El que da ese alimento es el Padre: «Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo». Y ese pan es Jesús mismo: «Yo soy el pan de vida». Pero este alimento exige ser aceptado de forma personal por la fe: «Lo que Dios espera de vosotros es que creáis en aquel que él ha enviado». Esta fe es una gracia: «Nadie puede aceptarme, si el Padre que me envió no se lo concede».

 

Jesús concluye este primer discurso con esta sentencia solemne: «Os aseguro que el que cree, tiene vida eterna».

 

 

En el segundo discurso, ya no se trata de creer, esto era solamente una condición previa necesaria, sino de comer y beber la carne y la sangre del Hijo del hombre. Jesús, ante el asombro de sus oyentes, subraya que no se trata solamente de una expresión simbólica, sino de una verdadera comida, de una comida real: «Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida».

 

Además, Jesús explica los efectos que produce este alimento inaudito; son dos. Primero, una compenetración misteriosa, una relacion mutua entre Jesús y quien lo come: «El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él». Y el segundo, la inmortalidad: «el que coma de este pan vivirá para siempre».

Nos encontramos ante el texto evangélico que explica con mayor profundidad el misterio de la Eucaristía. Los dones sacramentales del pan y del vino son el medio para lograr la unión personal con Cristo, muerto y resucitado, que es la única manera de conseguir la salvación definitiva. Y esta unión sólo es eficaz y se realiza cuando se cumple la exigencia única y decisiva impuesta al hombre, la fe en el Revelador, enviado por Dios y portador de la salvación.

 

5) Jesús lava los pies a sus discípulos

 

Aparentemente, este relato de san Juan (cf. Jn 13,1-20) no dice nada de la Eucaristía. Pero, sucedió «la víspera de la fiesta de la pascua», sabiendo Jesús «que le había llegado la hora de dejar el mundo para ir al Padre», y mientras «estaban cenando». Es decir, en el mismo momento en que, según los demás evangelistas, Jesús instituyó la Eucaristía.

 

La escena comienza con dos afirmaciones solemnes del evangelista, que nos preparan para presenciar lo que parece que va ser la culminación de la obra de Jesús. Primero nos lo presenta como el Enviado divino en trance de cumplir definitivamente su misión: «Entonces Jesús, sabiendo que el Padre le había entregado todo, y que de Dios había venido y a Dios volvía...».

 

Pero, además, nos muestra el móvil y la actitud fundamental con que cumple esa misión: «Y él, que había amado a los suyos, llevó su amor hasta el extremo». Tras esta preparación, nos cuenta lo que ocurrió: Jesús se pone a lavar los pies a sus discípulos, en un gesto propio de siervos.

 

 

Las reacciones que este gesto produce en sus discípulos, sobre todo en Pedro, y las palabras con que Jesús lo aclara, nos descubren un doble mensaje.

 

Primero, que este gesto es algo que sólo Jesús puede hacer porque es algo que simboliza su misión: el servicio supremo prestado a los hombres por el Siervo de Dios, la entrega de su vida para purificarlos.

 

Sin este servicio, los hombres no tendrían parte con él en su propia filiación y en la herencia prometida: «Si no te lavo los pies, no podrás contarte entre los míos». Eso es lo que Pedro no entiende de momento, pero entenderá más tarde, como dice Jesús.

Pero, después, el Maestro convierte su actuación en ejemplo que los suyos deben imitar: «Vosotros debéis hacer lo mismo unos con otros. Os he dado ejemplo, para que hagáis lo que yo he hecho con vosotros». Es decir, los discípulos se deben servir unos a otros.

 

Los dos mensajes están íntimamente unidos: la misión de Jesús tiene como objetivo crear unos discípulos capaces de amarse unos a otros con una actitud humilde de servicio. Pero esto no sería posible sin el amor de Jesús por ellos, sin su palabra y la entrega de su vida, que les limpia de todo aquello que se opone al amor.

 

Todos estos mensajes nos descubren el sentido profundo de la Eucaristía. En ella, Jesús realiza plenamente su misión en nosotros amándonos hasta el extremo; porque, al morir por nosotros, nos purifica de nuestros egoísmos, nos asocia a su propia entrega y nos hace capaces de amarnos entre nosotros como él nos ha amado. Por eso la Eucaristía es la fuente y la cima de la vida cristiana, la que nos hace cristianos y la que hace la Iglesia.

 

6) Jesús resucitado camina con sus discípulos

 

¡Jesús siguió comiendo con sus discípulos después de la Resurrección! Y estas comidas del Resucitado son precisamente las más cercanas a lo que nosotros celebramos, ya que el Jesús con el que nos encontramos ahora en la Eucaristía es ya el Señor resucitado y glorioso.

 

La primera de estas comidas tuvo lugar el mismo día de Pascua y tuvo como invitados a dos discípulos que iban camino de Emaús (cf. Lc 24,13-35). Esta escena es como una catequesis del itinerario de nuestra celebración eucarística, en sus diferentes partes.

 

Dos caminaban juntos…. en la Eucaristía comenzamos esforzándonos por formar comunidad.

 

Iban «de vuelta», preocupados y afligidos por sus oscuridades y frustraciones. El caminante que se les une les obliga a reconocer esta situación: también nosotros reconocemos nuestras deficiencias en el acto penitencial.

 

 

Para suscitar en ellos esta fe, Jesús les explica todo lo que se refería a él en la Escritura. Y esta explicación es lo que les hace arder el corazón y les prepara para reconocerlo. La Liturgia de la Palabra, nos despierta la fe y nos prepara para reconocerlo.

Los dos discípulos acogen la enseñanza de Jesús y muestran su deseo de continuar con él: con nuestra profesión de fe acogemos su palabra y nos preparamos para encontrarnos con su propia persona.

 

Jesús se sentó a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Y entonces lo reconocieron, aunque él desapareció de su lado. Las cuatro acciones de Jesús son las que seguimos repitiendo en la Liturgia Eucarística. Y a través de ellas, se produce la presencia real, aunque misteriosa, de Jesús entre nosotros.

 

Después de esto, los dos discípulos se volvieron corriendo a Jerusalén para contar a los demás lo que les había sucedido. Al final de la Eucaristía somos enviados a dar testimonio del Resucitado.

 

 

7) Jesús resucitado acompaña a sus discípulos en su misión

 

La última aparición del Resucitado que nos cuenta san Juan, en el lago de Tiberíades, nos ofrece una visión maravillosa de la presencia de Jesús. La pesca milagrosa (cf. Jn 21,1-14), simboliza la misión de la Iglesia y la importancia de la Eucaristía para la evangelización.

 

Siete discípulos están pescando juntos. Como el número siete es símbolo de totalidad, se quiere subrayar que la faena de la «pesca» es de todos y de todos unidos. En un primer momento, el trabajo resulta inútil: «No lograron pescar nada». Al amanecer, como el día de la Resurrección, Jesús se presenta, no en la barca, sino en tierra firme, aunque cerca.

 

Desde una nueva situación, desde la gloria del Padre, no abandona a sus discípulos, les sigue de cerca aunque no se mezcla directamente en su trabajo. Los discípulos no lo reconocen, porque están viviendo en la oscuridad de la fe.

 

 

Jesús manda echar la red. Y los discípulos, a pesar de no haberlo reconocido, le hacen caso, echan la red. Y, por haber obedecido logran una pesca espléndida. La red se llena a rebosar, pero no se rompe: la Iglesia tiene capacidad para recibir en su seno a todos los hombres, por muy distinta que sea su mentalidad y cultura.

 

Y, ante el milagro, reconocen a Jesús. Acercan la barca con la red llena a la orilla, que estaba cerca.

«Al saltar a tierra vieron unas brasas, con peces colocados sobre ellas, y pan». Jesús mismo les ha preparado esta comida. Pero les pide a los discípulos una aportación: «Traed ahora algunos de los peces que habéis pescado». Esta aportación viene del fruto de la «pesca».

 

«Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y se lo repartió; y lo mismo hizo con los peces». Jesús les sirve la comida, como había hecho tantas veces, y, sobre todo, la noche antes de su muerte.

 

La Eucaristía se celebra en la frontera entre este mundo y el venidero, es comida terrena que prepara y anuncia el banquete final en la tierra prometida. Es puro don del Resucitado, pero exige la aportación de los invitados, una aportación que supone la participación en la misión de Jesús. La Eucaristía es, a la vez, punto de llegada de la tarea evangelizadora y fuente de donde emana toda su vitalidad.

 

 

II- LA INSTITUCION Y SU CONTEXTO PASCUAL

 

 

1-Jesucristo instituyó este sacramento en la Última Cena.

 

Los tres evangelios sinópticos (Mt 26,17-30; Mc 14,12-26; Lc 22,7-20) y san Pablo (cfr. 1 Co 11,23-26) nos han transmitido el relato de la institución.

 

«Llegó el día de los Azimos, en el que se había de inmolar el cordero de Pascua; (Jesús) envió a Pedro y a Juan, diciendo: “Id y preparadnos la Pascua para que lacomamos”...

 

Fueron... y prepararon la Pascua. Llegada la hora, se puso a la mesa con los Apóstoles; y les dijo: “Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios”...

 

Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Esto es mi Cuerpo que va a ser entregado por vosotros. Haced esto en recuerdo mío [en conmemoración mía; como memorial mío]”. De igual modo, después de cenar, el cáliz, diciendo: “Este cáliz es la Nueva Alianza en mi Sangre, que va a ser derramada por vosotros”» (Catecismo, 1339).

 

 

2-Jesús celebró pues la Última Cena en el contexto de la Pascua judía, pero en el centro no se encuentra el cordero de la Antigua Pascua, sino Cristo mismo, su Cuerpo entregado y su Sangre derramada por muchos para remisión de los pecados (cfr. Catecismo,1339).  

 

Podemos pues decir que Jesús, más que celebrar la Antigua Pascua, anunció y realizó—anticipándola sacramentalmente— la Nueva Pascua.

 

El precepto explícito de Jesús: «Haced esto en conmemoración mía [como memorial mío]» (Lc 22,19; 1 Co 11,24-25), evidencia el carácter propiamente institucional de la Última Cena.

 

Con dicho mandato nos pide que correspondamos a su don y que lo representemos sacramentalmente (que lo volvamos a realizar, que reiteremos su presencia: la presencia de su Cuerpo entregado y de su Sangre derramada, es decir, de su sacrificio en remisión de nuestros pecados).

 

 

— «Haced esto». De este modo designó quienes pueden celebrar la Eucaristía (los Apóstoles y sus sucesores en el sacerdocio), les confió la potestad de celebrarla y determinar los elementos fundamentales del rito: los mismos que Él empleó: pan y vino, la plegaría de acción de gracias y de bendición, la consagración de los dones en el Cuerpo y la Sangre del Señor, la distribución y la comunión con este Santísimo Sacramento.

 

— «En conmemoración mía». De este modo Cristo ordenó a los Apóstoles, que celebraran un nuevo “memorial”, que sustituía al de la Antigua Pascua. Este rito memorial tiene una particular eficacia: no solo ayuda a “recordar” a la comunidad creyente el amor redentor de Cristo, sus palabras y gestos durante la Última Cena, sino que, además, como sacramento de la Nueva Ley, hace objetivamente presente la realidad significada: a Cristo, “nuestra Pascua” (1 Co 5,7), y a su sacrificio redentor.

 

 

3-La celebración litúrgica de la Eucaristía:

 

La Iglesia, obediente al mandato del Señor, celebró enseguida la Eucaristía en Jerusalén (cfr. Hch 2,42-4), en Tróade (cfr. Hch 20,7-11) en Corinto (cfr. 1 Co 10,14,21; 1 Co 11, 20-34), y en todos los lugares a donde llegaba el cristianismo. «Era sobre todo “el primer día de la semana”, es decir, el domingo, el día de la resurrección de Jesús, cuando los cristianos se reunían para “partir el pan” (Hch 20,7). Desde entonces hasta nuestros días la celebración de la Eucaristía se ha perpetuado, de suerte que hoy la encontramos por todas partes en la Iglesia, con la misma estructura fundamental» (Catecismo, 1343).

 

 

La estructura de la celebración

 

Fiel al mandato de Jesús, la Iglesia, guiada por el “Espíritu de verdad” (Jn 16,13), que es el Espíritu Santo, cuando celebra la Eucaristía no hace otra cosa que conformarse al rito eucarístico realizado por el Señor en la Última Cena.

 

Los elementos esenciales de las sucesivas celebraciones eucarísticas no pueden ser otros que aquellos de la Eucaristía originaria: los discípulos de Cristo y la asamblea eucarística. 

 

Desde los comienzos de la vida de la Iglesia, la asamblea cristiana que celebra la Eucaristía se manifiesta jerárquicamente estructurada: habitualmente está constituida por el obispo o por un presbítero, por el diácono, por otros ministros y por los fieles, unidos por el vínculo de la fe y del bautismo.

 

Todos los miembros de esta asamblea están llamados a participar conscientemente, devotamente y activamente en la liturgia eucarística.

 

Por tanto, cada uno deberá cumplir el propio ministerio, sin que haya confusión entre el sacerdocio ministerial, el sacerdocio común de los fieles y el ministerio del diácono y de otros posibles ministros.

 

El papel del sacerdocio ministerial en la celebración de la Eucaristía es esencial. Sólo el sacerdote válidamente ordenado puede consagrar la Santísima Eucaristía, pronunciando in persona Christi las palabras de la consagración (cfr. Catecismo, 1369).  

 

Por otra parte, ninguna comunidad cristiana está capacitada para darse por sí sola el ministerio ordenado. «Éste es un don que se recibe a través de la sucesión episcopal que se remonta a los Apóstoles. Es el obispo quien establece un nuevo presbítero mediante el sacramento del Orden, otorgándole el poder de consagrar la Eucaristía»

 

El desarrollo de la celebración

 

La actuación del rito memorial se desarrolla, desde los orígenes de la Iglesia, en dos grandes momentos, que forman un solo acto de culto: la “Liturgia de la Palabra” (que comprende la proclamación y la escucha-acogida de la Palabra de Dios), y la “Liturgia Eucarística” (que comprende la presentación del pan y del vino, la anáfora o plegaria eucarística —con las palabras de la consagración— y la comunión.

 

Estas dos partes principales están delimitadas por los ritos de introducción y de conclusión (cfr. Catecismo,1349-1355).

 

Nadie puede quitar o añadir a su antojo nada de lo que ha sido establecido por la Iglesia en la Liturgia de la Santa Misa.

 

La constitución del signo sacramental

 

Los elementos esenciales y necesarios para constituir el signo sacramental de la Eucaristía son: por una parte, el pan de harina de trigo, y el vino de uvas sin aditivos; y, por otra, las palabras consagratorias, que el sacerdote celebrante pronuncia in persona Christi, en el contexto de la «Plegaria Eucarística».

 

Gracias a la virtud de las palabras del Señor y a la potencia del Espíritu Santo, el pan y el vino se convierten en signos eficaces, de manera real y no solo de significado, de la presencia del “Cuerpo entregado” y de la “Sangre derramada” de Cristo, es decir, de su Persona y de su sacrificio redentor (cfr. Catecismo, 1333 y 1375).

 

LA EUCARISTIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Posted on January 14, 2014 at 10:00 PM Comments comments ()

 

 

Noción de Eucaristía

 

A. Definición:

 

En el santísimo sacramento de la Eucaristía están contenidos verdadera, real y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre, juntamente con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero”

 

“Esta presencia se denomina ‘real’, no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen ‘reales’, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente” (Catecismo, n. 1374)

 

B. Figuras

 

 

Antes de Jesucristo, la Eucaristía que Él habría de instituir fue prefigurada de diversos modos en el Antiguo Testamento. Fueron figuras de este sacramento:

 

-el maná con el que Dios alimentó a los israelitas durante cuarenta años en el desierto (cf. Ex. 16, 435), y al que Jesús se refiere explícitamente en el discurso eucarístico de Cafarnaúm (cf. Juan 6, 31 ss.);

 

-el sacrificio de Melquisedec, gran sacerdote, que ofreció pan y vino -materia de la Eucaristía- para dar gracias por la victoria de Abraham (cf. Génesis 14, 1) gesto que luego será recordado por san Pablo para hablar de Jesucristo como de “sacerdote eterno…, según el orden de Melquisedec” (cf. Hebreos 7, 11);

 

-los panes de la proposición, que estaban de continuo expuestos en el Templo de Dios, pudiéndose alimentar con ellos sólo quienes fueran puros (cf. Éxodo 25, 30);

 

Por eso el sacerdote Ahimelec le dijo a David: “No tengo pan común a la mano, solamente tengo pan sagrado; pero lo daré si los criados se han guardado a lo menos de mujeres.” Con esto queria significar que ellos debian estar purificados para poder comer ese pan sagrado.  

-el sacrificio de Abraham, que ofreció a su hijo Isaac por ser ésa la voluntad de Dios (cf. Génesis 22, 10);

 

-el sacrificio del cordero pascual, cuya sangre libró de la muerte a los israelitas (cf. Éxodo 12).

 

 

C. Profecías

 

 

La Eucaristía fue también preanunciada varias veces en el Antiguo Testamento: 

 

- Salomón en el libro de los Proverbios: “La Sabiduría se edificó una casa con siete columnas (los siete sacramentos), preparó una mesa y envió a sus criados a decir: ‘Vengan, coman el pan y bebed el vino que les he preparado” (Proverbios 9, 1); 

 

- el Profeta Zacarías predijo la fundación de la Iglesia como una abundancia de bienes espirituales, y habló del “trigo de los elegidos y del vino que hace germinar la pureza” (Zacarías 9, 17); 

 

- el profeta Malaquías, hablando de las impurezas de los sacrificios de la ley antigua, puso en boca de Dios este anuncio del sacrificio de la nueva ley: “Desde donde sale el sol hasta el ocaso, grande es mi nombre entre las gentes, y en todo lugar se sacrifica y ofrece a mi nombre una oblación pura” (Malaquías 1, 10ss.) 

 

*La verdad de la presencia real, corporal y sustancial de Jesús en la Eucaristía, fue profetizada por el mismo Señor un año antes de instituirla, durante el discurso que pronunció en la Sinagoga de Cafarnaúm, al día siguiente de haber hecho el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces.

 

 

 

 

PREFIGURACIONES DE LA EUCARISTÍA

EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 

 

a) La ofrenda de Abel

 

«Mira con bondad esta ofrenda y acéptala como aceptaste los dones del justo Abel», reza la Plegaria Eucarística I. Se hace aquí referencia a (Gén 4,4-5).

 

*La Carta a los Hebreos comenta así este pasaje: «Por la fe, ofreció Abel a Dios un sacrificio mejor que el de Caín, por ello fue declarado justo, con la aprobación de Dios a sus ofrendas; por ello, aunque muerto, sigue hablando» (Hb 11,4).

 

*La misma Carta relacionará después la sangre de Abel con la de Jesús: «...Jesús, el mediador de la nueva alianza, que nos ha rociado con una sangre que habla más elocuentemente que la de Abel» (Hb 12,24).

 

b) El sacrificio de Abrahán

 

*Gén 22). El recuerdo del célebre sacrificio del patriarca es prefiguracion también de la Eucaristía por varias razones. Ante todo, como ejemplo de nuestra fe, es decir, de nuestra entrega total y libre a Dios, uniéndonos a la ofrenda total de Cristo.

 

*Pero es que, además, Dios, en el caso de Jesús, llegó al extremo de hacer lo que no quiso permitir a Abrahán: «No perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros» (Rm 8,32). Y por eso en la Eucaristía recordamos y celebramos que «tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único» (Jn 3,16).

 

*La Carta a los Hebreos al comentar que Abrahán, al ofrecer a Isaac, «pensó que Dios tiene poder hasta para resucitar muertos y por eso recobró a Isaac como figura del futuro» (Hb 11,19). Así, el sacrificio de Abrahán es también figura de la resurrección de Cristo que celebramos en la Eucaristía.

 

 

c) La ofrenda de Melquisedec

 

Lectura del libro del Génesis . 14,18-20.S.

 

*Este misterioso personaje, que es presentado como rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, aparece de forma repentina e inesperada en la vida de Abrahán, ofreciéndole pan y vino, y bendiciendo al patriarca y a Dios por haberle dado la victoria sobre reyes poderosos (cf. Gén 14,18-20).

 

*El personaje vuelve a salir en el famoso Salmo «Oráculo del Señor a mi señor», que proclama la dignidad sacerdotal del rey davídico: «Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec» (Sal 110,4). Este Salmo es uno de los más citados en el Nuevo Testamento, incluso por el mismo Jesús (cf. Mt 22,41-46).

 

*Sobre todo la Carta a los Hebreos, en una larga exposición (cf. Hb 7-), aprovecha el paralelismo con Melquisedec para presentar a Jesús como sacerdote único, supremo y eterno porque, como Hijo que es, asegura la relación perfecta con Dios. Y este único sacerdote ha ofrecido de una vez para siempre un único sacrificio, su propio cuerpo y su propia sangre. Por otra parte, toda la tradición cristiana resaltará como profecía el tipo de ofrenda que hizo Melquisedec: el pan y el vino, que son los signos de la Eucaristía.

 

 

d) La Pascua

 

*El pueblo de Israel vivía como esclavo en Egipto y Dios decidió liberarlo. Un día les mandó sacrificar un cordero por familia y comerlo, para poder iniciar con fuerzas la gran marcha por el desierto.

 

*Les mandó, además, que marcasen sus puertas con la sangre del cordero, para que el ángel del Señor no matara a sus primogénitos, como iba a hacer con los primogénitos de los egipcios. Ese fue, pues, el cordero de la liberación y de la vida (cf. Ex 12).

 

*Jesús instituyó la Eucaristía cuando los judíos se disponían a celebrar la Pascua -fiesta anual que recordaba la liberación-, y murió cuando todas las familias judías estaban matando los corderos para la cena pascual. Con eso quiso decirnos que él es el Cordero que, con su muerte, nos da la verdadera libertad y la vida definitiva. Y la Eucaristía es la cena pascual auténtica, el alimento que libera y vivifica.

 

 

e) El sacrificio de la alianza

 

*El pueblo de Israel, en su marcha de la libertad, llegó por el desierto al monte Sinaí, y allí Dios les propuso una alianza, un pacto de amistad y de pertenencia mutua. El pueblo aceptó. Y entonces Dios quiso que rubricasen este pacto al modo como se solían sellar los pactos en aquellas culturas antiguas: mezclando la sangre de las dos partes contratantes, aunque fuera de manera simbólica.

 

*Moisés mató unos novillos y roció con su sangre el altar (símbolo de Dios) y al pueblo (cf. Ex 24). Jesús, al instituir la Eucaristía, dijo: «Esta es la sangre de la nueva alianza, que será derramada por vosotros». Es decir, con la sangre de Cristo, que recordamos y recibimos en la Eucaristía, se sella el pacto definitivo de amor entre Dios y el hombre.

 

f) El maná

 

Lectura del libro del Éxodo. 16,2-4.12-15.

 

*Durante la peregrinación por el desierto y ante las protestas del pueblo por falta de provisiones, Dios hizo llover del cielo un pan misterioso, al que los israelitas llamaron «maná». Lo tenían que recoger cada día, sin guardar nada para el día siguiente (cf. Ex 16).

 

*Jesús, en su discurso eucarístico, dijo: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo. Es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo... Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne» (Jn 6,32.51).

 

*Con esto quiso decirnos que la Eucaristía es el alimento definitivo que, día a día, nos fortalece en nuestro camino hacia el Padre.

 

*En Sal 77,24 encontramos una interpretación de este alimento como pan de los ángeles, al igual que la interpretación dada por Sab 16,20.

 

*Una espiritualización de este alimento, imagen de la palabra de Dios, es la que aparece en Dt 8,2-3: Dios alimentó al pueblo con el maná para hacerle comprender que el hombre no sólo vive de pan, sino de toda la palabra que sale de la boca de Dios. Y en esta misma línea va Sab 16,20:el maná es la palabra de Dios que nutre una vida superior.

 

*Por su parte, San Pablo llama a este alimento del desierto «alimento espiritual» (1 Cor 10,3). Todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebieron de la roca espiritual que les seguía, y la roca era Cristo, dice Pablo. Según una tradición rabínica, la roca de Núm 20,8 acompañó a los israelitas en el desierto; para Pablo, dicha roca simboliza a Cristo preexistente, actuando ya en la historia de Israel. Todo esto sucedió en figura, dice Pablo; en figura de lo que tenía que venir (1 Cor 10,6.11).

g) El cordero expiatorio

 

*Dios le mandó a Moisés que, una vez al año, en la fiesta solemne de la Expiación, impusiera las manos sobre un macho cabrío, como para descargar sobre él todas las culpas de los israelitas, y que después lo soltara por el desierto.

 

*Juan el Bautista presenta a Jesus como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo sustituyendo al cordero de expiacion por el pecado.

 

*Era un modo de significar que Dios olvidaba y perdonaba las culpas del pueblo (cf. Lv 16,20-22). Jesús dijo: «Esta es mi sangre..., que se derrama por todos para el perdón de los pecados». La muerte de Jesús, cuyo efecto nos llega en la Eucaristía, es la fuente definitiva del perdón.

 

h) El pan para el camino de Elías

 

Lectura del libro primero de los Reyes.   19,4-8.

 

*El profeta Elías huía perseguido por Jezabel. Aburrido y asqueado, se echó a la sombra de un árbol, pidió al Señor la muerte y se durmió. Un ángel lo despertó, y por dos veces le invitó a comer un misterioso pan. Comió, bebió del agua que le dio también el ángel, y «con la fuerza de aquel pan caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb», donde vio la gloria de Dios (cf. 1 Re 19,1-).

 

*Nosotros, como Elías, vamos caminando por la vida acosados por las dificultades; nos cansamos y desfallecemos, pero el pan de la Eucaristía nos da fuerza para seguir caminando hasta el encuentro con nuestro Padre.

 

David y Ahimelec:

 

*1SAMUEL 21, 1s: David miente al sacerdote Ahimelec para encubrir su situación al estar huyendo para no enfrentarse a Saúl, su rey, y tener que matarlo. Esta es la nobleza de un rey, David, que aunque sabe que Dios le ha puesto por rey de su pueblo, espera a que sea el Señor mismo el que le ponga en el trono y no su propia mano, no su propia espada.

 

*El sacerdote da los panes de la proposición para uso de alimento, porque no otro pan tiene nuestro sacerdote sino el del Espíritu, nuestro Señor Jesucristo es el pan del cielo, el maná del Padre, el Pan Sagrado, por el cual damos gracias a Dios.

 

 

j) Lectura del libro de los Proverbios. 9,1-6.

 

Venid a comer mi pan y a beber el vino que he mezclado.

 

*La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas; ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad:

«Los inexpertos, que vengan aquí, voy a hablar a los faltos de Juicio: Venid a comer mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia».

 

*Si sustituimos la Sabiduria con el Espiritu Santo entenderemos que la casa que El quiere construir es la santidad y las siete columnas son los siete sacramentos entre los cuales el principal es el del banquete Eucaristico por medio del cual Dios nos va a dar Juicio y prudencia (las virtudes) que son la base de la verdadera santidad.

 

k) El banquete final de Isaías

 

 Lectura del profeta Isaías. 49,13-15.

 

*Exulta, cielo; alégrate, tierra; romped a cantar, mon­tañas, porque el Señor consuela a su pueblo, se com­padece de los desamparados.

Sión decía: «Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado».

— ¿Es que puede una madre olvidarse de su cria­tura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré — dice el Señor todopoderoso. “Con amor eterno te amé.”

 

*El profeta Isaías contempla poéticamente la salvación final como un inmenso banquete, con manjares y bebidas exquisitas, al que serán invitados todos los pueblos, y en el que desaparecerán todas las lágrimas de los hombres (cf. Is 25,6-10).

 

*Esta imagen será utilizada por Jesús en sus parábolas para hablarnos de la vida definitiva. Y la Eucaristía es concebida por el mismo Señor como anuncio y anticipo de ese gran banquete final: «Os digo que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que lo beba con vosotros, nuevo, en el reino de mi Padre» (Mt 26,29).

 

 

 

l) Lectura del profeta Ezequiel. 34,11-16.

 

Así dice el Señor Dios:

 

*Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, si­guiendo su rastro.

Como un pastor sigue el rastro de su rebaño cuan­do se encuentra las ovejas dispersas, así seguiré yo el rastro de mis ovejas; y las libraré, sacándolas de todos los lugares donde se desperdigaron, el día de los nubarrones y de la oscuridad.

 

*Las sacaré de entre los pueblos, las congregaré de los países, las traeré a la tierra, las apacentaré por los montes de Israel, por las cañadas y por los po­blados del país.

 

*Las apacentaré en pastizales escogidos, tendrán sus dehesas en lo alto de los montes de Israel, sé re­costarán en fértiles dehesas, y pastarán pastos jugosos en la montaña de Israel.

 

*Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear — oráculo del Señor Dios.

 

*Buscaré las ovejas perdidas, haré volver a las des­carriadas, vendaré a las heridas, curaré a las enfermas; a las gordas y fuertes las guardaré, y las apacentaré debidamente.

 

*La comida de las ovejas (que somos nosotros) es el pasto verde y jugoso del cuerpo y sangre de Cristo que nos sanara y nos fortificara.

 

 

m) Lectura del profeta Óseas. 11b.3-4.8c-9.

 

Esto dice el Señor:

 

*Cuando Israel era joven le amé, desde Egipto llamé a mi hijo.

Yo enseñé a andar a Efraín, le alzaba en brazos, y él no comprendía que yo le curaba.

 

*Con ataduras humanas, con lazos de amor le atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer.

 

*Se me revuelve el corazón, se me conmueven las entrañas.

No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios y no hombre, santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta.

 

Aqui tambien se presenta la eucaristia como esos lazos de amor y la comida que nos cura y nos enseña.

 

m) Lectura del profeta Óseas. 11b.3-4.8c-9.

 

Esto dice el Señor:

 

*Cuando Israel era joven le amé, desde Egipto llamé a mi hijo.

Yo enseñé a andar a Efraín, le alzaba en brazos, y él no comprendía que yo le curaba.

 

*Con ataduras humanas, con lazos de amor le atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer.

 

*Se me revuelve el corazón, se me conmueven las entrañas.

No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios y no hombre, santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta.

 

*Aqui tambien se presenta la eucaristia como esos lazos de amor y la comida que nos cura y nos enseña.

 


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